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'Quiero ser monja' es la nueva apuesta por el género del docurreality en la parrilla del prime time de Cuatro. Con expectativas de ser estrenado a finales de febrero o primeros de marzo, 'Quiero ser monja' mostrará la convivencia de cinco jóvenes chicas que intentarán averiguar si realmente quieren dedicarse en exclusiva a la Iglesia y convertirse en monjas.
El programa intentará reflejar y acercar al espectador uno de los aspectos más desconocidos de la Iglesia: las monjas y los conventos. Madrid, Alicante y Granada (Las Justinianas, Santa María de Leuca y Las misioneras del Santísimo Sacramento) serán las ciudades elegidas por el programa para desarrollar la convivencia y formación de las cinco novicias. Los conventos serán de muy diversas índoles: de clausura, más abiertos, casas cuna de 100 niños... FórmulaTV.com ha podido visionar la primera entrega de las seis previstas para analizar y resaltar los aspectos más notables de la novedosa apuesta de Cuatro. Y sí, el docurreality puede reinventarse gracias a formatos como 'Quiero ser monja'.Así es 'Quiero ser monja'
Las cinco novicias deberán someterse a los tres votos religiosos (pobreza, castidad y obediencia) desde el primer momento en el que pisen el primer convento de los tres por los que pasarán durante seis semanas. Ayudadas por la Madre Suprema (el más alto cargo dentro de un convento) y la Maestra de Novicias (la monja dedicada a supervisar y enseñar a las cinco futuras monjas), las cinco chicas perderán toda comunicación con el exterior (incluyendo la pérdida de sus móviles y alguna lagrimilla en el camino) e incluso deberán dejar de fumar si quieren entrar en el mundo eclesiástico. Dejarán sus ropas habituales y las cambiarán por el uniforme de novicia y no podrán maquillarse (algo que también acarreará algún pequeño berrinche).
Paloma, Juleysi, Janet, Jaqui y Fernanda deberán levantarse todos los días a las 6 de la mañana para cumplir con las tareas diarias requeridas en el convento en el que estén ya que irán variando según el tipo de convento. Tras recibir la eucaristía, podrán dedicarse a los quehaceres diarios.
'Quiero ser monja' irá más allá e intentará descubrir los ámbitos más desconocidos de la religión cristiana. Las participantes llegarán a emocionarse en el descubrimiento de su camino y lograrán que el espectador termine por empatizar con ellas.
El acercamiento a lo religioso de una forma muy cuidada
Eyeworks, la productora que pertenece a Warner Bros ITP, es una experta en este tipo de formatos. 'Un príncipe para...', 'El jefe infiltrado', 'Pesadilla en la cocina' y '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' entre otros, son docurrealities marca de la casa. Y aunque parecía que el género podría estar estancándose, han vuelto a darle un giro de tuerca. Se trata de un tema delicado, el religioso, y a priori podría tratarse el tema de muy diversas maneras.
Y es que se nota el mimo y el cuidado que han querido darle la productora y la cadena al formato. Si se crea polémica será porque el espectador la cree y no porque el formato muestre nada fuera de lugar realmente. La sutileza en la forma de mostrar, las emociones surgidas y el claro protagonismo de las monjas y las novicias hacen el resto. Es un programa que intenta romper los miedos y prejuicios que se puedan tener asociados al ámbito religioso.
Es cierto que hay un componente "tróspido" muy inevitable. Parece marca de la casa a estas alturas y es algo que el propio espectador va a buscar en un formato de este calibre en Cuatro. Aunque lo haga de forma sutil y en contadas ocasiones, sí que podrán encontrarse las típicas entrevistas personales con declaraciones bastante llamativas, el zoom de cámara para mostrar la cara de sorpresa ante una declaración o un sonido puesto en postproducción que provoca una sonrisa en los espectadores. A pesar de que son bastante contadas las ocasiones en las que esto ocurre, sí que pueden encontrarse. Probablemente no se ha tirado mucho más de ello por el tema religioso y es ahí donde radica la grandiosidad del formato y donde personas de todas las religiones y ateos podrán asomarse a la ventana de la forma tan respetuosa en la que lo hace.
Un formato con marcas de la casa
'Quiero ser monja' bebe de otros formatos de la cadena. Los vídeos de presentación, el cuidado uso de los planos y la voz en off del conductor del espacio recuerdan vagamente a 'Hermano mayor'. Además, las propias protagonistas tendrán una cámara personal con la que grabar, antes de dormir, sus impresiones diarias.
Los planos detalle y recurso son algo habituales en el nuevo formato y vuelven a poner en alza el mimo y la sofisticación que requiere el tema. Eso sí, es inevitable el recurso cómico involuntario en algún momento que piden las propias protagonistas. La música es quizás una de las sorpresas. Todo el mundo podría tener asociado un formato de esta índole con un tipo de música y no es así. 'Quiero ser monja' intenta aunar la actualidad musical con el tema tratado y se pueden encontrar tanto canciones bailables como la mítica "I say a little prayer for you" de Aretha Franklin. Y a pesar de que chirría a veces, parece más una elección propia del director del formato que algo que realmente parezca formar parte.
Logotipo de 'Quiero ser monja'
Las cinco novicias de 'Quiero ser monja'
Una de las claves más importantes en un docurreality, es el casting. Tratándose de un tema tan delicado, la productora consiguió dar con las 5 candidatas perfectas para ser novicias y por lo tanto futuras monjas. Y aprueban con nota todo hay que decirlo. Para dar con ellas recurrieron a varias congregaciones de España y han encontrado a cinco jóvenes chicas que bien podrían ser parte de un grupo "tróspido" de otros formatos. Pero no porque el formato ofrezca esa cara si no porque los propios espectadores lo harán.
Paloma tiene 21 años y es de Almería. De mirada profunda, asegura que es vocación absoluta lo que siente ante la llamada de Dios y desea casarse con él. Por otro lado está Juleysi de 20 años de Madrid. Juley tiene más dudas al respecto aunque sintió la llamada con 12 años. Es la única chica del grupo que [quotei]'Quiero ser monja' llega a Cuatro de forma polémica pero no porque el formato lo sea, sino porque el público será el que lo polemice[/quotei]tiene pareja, Alberto, con el que lleva más de tres años. Tendrá que arriesgarse a averiguar si realmente prefiere "casarse" con Dios o por el contrario volver a los brazos de Alberto. Las propias monjas se sorprenderán por su valentía.
Por otro lado, dos hermanas barcelonesas también formarán parte de este camino. Janet (22 años) admite que siente una gran conexión con la naturaleza, se siente muy zen y como buena estudiante de filosofía mostrará otra cara más crítica de este universo religioso. Además, admite que le encanta abrazar árboles. Por otro lado, Jaqui quiere romper con todo y empezar algo nuevo. Parece ser que es la que tiene más dudas porque a priori parece la más materialista. Por último, María Fernanda parece ser la más aventajada de la clase. La mallorquina adora la fiesta y los chicos aunque considera que son son indispensables. Recibió la llamada tras una noche de fiesta y con resaca porque acudió a la iglesia y al oír el evangelio sintió un fuego espiritual en el pecho.
En definitiva, 'Quiero ser monja' llegará a la parrilla de Cuatro de forma polémica pero no porque el formato lo sea, sino porque el público será el que lo polemice. Se trata de un trabajo muy cuidado que intenta buscarse su propio sitio en un panorama en el que parecía que los docurrealities no podían dar más de sí. Y todo apunta a que lo conseguirá.