Tito Valverde
El actor reconoce en esta entrevista que ha tenido que llamar a todas las puertas para poder trabajar y que incluso llegó a intentarlo en 'Barrio Sésamo'. El intérprete se muestra muy agradecido por el premio MiM Series porque reconoce que "es un reconocimiento y un espaldarazo a tu carrera profesional". Tras su participación en la serie 'Sin Identidad', Tito Valverde realiza un balance de su carrera y desvela algunos secretos y curiosidades de sus trabajos más destacados en la pequeña pantalla: "Al principio 'El Comisario' se llamaba 'Historias del cuerpo' y era cómica. Se utilizaba la comisaría y la policía como justificación para hacer un auténtico disparate", desvela Tito.
Recibes el Premio Especial MIM Series a la contribución Artística en la ficción televisiva. ¿Qué se siente al recibir un premio a toda una carrera en televisión?
Siempre que te dan un premio es agradable. Luego depende de la transcendencia y de quién te dé el premio lo hará que el galardón acabe teniendo más importancia o menos. Un premio quiere decir que alguien ha tenido un criterio, por supuesto bueno (bromeando), de pensar en ti para darte ese reconocimiento. Además hay muchos actores en el panorama televisivo aunque no demasiados con una larga trayectoria en el medio. Mi carrera televisiva ha igualado a la teatral en cuanto a tiempo. En cuanto a transcendencia, por supuesto mucho más en la televisión. En los últimos años, afortunadamente, gracias a los diez años en 'El Comisario' más 'Todos los hombres sois iguales' más 'Pepa y Pepe' que son series que impactaron, pues he tenido mucha vida personal delante de las cámaras de televisión. He estado muchos años trabajando para televisión. Es una satisfacción que alguien haya pensado en ti porque creen que te lo mereces y es agradable. Es un reconocimiento y un espaldarazo a tu carrera profesional.
Has estados dos veces nominado a los premios Goya (y conseguido uno en 1993 por "Sombras en una batalla"). ¿Se trata del primer premio que recibes por tus interpretaciones en televisión a toda una carrera?
Sí. Es la primera vez que recibo un premio así dedicado a mi trayectoria profesional.
"Antes la gente del cine miraba la televisión a distancia y con cierto aire de superioridad. Ahora esa gente ha tenido que retractarse"
Cada vez proliferan más los festivales de series gracias a que las ficciones van ganado reconocimiento y distinción para ponerse al nivel de las películas cinematográficas. ¿A qué crees que se debe esta evolución en el mercado?
La televisión es gratuita y eso es importante. Si se tuviera que pagar por un programa, habría que ver cuántos acabarían viendo un programa u otro. Hay algunos a los que les gusta mucho la calle pero hay muchísima gente a la que no le gusta salir tanto y prefiere estar en casa. Hay una gran diferencia entre ver algo sentado en tu casa tranquilamente que realizar un visionado en una pantalla grande. Son cosas totalmente distintas. El hecho de ver algo en pantalla grande junto con la gente es diferente, es un protocolo totalmente diferente (y no incluyo el show de las palomitas o anteriormente con las pipas que ahora ya no se pueden comer en el cine). Cuando hay una película de estreno y tiene interés acaba rompiendo la taquilla, ahora bien por mucha pantalla que tengan los americanos la pantalla dominante es la de la televisión. Se llega a muchos hogares con una gran repercusión. No se puede comparar la televisión con el cine.
¿Entonces la televisión predomina sobre el cine?
Lo que sí que es cierto es que la televisión quiere parecerse cada vez más al cine; porque el cine tiene magia y la televisión no tanto. Por eso, últimamente las series son más "vistosas" porque ahora si hay un director de fotografía que antes hacía cine y que está ahora trabajando en televisión. Antes la televisión era un recurso secundario y la gente del cine lo miraba a distancia y con cierto aire de superioridad. Toda esa gente ha tenido que retractarse y tener que trabajar en televisión porque la televisión acaba dando más trabajo.
Tito Valverde en 'Todos los hombres sois iguales'
Como espectador, ¿eres más de series de televisión o de cine?
