Risto Mejide ha querido profundizar en el apasionante mundo del cine con uno de los mayores representantes actuales en España: Álex de la Iglesia. El director ha pasado por el plató de 'Al rincón' para hablar de todo lo que rodea al mundo cinematográfico, de las comentadas galas de los Goya e incluso de la percepción que tiene de las críticas que reciben sus proyectos.
Su papel como director de la Academia del Cine, y su posterior marcha, ha sido uno de los puntos en los que Mejide ha querido ahondar. El director tiene claro que el motivo que propició su despedida fue el corto margen de actuación que tenía: "Me lo pasé muy bien. No me entendí y creí que lo mejor para todos era que lo dejara. Se pueden cambiar las cosas e intentarlo, otra cosa es que yo sea la persona adecuada. Antonio Resines ahora lo está haciendo muy bien".
"Se pueden cambiar las cosas e intentarlo, otra cosa es que yo sea la persona adecuada"
Si algo le caracteriza es su especial forma de entender el cine. El director sabe que la experiencia se gana con el tiempo y las películas son una buena forma de aprender: "Hacer películas es ir corrigiendo una tras otra. Trabajar, pensar y vivir es ir cometiendo una serie de errores e ir avanzando como puedes. Vivir es equivocarse, pero está bien. No soy un tío maltratado, me entiendo bien con la gente y me comunico medianamente bien".
Dos años al frente de la Academia del Cine
Su gran trayectoria le llevo hace apenas unos años a ser la cabeza visible de la Academia de las Artes Cinematográficas españolas. Álex de la Iglesia, sin embargo, no consiguió encontrar el hueco que él buscaba: "Me lo pasé muy bien. No me entendí y creí que lo mejor para todos era que lo dejara. Se pueden cambiar las cosas e intentarlo, otra cosa es que yo sea la persona adecuada. Antonio ahora lo está haciendo muy bien".
A pesar de esta percepción, con lo que sí está contento el director es con el esfuerzo que se está realizando en la gala de los Goya, un evento bastante criticado: "Estoy contento de las galas que hice. Hemos intentado todo y la gente no para de largar. Intentaba explicar que esto es un programa de televisión y no un lugar de reunión. Hay que conseguir el máximo de velocidad y de ritmo".
Un evento que, desde su punto de vista, ha intentado ya suficiente amoldarse al entorno televisivo que ocupa: "Todos hemos propuestos editarlas pero la gente se ofende y genera más problemas de lo contrario. Hemos también pensado en los micrófonos que se bajaban, pero fue lamentable. La gente quiere decir lo que quiere decir y si no lo hace se mosquea".
"Hay que conseguir en los Goya el máximo de velocidad y ritmo"
¿Qué hay detrás de los Goya?
Uno de los aspectos en que Álex de la Iglesia incluyó mayor énfasis fue en el proceso de elección y selección de los premios del cine, los Goya. El director quiso despejar todas las dudas que Mejide le traslado con relación a cómo se otorgaban los premios: "En absoluto los Goya están amañados. Nadie conoce los resultados hasta el momento de abrir el sobrecito".
Gracias a sus palabras los espectadores descubrieron que la confianza es un punto clave en todo este proceso: "Creo que todos los que votan las películas en los Goya han visto todos los proyectos. Confió en ellos. En el caso de los Oscar sí que estás obligado y tienes que ir a la sala. Aquí se supone que los has visto y se confía en tu criterio".
Las descargas y el doblaje
Como representante del mundo cinematográfico Alex de la Iglesia tiene una opinión muy forjada de la piratería. El propio director ha reconocido que él mismo ha descargado algún producto: "Todos hemos tenido esa debilidad, 'que alguien tire la primera descarga'. Hay un par de cosas que están claras. Las cosas han avanzado y muchas cosas se están cumpliendo, y la red no es un futuro, es un presente constante. Aclaramos una serie de cosas que se fundamentan ahora: no podemos hablar de oferta ilegal si no hay oferta legal".
"No podemos hablar de oferta ilegal si no hay oferta legal"
La crítica como parte indisoluble del cine
El director de cine Álex de la Iglesia tiene más que claro que trabajar en el cine y ser el mayor responsable de cara a los espectadores, obliga a asimilar determinadas cosas: "Valgo en este momento lo que vale la última película que he rodado y punto. Me parece justo valer eso porque es parte de las reglas del juego. Tengo que aceptar ser criticado porque es así".
A pesar de que las críticas son parte de su día a día, el director de cine reconoce que la situación se vuelve más inestable con el paso del tiempo: "Las críticas siempre duelen y no te acostumbras. Te importa la opinión de todo el mundo, vives con una intensidad asombrosa cada estreno, cuando sabes de qué va el tema es más difícil enfrentarse. Es imposible no enterarte, siempre hay alguien que te lo cuenta. Forma parte del negocio, no nos quejemos, hacemos lo que nos gusta".
El cine y su contexto en España
El arte cinematográfico se ha enfrentado a más de una barrera en España, que no tiene en otros países. Álex de la Iglesia, director de cine, ha reconocido que es todavía casi una asignatura pendiente: "Lo ideal es que esto funcionara por sí mismo y que entrara la inversión privada. Hay muchas películas que vienen de otros países y tienen una serie de ventajas a la hora de trabajar aquí. No tienes las mismas opciones, ya empezando por publicidad. No solo se distribuye una sola película, sino varias, que a lo mejor no son tan necesarias. Al hacerlo así hacen un poder evidente. En otros países se controla".
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Sin embargo, el director sigue apostando en sus películas por una comedia ácida, que busca la sorpresa y la diferencia: "En la comedia la gente también tiene una idea preconcebida, la comedia es algo que está por fuera de ahí la idea de superficial. En cambio el drama está más cerca del alma. La comedia te ataca directamente y para el drama sí que hay filtro, comienzas a ver correspondencia y te sientes también creador, en una comedia el gag te hace gracia, te ríes o no. Es como si accedieras a un espíritu interior y hay una especie de comunión. Hay una manera de hacerlo pero da miedo".