Análisis: "En la tuya o en la mía' rompe la ortodoxia y da cabida al gesto y casi al contacto físico"

Estrenado el 9 de septiembre, 'En la tuya o en la mía' se ha convertido en la gran revelación de la temporada. Muy pocos apostaban por este formato, sin embargo, sus excelentes audiencias que ha venido marcando cada miércoles han servido para reivindicar otro tipo de entrevistas y para renovar la imagen de su presentador, Bertín Osborne.

TVE no dudó en renovar la continuidad del espacio y de las 9 entregas iniciales se llegará hasta las 27, lo que significa que habrá programa hasta el mes de marzo. Muchos han sido los rostros que han pasado por el espacio producido por Proamagna, desde Pablo Alborán a Mariló Monero o Alaska y Mario Vaquerizo. Incluso Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se han animado a dar el salto ahora que los cambios en España obligan a los políticos a acercarse a la audiencia.

Ya en una entrevista concedida a FormulaTV.com, Pablo Carrasco, director del programa, explicó sus ganas de seguir adelante: "Si crees que eres capaz de hacer el programa manteniendo la calidad yo soy partidario de no parar". Y es que otro de los puntos a favor de 'En la tuya o en la mía' es su factura: "Es un chollo, cuesta una quinta parte de lo que cuesta la mayoría de series", llegó a confesar el CEO de la productora.

"Se intercambian papeles y todos los personajes preguntan y responden"

Para analizar el fenómeno que ha supuesto 'En la tuya o en la mía', la revista de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión ha entrevistado a Luis Miguel Martínez, profesor titular de información audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid, analista de televisión y autor de numerosas investigaciones. "El espacio conecta con la teoría que entiende que la entrevista es una conversación, un diálogo", declara.

"A veces, es una entrevista coral", continúa, "en la que se intercambian papeles y todos los personajes preguntan y responden". Según cuenta, es precisamente esa implicación la que "acentúa el diálogo y crea familiaridad en el telespectador". De este modo, Martínez entiende que haya conectado con la audiencia al tratarse de "un programa amable" que hace que del público se identifique "con los guiños y con el ambiente que se crea entre los personajes".

"El programa no es paradigma de la renovación del género de la entrevista"

El analista televisivo también ha analizado a su presentador, Bertín Osborne, cuya pretensión, entiende, "es tener un diálogo amigable". "No creo que se plantee alcanzar el Pulitzer", sentencia. Sin embargo, valora que "rompe la ortodoxia pregunta-respuesta tradicional y da cabida al gesto, a la carcajada, casi al contacto físico". Además, no duda en afirmar que "la personalidad del entrevistador es otra de sus características".

Mucho se ha comentado la "revolución" que ha supuesto 'En la tuya o en la mía', sin embargo, Luis Miguel Martínez no lo considera tal cosa: "Los medios de comunicación están sufriendo una verdadera revolución (...) pero no podemos tomar este programa como el paradigma de la renovación del género de la entrevista". Y es que, lo que ofrece el programa "no es una entrevista periodística".

"Quizá no haya tanta ausencia de guion como parece"

Según Martínez, la aparente improvisación del programa no sería tal y como se ve en televisión: "Quizá no haya tanta ausencia de guion como parece. Un guion no significa estar leyendo cada pregunta que se hace. Un programa como este, no se hace quedando un día para hablar un rato, hay mucha gente detrás más allá de algunas situaciones que puedan surgir sin pensarlo previamente", afirma.

El profesor es claro al hablar de la improvisación: "Todo lo que tiene que ver con el personaje que uno va a entrevistar hay que llevarlo perfectamente documentado. Otra cosa es que surjan situaciones que obliguen a cambiarlo todo, pero la mejor improvisación parte del guion más trabajado".

A pesar de todo, Martínez destaca el intercambio de papeles que se produce a veces entre el entrevistador y el entrevistado, situando a ambos en el mismo plano, al contrario de lo que sucede en los clásicos programas de entrevistas: "Ese intercambio es, en efecto, la esencia del programa".