Tras los cliffhangers de los dos anteriores episodios, el quinto capítulo de 'American Horror Story: Hotel', titulado "Room Service", nos muestra a unas Alex (Chloë Sevigny) e Iris (Kathy Bates) ya convertidas en vampiras y todas las consecuencias que ello conlleva.
Parece que la transformación no ha servido para mejorar el estado de ánimo de Alex, que sigue igual de anodina o más que antes. A ello hay que sumarle un aspecto aún más enfermizo, con su piel blanquecina y sus ojos irritados. Todavía traumada por todo lo sucedido con su hijo, el caso del hijo con sarampión de la camarera de 'Twin Peaks' antivacunas le toca la fibra y no se puede permitir que otra madre pierda a su hijo. Para evitarle el dolor, la doctora decide darle al pequeño inmortalidad con su sangre. ¡La que ha liado!
Los pequeños vampiros
Max, totalmente recuperado, recibe el alta rápidamente, creando un peligro en potencia con sed de sangre por las calles de California. Incapaz de controlar sus impulsos, las primeras víctimas en caer son sus padres. La masacre continúa en el colegio, donde están celebrando Halloween, donde los niños, convertidos en vampiros y capitaneados por Max, acaban con todos los profesores. Ante la policía, las criaturas fingen haber sido víctimas de un secuestro: estos vampiros son potencialmente más peligrosos que cualquier otro ser aparecido en 'American Horror Story' y parecen dispuestos a sembrar el caos.
Alex junto a su hijo Holden
Por otro lado tenemos a Iris, también convertida, que debido a la devoción hacia su hijo se ve obligada a formar parte del plan de venganza de Donovan (Matt Bomer) y Ramona Royale (Angela Bassett) contra la Condesa (Lady Gaga). La recepcionista del hotel Cortez tiene que conseguir que el personaje de Gaga no descubra su nueva condición, para ello parece contar con Liz Taylor (Denis O'Hare), de quien en "Room Service" hemos descubierto su historia.
La historia de Liz Taylor con el Cortez se remonta hasta 1984, cuando casado y con un hijo, Nick Pryor era un hombre de negocios que debido a su trabajo viajaba mucho. Durante un viaje a Los Angeles se hospedó en el Cortez. Con una historia que recuerda demasiado a la de Maura en 'Transparent', aprovechaba esos viajes para transformarse en mujer. Una noche se encontró a la Condesa, quien le ayudó a forjar su nueva identidad y convertirse en Liz Taylor.
Las primeras víctimas de Iris
El Cortez también ha recibido la visita de dos hipsters autodenominados "influencers" que sólo han servido para sacar de quicio a una Iris con necesidades de sangre. Bastante predecible su muerte, con sacacorchos de por medio.
Alex junto a su hijo Holden, ante la atenta mirada de la Condesa
La Condesa y Tristan (Finn Wittrock), homenajeando a "Drácula de Bram Stoker" con sus disfraces, parecen haber notado algo raro en Iris, por lo que su plan junto a Dono y Ramona parece tambalearse.
John Lowe (Wes Bentley) ha contado con pocas escenas en el episodio, pero es crucial en su trama. El agente ha sido suspendido del trabajo debido a que esta siendo consumido por el Cortez. Relatar todo lo vivido en el hotel, incluida una cena con un grupo de asesinos ya muertos, sólo le ha servido para firmar su despido, tras ser tachado de loco y paranoico. Ya en el Cortez, y algo desmemoriado, parece que ha caído en las redes de una perturbada Sally (Sarah Paulson). John cada vez está más perdido.
La Condesa (Lady Gaga) acompaña a Holden
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Un hotel sin rumbo
Poco a poco 'American Horror Story: Hotel' va ahondando en sus personajes, pero el principal problema es el extenso reparto y la cantidad de tramas secundarias abiertas que restan minutos a los personajes protagonistas. Ya hemos visto cinco episodios y la serie sigue sin soltar prenda sobre qué rumbo tomará, a diferencia de anteriores temporadas.