La Navidad es motivo de celebración, especialmente el 22 de diciembre, día del sorteo de la Lotería de Navidad. No todo el mundo puede ser millonario y mientras unos pocos abrirán botellas de champán ondeando su décimo premiado, el resto de mortales se conforman con vivir la ilusión y, por qué no, aderezarla con una pizca de humor.
Desde el Teatro Real, los bombos gigantes giraron ante la atenta mirada de los asistentes que han llenado el patio de butacas, muchos de ellos con divertidos disfraces que han acaparado multitud de bromas en las redes sociales. No han sido los únicos motivos: los niños de San Ildefonso, la política y la desgracia y fortuna han acaparado los comentarios más ácidos y divertidos.
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