Las cadenas de televisión por cable han encontrado en los realities una nueva fuente de ingreso, más si se trata de programas que mezclan la telerrealidad con el sexo, como es el caso de 'Los pichones'.
Los participantes de este calentito reality están dispuestos a mostrarse en la intimidad, desnudos, frente a las cámaras, las luces, los técnicos, productores, y editores, y un jurado que juzga todo, especialmente si están 'trincando' bien o mal. Por si fuera poco, los espectadores tienen voz y voto sobre lo que acontece en el programa. Ellos deciden si el sexo que tienen los concursantes es suficiente o si la calidad de la producción es buena o mala.
En estos momentos son dos las parejas que luchan en 'Los pichones' para convertirse en la más ardiente de Colombia. Los participantes deben medirse a escenas voyeristas o exhibicionistas como, por ejemplo, practicar sexo con su mujer frente a un grupo de seis amigos.
Llega un momento en el que practicamente los límites desaparecen. Las parejas tienen que azotarse para excitarse y realizar una escena sadomasoquista. Deben superar las llamadas pruebas no convencionales, como contratar un camión, un autobus o una lancha y tener una auténtica jornada de sexo movidito. La cultura también tiene su espacio en 'Los pichones', ya que una de las pruebas a superar es la de pintar un cuadro desnudos mientras hacen el amor. Amor (sexo) al arte, nunca mejor dicho.
La categoría 'Guarra' empuja al sexo sucio. La última prueba tiene lugar en una cuadra de caballos, un criadero de pollos o una pocilga, junto a excrementos de animales.
Despedidos por participar
El reality 'Los pichones' cada vez cuenta con mayor seguimiento gracias a sus más de 800 suscriptores. Y lo que para la cadena es positivo, para los participantes empieza a ser un problema, debido a la difusión de las imágenes del programa.
No hace mucho, una mujer que trabajaba para un banco y su marido, jefe de compras de una empresa de construcción, terminaron despedidos de sus cargos tras su participación en el reality porno.
"A raíz de esto ha surgido una nueva polémica entre la audiencia que nos sigue: ¿volverse actor porno es causa de despido? Porque para algunas parejas ha sido un mayor obstáculo lo que piensen sus jefes que sus propias familias", ha llegado a comentar Christian Cipriani, creador del reality y, con tan solo 22 años, el productor porno revelación.
Así y todo, la productora "17-26" no ha parado de recibir solicitudes de personas que quisieran participar. "Todo el día, todos los días, me la paso haciendo casting", cuenta Cipriani. Pero la productora tiene claras las características que han de cumplir los aspirantes. Se busca gente de la calle, anónima, y desconocida. "No buscamos a gente mayor ni a tipos lanzados que lleguen aquí, buscando una oportunidad sólo para ganar dinero", dice Cipriani.
A su juicio, la cadena de TV Kamasutra es algo pedagógica y hasta terapéutica. "Si mi pareja y yo ganamos el título de los más pichones de Colombia, obviamente se fortalece la relación o puede llegar a destruirse", teniendo en cuenta que en medio de tanta apertura e intercambios, también se corren riesgos, asegura.
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Aunque parezca paradójico 'Los Pichones' se produce en el mismo país en el que cada dos por tres se enciende la polémica por la difusión no autorizada de videos íntimos y privados. 'Los pichones' es esa otra cara de la realidad: la del fenómeno de exhibicionismo 'exacerbado'.