Serie relacionada
Clayton Riggs
Alicia se muestra distraída. Tiene la mirada perdida cuando se da cuenta de que un tipo al que están juzgando le está pidiendo ayuda. A Florrick le suena esa cara y cuando le reconoce, Clayton Riggs (Daniel J. Watts) que fue su segundo cliente en el juzgado de fianzas, éste le dice que ha estado encarcelado desde que ella tomó su caso. Su fianza fue exagerada, ciento cincuenta mil dólares, y la excusa de su reclusión ha sido, tres veces, la búsqueda de un testigo que pudiera confirmar su versión.
Mismos casos... Idénticas estrategias
Jason ha captado el mensaje de Alicia y no ha tardado ni un minuto en llamar a Diane, que anda en un caso acerca de un periódico estudiantil; lo han cerrado por un artículo políticamente incorrecto.
De nuevo, defensa de la primera enmienda. El caso acaba en arbitraje dirigido por nuestro mediador por excelencia, Geoffrey Solomon (Richard Masur, que también hace de cofollador, término que usa Javier Marías para referirse al parentesco de dos personas que han mantenido una relación con la misma mujer, de Maura/Mort en la maravillosa 'Transparent'), da la razón a Diane en este caso autoconclusivo que, como sucede últimamente, resulta tan intrascendente como repetitivo. Lo más reseñable podría ser la oferta que Lockhart hace a Jason para que trabaje a tiempo completo en 'L, A & L'.
Cara de esfinge
Alicia se deja caer por el despacho de Eli y, con la misma cara de esfinge que lleva desde el primer minuto de "Judged", le hace decir palabra por palabra lo que Will le dijo en aquel mensaje de voz que la mano derecha de su marido borró. Así, Gold empieza a reproducir el recado, en primera persona, y termina opinando que el destino es el que es y la situación de Florrick no hubiera sido diferente a la que es ahora.
Tras la conversación con Eli, Alicia se cruza con Schakowsky. El juez, muy cabreado, amenaza a Florrick con terminar con su carrera si sigue adelante con su demanda. Alicia no está de humor y no se achanta cuando le pregunta si está grabando esas amenazas, haciendo con ello referencia a todos lo trapicheos que Schakowsky lleva haciendo durante esta temporada.
En el juicio, el juez que ejerce como tal, y no como demandado, admite que condenar a uno de sus colegas supondría un caos para el sistema. Parece no cerrarse a la idea cuando escucha cómo Schakowsky le puso una fianza abusiva al cliente de Alicia cuando éste era inocente y cómo negó la posibilidad de juicio rápido en las tres vistas que tuvo desde su detención.
La defensa del juez se basa en darle a todo cierto contexto que le haga parecer razonable y, así, se indica que Riggs tiene antecedentes que podrían justificar esa fianza abusiva. El abogado gordo del juzgado de fianzas, Bernie Bukovitz (Rob Bartlett), testifica que el juez, en ocasiones, le amenazaba con cobrarle un impuesto; incrementar su fianza, si no hacían lo que él sugería que debía hacerse. Ante esto, Schakowsky actúa como abogado para defenderse y para interrogar al asustadizo letrado; éste le dice todo lo que el juez quiere y el caso termina desestimado.
Lagrimas...
Lucca y Jason toman una copa. Quinn le pide que vuelva porque no sabe nada acerca de que éste se ha ofrecido antes a Alicia. Ante lo extraño de la situación, Crouse jura no haber hecho nada Alicia, en ningún sentido, por lo que ésta pueda guardarle rencor. Más tarde, las dos socias discuten sobre esto, Alicia explota y le cuenta, entre lágrimas y aspavientos, todo lo que siente a Lucca. Cuando digo "todo" quiero decir "todo"; tanto lo que hemos visto como lo que no. Es decir, su relación con Will Gardner y el infierno en el que se ha transformado su vida por no hacer lo debió hacer en su día, aunque ni siquiera era consciente de que hubiera algo que hacer por culpa de Eli.
