Aritz carga contra Sofía: "Eres muy desagradable, muy superficial. Solo te preocupa la guapura y la no guapura"

'Gran Hermano 16' está realizando pequeños regalos a los concursantes a lo largo su última semana en la casa. En los últimos días, Mercedes Milá ha enviado varios libros a la casa y los concursantes pudieron disfrutar de sus propios vídeos de presentación junto a varios boles de palomitas. Durante la madrugada del 16 al 17 de diciembre, Sofía, Han, Aritz y Niedziela pudieron visionar los vídeos de presentación de los demás concursantes.

Cuando visionaban los vídeos de Ricky y Suso Sofía aseguró que el canario salía muy guapo mientras que el catalán "salía feo". Aritz, por otra parte, comentó que la voz de Suso "era muy falsa" y Sofía arremetió contra el novio de Carolina: "¡Qué feo es!". Este comentario hizo saltar al vasco: "Eres muy desagradable, muy superficial. Solo te preocupa la guapura y la no guapura. Tienes demasiada falta de sensibilidad y hablas con mucha dureza". La navarra le contestó en tono irónico y jocoso "que no le hiciese hablar de durezas". Han comentó que no entendía por qué Carolina la tomó con el vasco y este le dijo "que no fuera hipócrita porque también la había nominado". Han terminó por pedirle que no se metiera donde no le llamaban y que no fuera un "metecaquitas", lo que provocó el enfado de Aritz: "Yo digo lo que me sale del puto huevo, ¡vete a la mierda! A ver si solo vais a poder hablar vosotros". El chino intentó reconciliarse con el vasco posteriormente y este le pidió que lo dejase en paz.

Cuando Raquel salió en el vídeo, Han afirmó que la cacereña había adelgazado mucho durante su estancia en la casa, lo que fue aprovechado por Niedziela para comentar irónicamente "que había sido por las cosas que había estado haciendo en la casa". Además, "El Súper" les puso los vídeos de las coreografías de las pruebas y volvió a ponerles sus propios vídeos de presentación.

Han y Artiz vuelven a enfrentarse por sus actitudes en la casa

Tras el subidón de los vídeos, Han le pidió ayuda a Aritz para que corrigiese las faltas de ortografía que podría haber cometido al escribir y el vasco se enfadó "porque siempre lo está perjudicando y dejándolo mal: "Como pongas eso voy a escribir yo un blog en contra de ti. ¡Vete a la santa porra! ¡Si vas a ganar el concurso! ¡Vete a morirte de amor por ahí! ¡Estoy hasta el cojones! Yo lo que creo es que quieres quedar bien. Antes te tenía como un ser inocente y angelito y está claro que no lo eres". El chino, tras esas acusaciones, afirmó "que no le estaban haciendo daño sus comentarios". Minutos más tarde, Han leyó un pasaje del libro que hablaba de evitar los gritos e insultos en las discusiones y aprovechó para atacar a Aritz: "Te lo voy a leer cuando discutamos". "Quieres hacerme quedar mal para quedar tú bien", le reprochó el vasco.

El granadino aseguró, minutos más tarde, que estaba sintiendo muchos celos: "Celos, ¿de qué? Necesitas tratamiento. A estas alturas no sé lo que intentas. No me gusta tu comportamiento. Todo lo utilizas para dar pena. Yo no tengo necesidad de vender ninguna película. He dicho siempre lo que pensaba. A lo mejor me han fallado a veces las formas, pero nadie es perfecto". Para intentar disipar el mal rollo, Han intentó besar a Aritz y volvió con su discurso: "No te voy a seguir más el rollo. No me compensa ni me merece la pena estar detrás tuyo. Te veo muy reinona y te gusta que te chupen el culito. Tú eres el que me ignora y el que me desprecia yendo al confesionario a contar todo".

Han volvió a la carga: "Cada vez que te digo algo te sientes ofendido, te sientes atacado y me chillas. Yo no estoy dando pena a la gente". El del sombrero le reprochó su actitud en tono sarcástico: "¡Ay cuánto te quiero! Si tengo problemas me iré a la psicóloga y al confesionario y así no tienes que sufrir por mí. Venga ven que te doy besitos y te acaricio. Todo lo que quieras. Si quieres te hago una tortilla, te traigo agüita, un refresco. Mira cómo te quiero. Ven aquí que es lo que quieres. ¡Pero si lo deseas! y así estás feliz", relató mientras tocaba debajo de la manta, abrazaba y besaba al chino de forma continua. Harto de tanta provocación, Han le pidió que parase con esa actitud. Finalmente ambos acabaron la noche olvidando las penas y durmiendo juntos de nuevo.