Una noche más los concursantes de 'Gran Hermano' pudieron disfrutar de una fiesta por todo lo alto, con alcohol incluido. La noche se presentaba de lo más divertida con la celebración al estilo argentino. El mate, las rosas y el tango que la organización les brindó para la ocasión, mezclados con la euforia de los concursantes, dieron pasó a la lucha de dos machos alfas por liderar la manada.
Ricky y Suso, amiguitos hasta que entre definitivamente Sofía de por medio, se dedicaron a exhibirse para demostrar cuál de los dos era el "campeón". Un colegueo que no ha pasado desapercibido a la audiencia que estuvo comentando este comportamiento en redes sociales (llego a ser el décimo tema en España).
Suso y Ricky en pleno baile// Foto: minutado GH
Solo portando los calzoncillos, los dos concursantes bailaron encima del mobiliario de la casa hasta que se agotaron y se trasladaron a continuar la charla al jacuzzi. Tal como recoge el minutado de GH, la competición "amistosa" entre ambos se prolongó durante varias horas ya que si uno bailaba o gritaba como si fuera un mono enfadado, el otro no iba a ser menos.
El jacuzzi fue el siguiente lugar en el que ambos dieron rienda suelta a su biblioteca de sonidos de la selva. El griterío desenfrenado y los golpes en el agua llegaron a confundir a algunos concursantes. Aritz, en una última "caza de brujas" en el dormitorio, comentó su confusión con los dos concursantes: "Cuando lo he escuchado, he pensado: 'la fiesta del primate' ".
La fiesta estuvo protagonizada en todo momento por los dos nuevos mejores amigos de la casa
Una fiesta muy comentada
La casa de Guadalix vivió una nueva fiesta entre gritos y critiqueos. El comportamiento de Suso y Ricky para llamar la atención no fue plato de buen gusto para sus compañeros, que comentaron en varias ocasiones lo poco que les agradaba todo lo que hacían y las bromas sexuales y sexistas que realizaban.
Marta decidió directamente decirle a Ricky basta. A la canaria no le gustó una broma que el recién llegado le hizo sobre sus pechos y que le estaba faltando el respeto tanto a ella como a su novio con ese desafortunado comentario: "Qué floten tus pechotes". Un conflicto que quedó rápidamente solucionado con la disculpa de Ricky.
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Respecto a este tema Aritz fue mucho más contundente. El vasco no se cortó y dijo ante las cámaras lo que pensaba: "A mí la gente así no me gusta. El chaval me cae bien, pero eso es una porquería". Incluso Marina, lejana a toda participación y polémica, dio su opinión: "A mí es que los babosos no me gustan nada".