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"Ayudar a gente es lo más bonito que se puede hacer en este mundo", con esta declaración de intenciones arrancó Jerónimo García su intervención en el programa de radio Mornig Glory el pasado lunes 19 de octubre. El nuevo 'Hermano mayor' intervino en el espacio para comentar las primeras impresiones sobre sus grabaciones para el programa de Cuatro, así como para presentar sus credenciales como nuevo coach.
"¿Por qué tu?", preguntaba Sandra Vicente al nuevo rostro del programa. "Llevo 15 años ayudando a los chavales del barrio a través de distintas asociaciones y fundaciones y, desde hace seis años, con la mía. Nos dedicamos un poco a integrar a los chavales mediante el deporte, ayudándoles con un gabinete psicopedagógico. Les hacemos grupo, inculcamos en constancia y sacrificio, cosas que unen. Es un trabajo que me reconforta, y continuarlo a través de 'Hermano mayor' es algo enorme y grandioso", respondía Jero.Pedro García Aguado, anterior rostro de 'Hermano mayor', tenía una experiencia detrás de superación, similar a la que busca en los protagonistas del programa. En este sentido Jerónimo no comparte el pasado problemático, pues lo enfoca todo desde la prevención, como hizo él en el su momento: "Yo nací en un barrio bastante conflictivo donde era fácil caer en caminos espinosos, pero vi más fácil llamar a la puerta de un gimnasio para evitar caer en el alcohol y las drogas. Estamos hablando de mediados de los 80, en el barrio de Carabanchel, que era un punto muy conflictivo, donde se creaba una peligrosidad latente en todos los momentos. Quise apartarme de estas cosas".
Profundizando un poco más en este asunto, Jero hablaba de su juventud y cómo empezó en labores sociales: "Me he criado casi en un ghetto. En esa época había muchas asociaciones que ayudaban. Recuerdo especialmente la Coma, que se dedicaban a evitar la creación de ghettos en Madrid haciendo manualidades. Ahí, con 6 o 17 años empecé a aprender lo que era el trabajo social"
Sin embargo, el efecto y condicionamiento social no es la mayor problemática a la que hará frente en las nuevas entregas del coach de Cuatro, sino que deberá centrarse en canalizar los traumas y la rabia de sus protagonistas: "Hay una parte básica de la psicología que dice que somos el cúmulo de nuestros traumas infantiles. Muchas veces, a parte de la falta de cariño o autoestima baja, es que no saben canalizar la agresividad, y en eso sí soy experto, es algo donde aporto valor aquí por mi pasado como boxeador".
Jerónimo García llega al programa con las ideas muy claras, buscando ayudar por encima de todo, dejándose la piel en ello, como así reconoce: "Soy de los que tengo miedo al miedo, intento ser valiente. El único miedo que puedo llegar a tener es, sobre todo, que no les ayude todo lo que podría. Lo voy a echar todo, y quien pone todo, quien lo da todo, está disculpado para todo, no hay excusa. Ese es mi carácter, mi forma de vida. Cuando decido hacer algo lo hago a muerte, a hierro. Me voy a dejar la vida, yo y mi equipo, que es maravilloso, y creo que todos juntos vamos a llegar a buen camino. Es un camino duro, arduo, espinoso, pero a la vez es maravilloso. No hay nada más placentero en la vida que ayudar a otro ser humano".
Así está viviendo los primeros programas de la temporada
La nueva tanda de episodios ya se está grabando, por lo que el coach ha podido dar algunas pinceladas de cómo se ha sentido: "Ya llevamos bastante grabando. Me siento reconfortado y recompensado. Todos los principios son duros, lógicamente, pero me he encontrado un equipo que me ha ayudado y abrigado mucho. Me ha llevado en volandas. Voy muy bien aleccionado por mi equipo y cada día me siento mejor y más importante en lo que hago. 'Hermano mayor' no es Jero García, hay mucha gente detrás. El trabajo que hacen ellos es maravilloso".
Al recordar casos para la entrevista, han sido tan emocionantes que no puede evitar que se le erice la piel: "Me vienen a la mente alguno de los casos y se me han puesto los pelos de gallina. Es distinto a lo que estaba haciendo en mi fundación, con trabajos distintos. Aquí lo bueno es que empatizas de una manera muy grande con tan poco tiempo. Pero cuando ves que niños que llevan 5 años sin hablar con su padre, o sin besar a su madre, niños agresivos... que luego se abrazan, se sientan, lloran, se miran... son momentos que nunca, jamás en la vida, se me olvidarán".
Una experiencia que no dista mucho de lo que esperaba encontrarse, pero "Es intensa en el tiempo. Vamos de caso en caso, rápido, y quieras o no realmente me ha sorprendido la capacidad de trabajo que tiene este equipo. Me he quedado alucinado. Son gente muy muy experta y, unido a la experiencia diferente que tengo yo de muchos años a otros niveles, hemos aunado experiencias y pronto veréis el resultado".