Carlos Lozano se ha ganado, durante la primera semana de 'Gran Hermano VIP 4' el gran honor de contar con el odio de todos sus compañeros. Tras la primera discusión con Francisco Nicolás y separarse Rosa Benito a la hora de dormir, una nueva bronca ha acechado Guadalix de la Sierra. De nuevo, una fiesta y el alcohol fueron el detonante de que toda la casa de Guadalix se revolucionara y se posicionara en su contra.
Belén Roca ha sido la encargada de contárselo a sus compañeros mientras los gritos del presentador se oían de fondo. Tal como relata la joven, Fran Nicolás ha sido uno de sus primeros objetivos: "Se ha puesto a discutir con Fran, este le aviva el fuego, y ha comenzado a decir que si tenía que quemar la casa, que no iba a discutir con él porque tenía 22 años".
Más tarde, parece que cambiaba de idea y era Sema el que tenía que soportar su arranque nocturno: "A la vez, iba al jacuzzi, donde estaban Sema y Lizfanny, y le decía que era un paleto, que iba a flotar en el agua...". Para la concursante, consensuado con parte de sus compañeros, parece que había una razón detrás de todas estas broncas: "Carlos no puede beber, se vuelve violento y agresivo con el alcohol".
Carlos Lozano ha sacudido a la casa tras su actitud en la última fiesta
Julius: "No puedo ir, porque si no, acabamos mal"
Mientras todo esto sucedía, varios de sus compañeros comentaban la bronca en la habitación. Tras el relato de Belén Roca, uno a uno han ido dejando claro qué opinión les merecía Carlos Lozano. Mientras que para Julián Contreras Jr. el presentador "va cuesta abajo y sin frenos", para Carmen López es imposible tratar con él porque "le intentas parar de buenas, se lo toma a mal y se lía".
El que se ha mostrado más claro con la percepción de su compañero ha sido el cocinero Julius, quién ha preferido mantenerse lejos de todo el lío, por lo que pudiera pasar: "Ya tenemos nominado. No puedo ir, porque si no, acabamos mal. Mi primer impulso, cuando me lo ha contado, ha sido salir a por él".
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Rappel, sin embargo, ha optado por un tono más conciliador y ha decidido salir a calmar los ánimos, eso sí, después de opinar: "Meterse con Sema me parece de muy mal gusto. Aquí va a haber puñetazos, se están retando (de broma)... Voy a ver si le paro y se va a dormir".