A mí me gusta más la gran pantalla que la pequeña. Creo que el cine es el séptimo arte, la televisión no sé qué lugar ocupa. Hacer una televisión es un arte, eso sí. A la gente le gusta que parezca cine y no que parezca tele por los colores, los decorados y los exteriores, entre otras cosas. Antes la televisión se hacía con un solo decorado y unas luces muy discretas. Uno de los éxitos de 'El Comisario' puede ser que se enfocara más en cine: los planos, los movimientos de cámara, las luces, exteriores... Y a pesar de que eran tres cámaras se grababa prácticamente como si fuera una. Al fin y al cabo, somos los mismos los que estamos en un medio y en otro. Cuando era joven decía que la televisión era como la comida rápida y el cine el manjar. Últimamente ya no es así, ya tiene su mesita y su menú diario con mantelito; se va pareciendo cada día más a la alta cocina.
Imagino que a nivel de ingresos es más rentable actuar en televisión
No cobra lo mismo un jugador de baloncesto que un futbolista. Hay una diferencia importante. Una cancha de baloncesto tiene una capacidad reducida, al igual que la de un teatro. Como tú pidas una entrada de precio elevado en el cine o en el teatro pues no va nadie. A nivel de ingresos, siempre es mucho más rentable trabajar en televisión.
"Es lícito reciclar ideas, pero se ve que hay una carencia de imaginación"
Llevas en la televisión desde el año 82 que empezaste con 'Ramón y Cajal'. Al principio tenías papeles mucho más cómicos y en los últimos años parecen papeles mucho más serios. ¿Con qué disfrutas más?
Es cuestión de uno mismo. Yo he hecho todo lo que me han dado. He trabajado por dos razones: por dinero y por el papel. Si el papel es bueno, entonces el dinero es más secundario. Si es papel es malo, el dinero es fundamental. Si no hay dinero en ningún sitio pues se trabaja menos. He ido a buscar trabajo a todos los sitios, hice incluso pruebas para 'Barrio Sésamo'. Me enteraba de todo lo que había y yo iba con una foto en mi brazo a recorrer mundo. Todas las puertas estaban cerradas y te decían: "¿De parte de quién? Deja una foto ahí chaval...". A veces ni te recibían. 'Pepa y Pepe' era un melodrama y mezclaba ambas cosas. Luego llegaría la gamberrada de 'Todos los hombres sois iguales'. Me encuentro más cómodo haciendo el gamberro porque a la larga te crea una situación más agradable hasta de convivir contigo. Cuando vas a ver una película triste, de tensión o de miedo sales con la pena puesta. Si vas a ver una película alegre, una comedia, entonces sales muy optimista. La pena está bien tenerla un ratito pero vivir con ella durante todos los capítulos se hace muy pesado. Es mejor reírse que llorar. La vida te da demasiadas penas, y alegrías pocas, por eso hay que buscarlas en las ficciones. La gente te coge más cariño si la haces reír.
¿Qué consejo darías a los que quieren dedicarse a esto?
Cuando me preguntan cuál sería tu consejo a las futuras promesas siempre contesto que intenten tener un oficio antes de dedicarse a esto. Es verdad que si te dedicas a otras cosas a lo mejor no lo pruebas y pierdes la oportunidad. Para dedicarte a este oficio hay que ser un inconsciente y estar un poco loco. Con la edad es más difícil que arriesgues todo y te dediques a este mundo. Cuando te apetezca hacerlo, comprueba si funciona y adelante.
En el año 91 estuviste en 'La huella del crimen 2' con el crimen del expreso de Andalucía en la que se recreaban diversos casos criminalísticos, ¿qué recuerdas de ello?
Realmente fue como una película y se rodó como tal. Además dirigido por un director de cine maravilloso llamado Imanol Uribe. Es un trabajo distinto porque recuerdo que hacía de un personaje homosexual reprimido con un noviete, Enrique San Francisco. Era una actitud distinta. Me gustó mucho hacerlo y estoy realmente satisfecho de ese trabajo.
Tito Valverde en 'Pepa y Pepe'
La 1 está preparando la serie 'El Caso: crónica de sucesos' en la que se investigará en cada episodio un crimen que fue portada de la revista. Es una idea que se desarrolla de nuevo a través de esta serie. ¿Qué opinas de las series que se reinventan (remakes)? ¿Es lícito reciclar ideas?
