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Sobrecogedor es la palabra para describir el episodio que nos deja The Leftovers esta semana, centrado en el matrimonio Jamison. Perotta y Lindelof han conseguido plasmar el sufrimiento que el reverendo Matthew lleva consigo y la fe que le hace seguir adelante.
Un capítulo hecho especialmente para los seguidores de 'Perdidos' y de Lindelof en general: el reverendo Matt demuestra ser un hombre de fe hasta el final, con más de un guiño a aquel John Locke que tras estrellarse en el 815 de Oceanic fue capaz de volver a andar hace ya más de quince años.Vegetativa y embarazada
Jamison sale de Miracle para llevar a Mary a un reconocimiento médico en Austin. Como ya sabemos, su esposa quedó en estado vegetativo en el mismo momento en que se produjo la Ascensión, más de tres años atrás. No ha despertado en ningún momento, a excepción de la misma noche en la que ambos llegaron a Miracle. En ese momento hablaron durante horas e incluso mantuvieron relaciones. Mary no ha vuelto a despertar desde entonces.
En el chequeo, Matthew recibe la noticia de que Mary está embarazada. Huelga decir que la similitud con la virgen María es más que obvia. El médico se muestra escéptico con respecto a ello, pero Matt está más que feliz: antes de la Ascensión no eran capaces de tener un solo hijo por más que lo intentasen.
Sin embargo, de vuelta a Miracle, el reverendo hace una parada con el coche para ayudar a un hombre al que se le ha estropeado el motor: éste le roba el coche y la pulsera de la ciudad, el único pase para poder acceder a ella.
Intentando volver a entrar
Tras una mano rota y varios kilómetros por carretera empujando a su mujer en silla de ruedas, Matthew llega a la entrada de Miracle, convertida desde hace tiempo en campamento hippie-gitano-chatarrero-festivalero. Tras rogar de mil maneras, a los Jamison se les permite volver a entrar a la ciudad, pero sólo para tramitar nuevas pulseras.
Sólo pueden recuperar la pulsera si algún residente de más de seis meses de antigüedad les avala. Aquí es donde entra en juego John Murphy. Es un personaje difícil de querer y al que se le quiere dar algo de misterio. El caso es que tras la desaparición de su hija Evie, John no está muy por la labor y no se cree lo del embarazo de Mary. Total, que el reverendo y su esposa se vuelven a quedar en la calle.
Dale fuerte y grita "Brian"
Matthew conoce en el campamento a un drogadicto que promete entrada a la ciudad por mil dólares. Como sólo lleva cuatrocientos dólares encima, pide los seiscientos restantes en la "iglesia" (si se le puede llamar así) del campamento. La lleva una mujer con poca pinta de religiosa y que tiene un hijo gordo bastante mugriento pasando la treintena.
Ésta le promete el dinero si Matt azota lo más fuerte posible a su hijo (no sabemos realmente si es su hijo, pensemos que sí) con un remo. No sólo eso, sino que además tiene que gritar "Brian" a pleno pulmón. Sí, todo muy what-the-heck. Obviamente, se forma rápidamente un corrillo de patio de colegio alrededor para presenciar cómo Jamison, que al principio no quiere hacerle daño, pierde la paciencia y rompe el remo en la espalda del gordo.
Ya con su dinero, el drogadicto le lleva por su camino secreto. Resulta ser un conducto de cloacas que además de no poder entrar en Miracle, le hace perder mil dólares y la silla de ruedas de Mary.
Entrada forzosa a Miracle
Ya de noche, Nora Durst hace aparición en el campamento para salvar a su santo hermano. Ha dado una falsa alarma y los guardias han bajado la guardia (valga la redundancia). Los Jamison se meten en el maletero del coche de Kevin y Nora para volver a su casa de una vez por todas.
Dentro de Miracle se encuentran el coche robado de Matt: el ladrón se la ha pegado y se ha matado nada más entrar a la ciudad. ¿Karma? Tal vez. Una sutil manera de reflejar el bien y el mal y sus consecuencias.
Cuando el reverendo recupera su pulsera de la mano del cadáver, ve al hijo pequeño del ladrón, que sigue vivo y asustado. Al ver a la criatura, a Matthew se le rompe el corazón y decide seguir haciendo el bien y darle al niño un hogar. Durante el capítulo, no perdía la esperanza pero sí que ha hecho progresivamente cosas más moralmente incorrectas, a falta de resultados de las que sí lo son.
Arrepentido
Después de dejar al crío con John Murphy para que le consiga un hogar y a su esposa Mary con su hermana Nora para que la cuide en su ausencia, Matthew Jamison vuelve al campamento. Ha tenido una revelación y ha decidido que debe pagar su penitencia para que la suerte le sonría más adelante. Un sentimiento difícil de explicar.
En el tejado de una caravana del campamento hay un hombre desnudo atrapado en un cepo medieval al que la gente grita y lanza comida y otros hardware. En el cepo se puede leer "Repent" (arrepentido). Durante el episodio, Matt se interesa varias veces por él y pide que lo liberen. Sólo será liberado si otro ocupa su lugar por voluntad propia.
Tras todo lo acontecido en esas 24 horas, Matt está preparado para sustituirle. Se desnuda y con la cabeza alta, sabiendo que está haciendo lo correcto y va a redimirse, toma su lugar en el cepo medieval como el Señor le trajo al mundo.