Lucca la abraza y le dice que su vida está vacía de amistades y que la necesita. Es una buena forma de hacer sentir bien a alguien por lo que Alicia se tranquiliza y le promete estar con ella en el futuro y, por supuesto, no hacer ninguna tontería; no guarda pistolas en casa.
...Y Sonrisas
Riggs demanda a Alicia por mala práctica de su oficio el día que fue condenado por primera vez. El juez Schakowsky, en este caso, es un testigo experto que habla acerca de la falta de profesionalidad de Florrick. Algo parecido dice Bernie, nuevo abogado de Riggs, y Lucca, ahora (en parte) demandada, admite haber hablado mal de Alicia cuando la acababa de conocer. Jason ha descubierto que, ante la falta de testigos o grabaciones de la subidas de fianzas que Schakowsky, que una periodista habría escuchado y grabado al juez en una de las suyas. Cuando son presentadas en el juicio, resultan siendo no admisibles por ser irrespetuosas. Igual no ha servido mucho para resolver el caso, pero ese trabajo de Jason ha provocado un nuevo encuentro con Alicia. Tras su crisis, la abogada anda en su fase optimista y para probarlo corre hasta el ascensor y besa al galán por excelencia en 'The Good Wife'. Siguiendo esa línea positiva, concederá el perdón a Eli, que por enésima vez se ha presentado en el apartamento de Alicia para suplicar su indulto.
El juez no desestima la acusación y lo más prudente parece ser el llegar a un acuerdo con Bernie. Éste se columpia, pide un millón y medio de dólares, y no se baja del burro. Quinn se queda contrariada, eso supondría el final de su aventura laboral, y a Alicia le da la risa. Es en ese momento cuando Jason llega a la fiesta. Aquí pienso, como presunto experto en 'The Good Wife', que se va a sacar un as de la manga y salvará a las dos damas. Nada de eso sucede, Lucca se marcha y deja la nueva pareja besándose. Más tarde, Alicia terminará el episodio tomando una copa de vino con Cary. Su ex-socio sabe de las nuevas dificultades de su todavía amiga y le ofrece regresar a casa, ahora llamada 'L, A & L', como asociada junior. A Alicia le vuelve a dar un ataque de risa parecido al que le había dado unos minutos antes.
In My Opinion
"Judged" ha sido un episodio extraño, quizás el más raro desde que escribo estos recaps (sin estar Elsbeth Tasciani de por medio). Se podría decir que este capítulo ha tenido dos casos autoconclusivos; uno irrelevante, del que no vale la pena comentar nada, y otro que, además de resultar entretenido e ingenioso por el juego de roles que en él se produce, podría hacer que Alicia termine en 'L, A & L' como asociada junior.
Esto se venía venir y sólo nos preguntábamos cuándo iba a ocurrir. Las risas finales de Alicia ofrecen ciertas dudas, como buen "cliffhanger", pero parece más un gesto de resignación que de burla ante una propuesta descabellada.
Gran parte de la rareza de este episodio viene causada por el hecho de presenciar a Alicia fuera de sí en una escena que, viendo el desarrollo de esta séptima temporada, podría ser más memorable, en el sentido de tener algo que recordar, que el propio final de 'The Good Wife' . Alicia se sincera y abre a Lucca ante una lavadora y secadora que crean una gran sensación de caustrofobia, como si llevara siete temporadas hundiéndose en las mismas arenas movedizas, laborales y personales.
Debo ser algo fetichista pero reconozco que especialmente me llamó la atención el movimiento de manos de Margulies, como si fueran muy grandes o tuvieran vida propia y se quejaran a su vez de sus propios problemas. Una especie de lamento multiplicado por tres. En todo caso, gran trabajo de Julianna Margulies en "Judged" tocando todos los estados de ánimo posibles sin quemarse, en exceso, en un histrionismo en el que a muchos actores les resultaría imposible caer.
Monday
Título del próximo episodio de 'The Good Wife'. Será emitido el próximo día 14 de febrero en la norteamericana CBS.