Lícito es, el reciclar ideas, pero se ve que hay carencia de imaginación. Lo que pasa es que cuando pillas una idea estupenda puede dar mucho de sí. Casi siempre que hay un remake o una secuela te das cuenta de que no es lo mismo. La novedad es la tecnología punta que le da otro aire.
Además, protagonizaste una de las series más míticas que te catapultarían a la fama, 'Todos los hombres sois iguales' que continuaba las historias ocurridas en la película homónima
"Todos los hombres sois iguales" fue un guión de Joaquín Oristell, Yolanda García Serrano, Juan Luis Iborra y Manuel Gómez Pereira. Y la verdad es que les salió un guión muy moderno y actual. Yo creo que es una de las comedias que mejor reflejan la sociedad y que ha gustado a todo el mundo. Tenía un humor normal, no burdo ni chabacano. En esa película colaboré con una secuencia al principio en un avión con Kiti Mánver. Luego el productor decidió convertirla en serie y me llamó para hacer el papel.
"TVE quiso imponer un reparto para 'Pepa y Pepe' con caras conocidas como Pepe Sacristán o Antonio Resines"
¿Por qué termino la serie si seguía registrando unos decentes datos de audiencia?
La serie terminó porque ya no había más guiones. Los guionistas no eran capaces de crear más tramas. Estuvieron sacando muchas cosas y acabó un poco denigrándose. El jefe de los guionistas, Oristell, tuvo un compromiso en México y cuando abandonó el tren habiendo sido la mano visible de la estrella de los guionistas pues la serie se fue apagando un poco y se acabó terminando. A veces las cosas se acaban por agotamiento pero no por falta de espectadores. Así como 'El comisario' era distinto porque tenía vida ya que se podían crear muchos casos. También fue un poco por interés económico de la cadena o que le interesara a la cadena en pos de otros productos que le daban más dinero.
Te hiciste muy conocido gracias a tu personaje Pepe en 'Pepa y Pepe', ¿Qué recuerdas de esa época? ¿Cómo te llegó ese papel?
Yo había hecho mi primer película, "La guerra de papá" con María Ramos en donde coincidí con Veronica Forqué. Ahí tuve mi primer contacto con la familia Forqué. Luego vino 'Ramón y Cajal' al hilo de eso. Estábamos doblando alguna secuencia que no había quedado del todo bien en cuanto a sonido y Verónica me contó que habían pensado, ella y su chico, en hacer 'Pepa y Pepe' queriendo que yo interpretara al protagonista. Al poco tiempo me dijo que lo sentía pero que TVE quería imponer un reparto con Pepe Sacristán o Antonio Resines, siendo el primero el finalmente elegido. Yo era muy desconocido y ellos querían a dos personas ya famosas para encabezar el reparto. Fue un cruce de caminos porque a Pepe Sacristán le ofrecieron la serie '¿Quién da la vez?' porque esa serie había sido escrita en un primer momento para Alfredo Landa que rechazó finalmente protagonizar. Tras la marcha de Pepe a Antena 3, se quedó la vacante libre y porque la cadena se quedaba sin tiempo acabó aceptando que yo participara en ella. Al fin y al cabo que se abandonen proyectos está a la orden de día en infinidad de series y películas. A partir de ahí mi vida cambió bastante sobre todo a nivel de televisión. Gracias a esas series tuve más ofertas después.
Tito Valverde en 'El comisario'
Al principio se te conocía como Fernando Valverde, ¿por qué te cambiaste el nombre a Tito?
Lo cambié porque por Fernando no me conocía nadie de mi familia. Me empeñé en Fernando y lo acabé cambiando con 'El Comisario'. Me parecía un poco de revista lo de Tito y al final como todo el mundo me llamaba así me lo cambié. Al fin y al cabo me costaba darme cuenta de que era yo cuando me llamaban por Fernando. No quise luchar contra corriente al ver que todo el mundo me llamaba así.
