Halloween no solo llevó sustos y muertos vivientes a la decimosexta edición de 'Gran Hermano'. En la gala del pasado jueves 29 de octubre, tras la expulsión de Carolina se decidió que Raquel se convertiría en la concursante resecada después de haber sido la tercera expulsada del reality de Telecinco. Como era de esperar, ni a Sofía ni a Marta les hizo una pizca de gracia mientras que Amanda y Suso celebraron su entrada.
Precisamente el catalán fue al que más le costó asumir volver a ver a su compañera. Tras unas semanas en las que ha estado muy tranquilo y ha conseguido arreglar las cosas con la hija de Maite, la repesca de la cacereña hace peligrar su estabilidad. "Me han metido una bomba aquí", se sinceraba Suso con los chicos. Poco le duró el desconcierto y no pudo evitar expresar sus deseos cuando sus compañeros le dijeron que la audiencia había elegido a Raquel por el morbo. "Pues si quieren morbo, lo van a tener", añadió Suso entre risas.
Tras las celebraciones, Raquel y Suso pudieron conversar tranquilamente, momento que él aprovechó para confesarle que ya estaba bien con Sofía pero que creía que ella seguía enamorada de él. La extremeña abrió su corazón para reconocerle que lo había pasado mal fuera ante la posibilidad de que volviera a liar con la pamplonica dejándole claro que ella le había sido fiel las semanas que habían estado separados: "Si soy tan clara contigo, es por mis sentimientos".
Reencuentro entre Suso y Raquel
Suso: "Menuda la que me han liado aquí"
La relación de la parejitas corre peligro pues Suso ha caído en la nominación junto con Marina, Amanda, Vera y Ricky. El catalán comentó con el vasco que quizás la entrada de la fisioterapeuta podría beneficiarle: "Me ha dicho que es imposible que salga yo". El vasco opinó que es posible que tuviera muchas niñas fuera apoyándole en el reality, por lo que Suso realizó un llamamiento a todos los padres de España: "Recargad el móvil a vuestras hijas".
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El bombazo llegó mas tarde. "Menuda la que me han liado aquí... ¡con lo tranquilo que estaba yo! Ha entrado a saco a por mí", comentó Suso a Vera, para acabar confesándole algo que cambiará el rumbo de la convivencia: "Yo ya he pedido una hora sin cámaras, pero no digas nada"