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Una de las señas de identidad de El intermedio' son los vídeos manipulados que lanza diariamente a lo largo de sus emisiones. A modo de broma satírica, el programa presentado por El Gran Wyoming elabora pequeños montajes en los que combina a personajes políticos con situaciones tan ridículas como divertidas. Algunos se los toman con más humor que otros y parece que Pablo Iglesias, líder de Podemos, ha querido utilizar una de estas piezas para divertir a sus seguidores.
A través de su cuenta personal de Twitter, el secretario general de la formación morada ha compartido un pequeño vídeo en el que se le ve junto a Íñigo Errejón revisando unos papeles. Al momento, se descubre que se trata de un dibujo que el portavoz de Podemos en el Congreso le dedica a Iglesias. Lo acompaña, además, de un texto en alusión a las continuas bromas que circulan en torno a la edad de Errejón: "Hoy he invitado a desayunar a íñigo Errejón y os juro que ha preferido café en vez de colacao".Hoy he invitado a desayunar a @Ierrejon y os juro que ha preferido café en vez de colacao. https://t.co/ytUVpaONU5
? Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) febrero 2, 2016
El desayuno de Pablo Iglesias convertido en escándalo por Intereconomía
No ha sido causalidad que Pablo Iglesias compartiera este mensaje. Intereconomía no ha querido desaprovechar un tweet del político para convertirlo en centro de todo su odio tan solo por 10 céntimos. La cadena de televisión ha llevado a su página web, La Gaceta, una noticia acusando al líder morado de "mentiroso" por haber asegurado que los desayunos en el Congreso son más baratos que en la Universidad: "Barrita con tomate, café con leche y refresco: 2,45 euros".
Al poco, la activista Elena Alfaro publicó el precio real del desayuno en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología donde daba clases el líder de Podemos: 2,35 euros. Una completo escándalo. Eso ha valido a Intereconomía para sacarse un titular de la manga hablando de la "hipocresía de Podemos". Poco ha durado pues tan solo hay que fijarse en el ticket para darse cuenta del engaño. El desayuno de Iglesias incluía una barrita con tomate, un café con leche y refresco mientras que el que "desmentía" semejante mentira estaba compuesto por una tostada y un refresco.