Quizás la serie más importante en tu carrera podría ser 'El comisario' por haber estado 11 años al frente. En un principio la serie estaba pensada para seguir el éxito de 'Todos los hombres sois iguales' en cuanto a comicidad pero dio un giro radical con el género policíaco. 'Las calles de San Fernando' era su nombre al comienzo. ¿Qué hizo que todo cambiara?
Pasamos de comedia pura y dura con 'Pepa y Pepe' y 'Todos los hombres sois iguales' donde me divertí mucho y el mismo productor, César Benítez, me ofreció 'El comisario'. Tuvo varios nombres la serie y sufrió muchas remodelaciones. César me dijo "Tengo una serie para ti" y me leí el guión. Se llamaba 'Historias del cuerpo', mostrando la parte cómica de la serie y acabó cambiándose a 'Las calles de San Fernando'. Llegamos a grabar dos capítulos y medio de la serie como comedia. Me encantaría que se retomara algún día y que se viera cómo era la serie. Se utilizaba la comisaría y la policía como justificación para hacer un auténtico disparate. En el primer capítulo había una cabra que robaba en los mercadillos por lo que era detenida y llevada a comisaría; era un completo disparate. Además el primer capítulo fue como rodar un largometraje, veinte días de rodaje con exteriores, estuvimos en Ávila, en la escuela general de policía... Ya a la mitad del tercer capítulo, en el secuestro de un autobús, se paró. César, el productor, viendo la proyección, se fijó en una pareja en un coche de policías y dijo "Esto es lo que vamos a hacer". A partir de ahí dejamos de utilizar una comisaría como excusa para hacer comedia para empezar en serio y retomarlo de la manera en la que es conocida hoy en día.
"Con 'El Comisario' nos fuimos despacio y por la puerta de atrás. Era una serie muy cara. La acabamos sin acabar, nadie sabía que eso era el final"
Si te ofrecieran otra serie de larga duración, ¿aceptarías?
A mí me ofrecen ahora una serie de 10 años y diría que no, porque te condiciona mucho la vida. Eso lo haces cuando tienes ganas y necesidad; lógicamente hay condiciones dependiendo de si el papel es maravilloso y otras variantes. Una serie es un trabajo continuo y permanente en el que acabas viviendo por y para el trabajo. Nunca acabas de estudiar a un personaje, de conocerlo a fondo. Cuando estás haciendo una serie te tienes que olvidar de cualquier otra actividad como leer un libro. Vives íntegramente con el guión que te acompaña a todos los sitios. Hay momentos en los que hay que tener otra vida y disfrutarla.
¿Crees que 'El comisario' tuvo el final que se merecía?
Cuando se acabó la serie realmente no sabíamos que era el final. La forma de actuar de Telecinco con la productora era emitir la temporada, ver los resultados y decir "¡Adelante con una más!". La cosa se quedó en que en vez de encargarnos 13 capítulos como siempre nos pedían más y nos alargaban hasta los 16. Tras esto, nadie habló de renovar. Nos fuimos despacio y por la puerta de atrás. Creo que estaba clara la situación, 'El comisario' era una serie muy cara porque eran dos semanas de grabación con mucha gente, muchos medios y hay muchos otros productos que son mucho más barato. Todo el mundo puede ver que Mediaset se inclina más hacia un tipo de emisión a pesar de que ahora parece que está volviendo otra vez a las series como con 'El Príncipe'. Las hay más caras y las hay más baratas. Y ahora son más baratas que antes porque con la crisis, los cachés han bajado bastante y quizás por eso es posible abordar las series históricas con esos vestuarios y con decorados más caros. Acabó 'El Comisario' y por una parte estaba bien terminarlo tras tanto tiempo; era algo que lo hablábamos entre los compañeros. Además, cuando se marchó César Benítez, vinieron otros productores que intentaron enfocarlo de otra manera distinta para ahorrar más. No había el mismo ambiente en el trabajo. La acabamos sin acabar, nadie sabía que eso era el final.
Tito Valverde en 'Víctor Ros'
Se publicó oficialmente que por el 25 aniversario de Mediaset España, el comisario Castilla realizaría un cameo en la serie 'El Príncipe', que aún tiene una tanda de capítulos por emitir. ¿Cómo fue la experiencia de retomar ese papel? ¿Qué es lo que va a hacer el comisario Castilla allí?
