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Susanna Griso acudió el pasado 4 de febrero a 'El hormiguero' para presentar a Pablo Motos y a la audiencia su próximo programa en Antena 3: '2 días y 1 noche'. La presentadora de 'Espejo público' buscará mostrar el lado más humano de los invitados de su nuevo espacio, algo que Motos quiso hacer con ella a través de 7 cuestiones que buscaron el lado más personal de la periodista.
La primera de ellas fue acerca de qué le diría a su yo de la infancia si pudiera hablar con ella, ante lo que Susanna no dudó sobre su respuesta: "Relativiza, no te tomes tan en serio las cosas, sonríele a la vida". Griso quiso explicar que de pequeña ella era "muy intensa, y lo sigo siendo pero el sentido del humor me ha ayudado a relajarme. Era muy perfeccionista, estudiosa...", apuntó.La siguiente cuestión fue relativa a en qué momento feliz pensaba cuando se enfrentaba a una operación, algo que Susanna también tuvo claro: "Siempre que me han puesto una anestesia mi obsesión ha sido que me pinchaban estando despierta. Siempre lo repito antes mil veces, que sigo despierta y no me pinchen. En cuanto al pensamiento positivo, sería un viaje a Canadá que hice con mis hijos hace dos años".
Una de las fantasías recurrentes para muchas personas es soñar con tener un poder, un aspecto sobre el que Motos también preguntó a la presentadora: "Sin duda sería ser invisible. Lo he pensado muchas veces y me encantaría entrar ahora en esas reuniones de la Moncloa, escuchar las llamadas de Pedro Sánchez y todo eso".
Consciente de que este poder podría tener alguna que otra consecuencia negativa, Susanna quiso matizar lo que no le gustaría presenciar de ser invisible: "Las conversaciones que la gente tiene sobre ti. Eso es como el equivalente de googlear sobre uno mismo. Leo twitter a distancia precisamente por eso, no me gusta mucho enterarme de lo que se escribe sobre mi".
La cuarta pregunta fue si, de ser legal, podría llegar a matar, y aquí tampoco dudó, pues Griso se declaró "muy pacifica, jamás mataría a alguien", a lo que Motos añadió divertido, y respondiendo a sus hormigas, que él en su lista tenía ya a tres posibles candidatos.
Uno de los aspectos donde más se mojó Susanna fue hablando de su mayor habilidad o talento desconocido, reconociendo que lo suyo siempre había sido escuchar: "Es algo que se me da bien desde pequeña. Ahora hay muchas interferencias por las tecnologías y esa capacidad se ve mermada, pero siempre me ha gustado escuchar a los demás. Desde pequeña era el paño de lágrimas de mi entorno, y creo que eso es lo que mejor sigo haciendo. Me decían que fuese psicóloga porque se me daba muy bien, pero al final el periodismo es un poquito eso. También podría haber sido espía, pero..."
Otro de los aspectos a tratar fueron cuántos huesos se había roto a lo largo de su vida, a lo que satisfactoriamente, y tocando madera, respondió que ninguno. "Tengo cicatrices de guerra pero no me he roto ningún hueso", matizó.
La cuestión que más en aprietos puso a la presentadora de 'Espejo público' fue la referida a si se tomaría o no una pastilla que la convirtiera en inmortal, una pregunta que la pilló completamente por sorpresa: "Esa pregunta no me lo había hecho nunca. Tiene que ser muy difícil". Griso justició su respuesta y el porqué de sus dudas: "Yo que tengo una madre de 92 años y está enterrando a las personas que más quiere de su generación... sería algo muy duro, tener que enterrar a tus propios hijos, nietos, bisnietos... no lo tengo claro. No sé si me la tomaría. ¿Sería una pastilla reversible? Si la respuesta es no, entonces no lo haría. Sería muy duro", concluyó Susanna el test.
