'Gran Hermano: límite 48 horas' volvió a sorprender a la audiencia la noche del 27 de octubre. En esa noche, los concursantes tuvieron que desalojar la casa por un "falso" meteorito que los obligaba a recogerse en un búnker (la sala de juegos). Hasta la gala del jueves, los concursantes se encontrarán recluidos mientras la casa se prepara para la noche más terrorífica del año: Halloween.
Los participantes no tuvieron demasiado tiempo para coger sus maletas y correr a la sala de ocio. Aritz tuvo miedo por la falta de comida y cogió varias cajas de huevos en el último momento antes de que se cerrara la puerta de la sala por última vez. Más de uno se empezó a quejar y a prevenir sobre algunos de los inconvenientes que podría traer la convivencia en un sitio tan pequeño, tal y como el propio Vera señaló: "Como os tiréis un pedo aquí, vamos a flipar".Carolina cree que ella será la expulsada en 'Gran Hermano']
Los concursantes conocen los porcentajes de expulsión
Antes del desalojo, Ricky tuvo una oportunidad para abrir la caja que convertiría al concursante que logre hacerlo en finalista de la edición. Sus intentos fueron en vano, como los del resto de sus compañeros. Además, los concursantes pudieron ver los porcentajes ciegos de los nominados ante la expulsión de la semana: Carolina, Niedziela y Vera.
Hay alguien que destacó por encima de los demás con un 73,5%, frente al segundo con un 19,2% y un tercero con un 7,3%. Carolina se dio por aludida como la firme candidata a ser expulsada: "Es brutal. Yo no he hecho nada malo".
Quique deja de luchar por la repesca en la casa
Quique dejó de luchar por la repesca
La otra tarea pendiente del programa es la de la repesca. La misma comenzó el jueves 22 de octubre con Maite, Muti, Raquel y Enrique. El domingo se descubrió que Muti dejaba de optar a volver a entrar en la casa. El martes, Quique descubrió que corría la misma suerte que el sevillano con un 9,2%, frente al 2,9% de la opción de que nadie entre en la casa y el 42,9% y el 45% de las dos restantes.
Una vez solas, Raquel y Maite pudieron entrar en la casa, una vez que los concursantes ya estaban encerrados en la sala de juegos, para asaltar la cocina y la despensa de Guadalix de la Sierra. Una vez de vuelta, descubrieron que sus porcentajes para entrar se encontraban muy igualados, 50,6% frente al 49,4%.