La serie de 'El Príncipe' tiene el mismo equipo de producción que 'El Comisario'. Ellos querían que saliera 'El comisario' porque he estado en Telecinco durante muchísimos años. La trama consiste en que los Reyes asisten a un congreso con Marruecos en Granada. Allí, el equipo de 'El Príncipe' se entera de que hay amenaza de atentado y acuden a salvar la situación. Yo aparezco como el jefe de seguridad de la familia real. Cuando coincido con Coronado en pantalla, le explico que me llamaron de la Casa Real cuando dejé el alto puesto de la comisaría. Además también aparecerá Charlie (Juanjo Artero) que anuncia que es el comisario de Granada. Aparecemos en dos capítulos, el antepenúltimo y el penúltimo. Los verdaderos protagonistas son los de 'El Príncipe'.
En series como 'Velvet' o 'Víctor Ros', tus personajes han acabado falleciendo (incluso en 'Sin identidad'). ¿No te da pena dedicar tiempo a un personaje y crearlo para que luego te acaben matando?
Es verdad que cuando creas un personaje necesitas un tiempo para comenzar a sentirte cómodo. Vas a trabajar más cómodo. Me pasó con "El bosque animado" que al cabo de quince días el rodaje ya se estaba acabando... Empiezas a conocer al equipo, al director de fotografía, al de cámara y comienzan a ser amigos tuyos. Cuando a mí me llaman para trabajar ya me cuentan el proyecto y me hablan de un capítulo en concreto por lo que me lo preparo como si fuera un largometraje. A la gente le chocó mucho mi muerte en 'Velvet' porque todo el mundo me veía en las promociones pero yo ya sabía qué recorrido tenía y que tenía un fin marcado. Además vemos la serie, a mi mujer le gusta mucho, y de vez en cuando se hace referencia a Don Rafael y me han llamado un par de veces para leer un par de cartas que mi personaje dejó escritas. Con 'Victor Ros' por ejemplo hay rumores de que se quiere retomar la serie, aunque a mí no me afecta porque estoy muerto al fin y al cabo.
"Los cachés han bajado bastante y quizás por eso es posible abordar las series históricas con esos vestuarios y con decorados más caros"
En 'Sin identidad' salieron muchos actores de la serie en su segunda temporada...
Lo malo de que empieces una serie con ilusión es que un personaje fijo sea matado al principio como ha pasado en 'Sin identidad' con algunos compañeros porque decidieron centrar las tramas y prescindir de algunos de ellos. Estábamos todos muy contentos por haber renovado y te enteras de que tu personaje se queda fuera y eso fastidia porque hay compañeros que siguen y tú no.
Tu última serie ha sido 'Sin identidad', en donde interpretabas al señor Vergel. ¿Sabías en todo momento que serías el más malo de todos?
Es curioso ese personaje porque como siempre pasa, la gente se piensa que los malos son los demás y no uno mismo. No lo justifico pero yo quería darle cierta humanidad a mi personaje. Era un canalla sin escrúpulos pero él no tenía malas intenciones de hacer daño a nadie. Al fin y al cabo Megan Montaner es hija de Victoria Abril junto a Verónica Sánchez, Amparo. Yo le decía en broma a Megan sobre su personaje que se estaba poniendo muy pesadita. Tu madre no tiene ni oficio ni beneficio, una prostituta de un pueblo de Jaén, alcohólica y tirada. Tuvo dos niñas con un claro futuro en la prostitución. Cojo a una, la saco de allí, se la coloco a mi hermana con una buena educación, carrera y todo. Después a los 27 años decide que quiere buscar a su madre y decide hacerme la vida imposible. Además, el negocio de los niños se quedó en el pasado ya que tengo mi negocio y no tengo necesidad ninguna de volver con el pasado. Pero claro, empieza a escarbar en la porquería sin ningún tipo de principios con Amparito queriendo envenenarme y la otra y el juez tenían una perra conmigo... Solo quería que me dejasen en paz. Me acabaron calentando y yo me defendí. Me defendía simplemente porque allí no se libraba nadie.
