Una de las novedades de la edición de 'Big Brother México' fue la posibilidad de que Lizfanny ('Gran Hermano 10', Paula González ('Gran Hermano 15') y Noemí Merino ('Gran Hermano 12+1') entraran en la casa del país norteamericano. Con Paula como ganadora comenzó su andadura dentro de una casa externa llamada "Saferoom" donde fue citándose con todos los chicos de 'Big Brother México'. Tras acercarse con besos y tocamientos a varios de ellos durante las citas, Paula se quedó prendada finalmente de uno de los chicos: El Chile.
Tras su entrada, para sorpresa de los habitantes de la casa, la química volvió a surgir entre El Chile y Paula. Y no han podido separarse desde entonces. Ya han llegado a dormir juntos muy acaramelados y ambos han comenzado a tener sentimientos el uno por el otro en poco más de 24 horas desde su entrada en la casa. La parejita no consigue separarse y los besos, caricias y miradas están a la orden del día dentro de la versión mexicana de 'Gran Hermano'.
El Chile, de apellido Sfitler, fue uno de los tres preseleccionados en las redes sociales para convertirse en el concursante número 15 de la casa de 'Big Brother México'. Tras unos días encerrados en una casa externa a la principal, el elegido para entrar en la casa fue Andrew. Tras la decisión, El Chile se puso a llorar delante de las cámaras puesto que entrar en la casa era algo que ansiaba mucho. A pesar de todo, en la casa principal se expulsó al infiltrado Dan lo que hizo que El Chile pudiera entrar en la casa junto a Andrew, quien lo recibió con los brazos abiertos.
Paula y El Chile no se separan ni un segundo
La primera cita de Paula con El Chile en el "Saferoom"
Precisamente la cita con El Chile fue la última que tuvo en la casa secundaria con los chicos que componen la actual edición de 'Big Brother México'. Tras todas las citas, Paula afirmó que fue el chico con el que mejor había congeniado de todos y las chispas saltaron entre los dos.
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Eduardo, nombre real del mexicano, empezó rápidamente el tonteo con la rubia. Sin dudarlo, trasladaron la cena de la mesa a la cama, donde continuaron con el vino y los juegos. Muy atrevido, Chile le propuso un juego parecido al de "Atrevimiento o verdad" pero cambiando los conceptos por "Beso o beso". Finalmente la tensión ganó y ambos se fundieron en un apasionado beso.