Schneider ha confesado que Williams sufría demasiado por la enfermedad con la que estaba luchando, la DCL o demencia de cuerpos de Lewy: "Experimentó ataques de ansiedad que lo paralizaban". De hecho, fruto de todo esto, Williams era incapaz de llevar una vida normal. "Un día, no calculó bien con una puerta y se golpeó en la cabeza", afirma.

La situación de Williams empeoraba por momentos y los médicos no consiguieron averiguar qué era realmente lo que le estaba sucediendo: "En ese momento su equipo de médicos no pudieron certificar exactamente que le pasaba. Solo lo han averiguado en la autopsia".
Una lucha muy difícil
Susan Schneider, viuda de Robin Williams, no ha conseguido superar la pérdida de su marido. De hecho, este último año ha sido muy complicado por la incertidumbre que tenía: "He empleado el último año intentando encontrar qué es lo que le había matado. El médico dijo 'Robin era muy consciente de que él estaba perdiendo la cabeza y no hay nada que él pueda hacer con eso'".
A pesar de todo el sufrimiento, la viuda quiere que su experiencia pueda servir de ejemplo a otros pacientes: "Fue un caso único y ruego a Dios que pueda aportar algo de luz a las millones de personas que sufren esta enfermedad y a toda la gente que los quieren y que están sufriendo por ellas. Debido a que nosotros no lo sabíamos, él no lo sabía".