¿Qué temporada te gustó más?
La segunda temporada fue mucho más interesante desde mi punto de vista. Además, mi personaje creció. Apostaron por él y se convirtió en un personaje muy potente y tuve la suerte de interpretarlo. Estoy muy contento con la segunda temporada, con la primera regular. Me miraba al espejo con ese pelo negro que me ponían para quitarme años y parecía el típico que habla de cotilleos de abogados y cosas así. Me encontraba muy raro y no me encontré a gusto. En la segunda parte con mi bigote ya sentía que todo funcionaba. Hay secuencias con las que yo iba a trabajar y decía: "Me encuentro a gusto".
Tito Valverde en 'Velvet'
Además era una serie en la que se apostaba mucho por los exteriores y se prescindía bastante de plató, ¿cómo fue eso?
No se sabe hasta que no se hace. Cuando tienes un plató tienes tu casa con tu nido, tu camerino con tus comodidades o tu tele. Un sitio donde puedes relajarte y donde incluso puedes sacar algo de tiempo para echarte una siestecita. Fue muy duro pero estoy satisfecho y muy contento.
¿Qué tal fue trabajar con Megan Montaner y Verónica Sánchez?
Además de dos actrices con las que he disfrutado tremendamente trabajando, son grandes cielos de chicas. Las secuencias más brillantes que he tenido desde mi punto de vista han sido con ellas.
La serie termina con la posibilidad de poder continuar la trama con tu nieto ya crecido clamando venganza. ¿Sabes si hubo planteamiento en algún momento de llevarse a cabo?
Yo no sabía que iba a acabar así, que iba a vengar la muerte de su abuelo. Era la única parte humana y tierna de su vida: su nieto. Todos los canallas siempre tienen una debilidad. No tengo conocimiento de que vaya a haber una continuación. Yo como espectador me sentí igual: "¿Qué ocurre? ¿Va a haber una segunda parte?". Si se hiciera tendría que ser con personajes nuevos ya que hemos muerto casi todos. Solo quedan mi hermana y Megan Montaner.
"Las secuencias más brillantes que he tenido han sido con Megan Montaner y Verónica Sánchez: son grandes cielos de chicas"
Muchos te consideran un referente en el mundo de la interpretación, ¿qué se siente? ¿Lo ves de esa manera?
Allá ellos con su conciencia (riéndose a modo de broma). Consciente o inconscientemente siempre he tenido el placer de compartir escenario con grandes como José Bódalo y Alberto Closas. Esto no se aprende. El que es, es, el que no es, no es. Había un conocido actor que siempre decía que "ser actor es muy fácil o imposible". El que tiene los recursos y coge un volante o un palo de golf y pega a una pelota de forma efectiva tiene un recurso. Se puede preparar para ello pero no es lo mismo. Estoy orgulloso de que pueda servir a alguien. Yo aprendí el oficio pisando los escenarios y viviendo inconscientemente. No es fácil. Cuando uno cumple años cambian las cosas. Paco Rabal era muy cuestionado cuando era joven y de mayor se convirtió en alguien incuestionable, tal y como ocurrió con Asunción Balaguer. Cuando cumplimos edad se nota que tienes más solera. Agradecido enormemente por ello y orgulloso de poder ser útil para algo.
¿Futuros proyectos? ¿Te han ofrecido volver a la televisión con papel protagonista?
Donde me salen más proyectos ahora mismo es en teatro, y eso que lo tengo más apartado. Con la edad quieres pocos compromisos y vivir tranquilo. El teatro es un compromiso diario. Se me ha pasado el carácter de nómada y estoy más a gusto tranquilo en casa con mi familia y mis animales. Es de donde más recibo ofertas, de teatros, pero no estoy muy por la labor. Necesito pasar una navidad tranquila y ya veremos si con la primavera sale algo bonito. No he tenido que rechazar ningún proyecto interesante, cosa que me jode. Para que veas cómo funciona esto. Hay veces que te salen tropecientas cosas y la gente se piensa que estás preparando algo y realmente estás en casa. Y pasa con muchos actores. Quiero disfrutar y cuando agarre un papel, que lo disfrute.