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El piloto de 'Jessica Jones' nos presentó a su protagonista como una superheroína bastante atípica, que no hace uso de su fuerza sobrehumana si no es absolutamente necesario y que lleva una vida solitaria y bastante desordenada en gran medida como consecuencia del gran trauma que arrastra, cuyo causante, Kilgrave, ha vuelto para acabar lo que empezó. El episodio finalizó con Jessica tomando la que probablemente sea la decisión más importante que jamás haya tomado: dejar de huir y enfrentarse a su mayor miedo.
Tras la pista de Kilgrave
La razón principal que mueve a Jessica a emprender esta misión suicida es que sabe que Kilgrave no dejará de hacer daño a personas inocentes como la pobre Hope Shlottman para llamar su atención. Como reconoce ella misma, su debilidad es que las cosas (de vez en cuando) le importan, y de eso no podría huir ni viajando al otro lado del planeta. La única manera de evitar que haya más víctimas es acabar con Kilgrave definitivamente, pero para ello hay que encontrarle primero. ¿Cómo? Muy fácil, siguiendo el reguero de sangre.Para empezar, Jessica intenta reconstruir los pasos de Kilgrave aquella noche para descubrir qué pudo ser de él tras ser arrollado por el autobús. Gracias a su pericia (y a sus conocimientos en 'Urgencias' y 'Anatomía de Grey'), descarta que fuese atendido en el hospital más cercano. Los únicos registros de entrada en urgencias corresponden al conductor del autobús y a Reva Connors, la chica de la fotografía que Jessica encontró en el botiquín del lavabo de Luke, por tanto, sólo cabe la posibilidad de que la ambulancia que le socorrió se 'extraviase' por el camino.
Una simple visita a Jack, el ATS que le atendió, corrobora su teoría. El pobre vive (si es que a eso se puede llamar vivir) enchufado a una máquina de diálisis pagada por un supuesto samaritano desconocido debido a que Kilgrave le obligó a cederle sus dos riñones. Otra víctima inocente más, otro peso en la conciencia de Jessica. El lado bueno es que gracias al cirujano que realizó el trasplante descubre cuál es el talón de Aquiles de su enemigo: los analgéricos como el sufentanil o el propofol.
Acompañada, a su pesar
Por más que Jessica intente mantenerse alejada de la gente a la que quiere, con Trish le es imposible. No quiere tener que preocuparse de ella, suficiente tiene con lo que tiene, pero su amiga es aún más tozuda que ella y piensa permanecer a su lado se ponga como se ponga. Eso sí, por si acaso está tomando sus propias medidas blindando su piso y recibiendo clases particulares de Krav-Magá, el famoso sistema de defensa personal utilizado por las fuerzas de seguridad israelíes.
Otro que no necesita protección es Luke. Y éste de verdad. La paliza frustrada al barman (indirectamente provocado por Jessica, todo hay que decirlo) puso de manifiesto que su físico es bastante más portentoso de lo que jamás pudiéramos haber imaginado. Visto lo visto, los cinco jugadores de rugby no le habrían hecho ni un rasguño ni que hubiesen ido armados con sierras circulares.Y eso, a Jessica, le pone. Probablemente porque por primera vez en mucho tiempo tiene a alguien delante que no necesita de su protección "ni que le arreglen porque es irrompible". Al menos por fuera, que por dentro es otro cantar.
Salvar a Hope
Por último, mientras Kilgrave se dedica a martirizar educadamente a familias para que le 'presten' su apartamento y le den de cenar, Jessica no se olvida de la joven que éste utilizó para llamar su atención. Es evidente que Hope no olvidará jamás que mató a sus padres pero Jessica hará todo lo que esté en su mano para conseguir que la justicia la exonere y reconozca quién fue el verdadero autor de los atroces crímenes. Se lo ha tomado como algo personal (porque en el fondo lo es).
Lo tiene bastante difícil porque esto sólo sería posible si el mundo se cree que alguien con los superpoderes de Kilgrave pueda existir (algo que supongo que no es tan descabellado si tenemos en cuenta que viven en un mundo con 'thors' y 'hulks'). Sea como fuere, lo bueno es que ha conseguido que Hogarth, la reina de hielo, acepte su caso. A Jessica Jones todavía le queda mucho por delante pero es un gran paso.