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La 1 de Televisión Española abre las puertas de 'El Ministerio del Tiempo' el próximo lunes 15 de febrero con el estreno de su segunda temporada y lo hace con un inicio que reivindica su identidad y saca pecho después de todo el universo generado en su primera entrega. La ficción creada por los hermanos Olivares regresa con una patrulla en horas bajas después de los últimos acontecimientos y con el Ministerio en el punto de mira consiguiendo plantear al espectador nuevas vías para engancharse.
Ya no se trata solo de una serie sobre viajes en el tiempo. Después de haber presentado un género innovador en nuestro país, ahora puede regocijarse en ello para ahondar en sus personajes y presentar tramas más complejas y mejor estructuradas. 'El Ministerio del Tiempo' seguirá aportando su granito de arena didáctico mostrando la Historia de España desde su particular óptica, pero sube su apuesta llevando todas las de ganar.
Aventura, ritmo y factura cinematográfica
Sin presentaciones. Sin vaselina que dirían algunos. El arranque de la segunda temporada se mete directamente en el barro mejorando e introduciendo historias y nuevos personajes. El ritmo de 'El Ministerio del Tiempo' se acelera para bien. Ya en el primer capítulo puede verse una clara apuesta por la aventura, el dinamismo y el humor. La serie sabe lo que ha creado y se ríe de sí misma jugando con el espectador, con su espectador. Porque no pretende llamar a grandes masas, saben que los ministéricos son su valor seguro y, aun dejando la puerta abierta a nuevos miembros, prometen cuidarlos a base de bien y de crear contenidos virales.
El BOE no ha publicado las cuentas de este televisivo Ministerio, pero o se ha aumentado la factura o el presupuesto se ha invertido mejor que en la primera temporada. "Tiempo de leyenda" es el título del primer capítulo que versa sobre la historia y la leyenda de Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como El Cid Campeador. Los efectos especiales sobresalen presentando unas batallas que pocas veces, o ninguna, se han visto en la pequeña pantalla y que dejan un tufillo cinematográfico que se agradece y es de alabar.
Ágil, dinámico, tenso y divertido. El guión se ha revalorizado y promete nuevos giros y sorpresas. La Historia ya no es un límite, sino una oportunidad. Nada se tercia innecesario y logra conjugar varios géneros. Hasta los chascarrillos marca de la casa han aumentado encontrando, eso sí, siempre su lugar. 'El Ministerio del Tiempo' es espectáculo y lo ofrece de una manera tan cuidada que encandila. Made in Spain, sí, y a mucha honra.
Los personajes se hacen pilares
Si durante la primera temporada se definió a los protagonistas presentando sus luces y sus sombras, ahora se ahondará en ellas. El "hasta pronto" de Rodolfo Sancho tiene lugar en el primer episodio enlazándolo con la traumática situación a la que tuvo que hacer Julián Martínez, su personaje, al final de la entrega anterior. Son cosas que pasan, pero no hay lugar para el lamento. Si el enfermero promete volver renovado, su ausencia dará alas y enriquecerá a su compañera, Amelia Folch.
Aura Garrido toma la vara de mando en la patrulla y, si bien continuará atormentada por su posible futuro o no con Julián, no será este el único aspecto que defina al personaje. Folch crece y adquiere poder, fuerza y carácter. Parece que en los nuevos capítulos las mujeres tendrán un rol determinante con independencia de la época o situación de la que procedan. No será la única. Cayetana Guillén Cuervo inicia nueva etapa en la que Irene Larra tendrá que luchar por recuperar la confianza perdida en el Ministerio manteniéndose fiel a su fuerte personalidad que ha logrado hacerse con los destacados cayetaners. Regresa Mar Saura como Susana López, una "zorra" que promete dar tanto juego como guerra.
Una de las grandes promesas que se hicieron al conocer la renovación de 'El Ministerio del Tiempo' por una segunda temporada fue la de escuchar a los fans. Siendo una serie que ha crecido en internet, no fue difícil ver el aclamo que se hizo de personajes secundarios como Velázquez (Julián Villagrán) y Angustian (Francesca Piñón), quienes obtendrán más fuerza aportando así mayor coralidad y riqueza. Será en el segundo capítulo cuando se introduzca a Hugo Silva, el nuevo fichaje en la piel de Paccino que, si bien viene a ocupar el puesto dejado por Julián, resulta de una personalidad completamente opuesta.
'El Ministerio del Tiempo' tiene un algo que la hace especial. Ha logrado dar con una clave, con una combinación perfecta que ha conseguido revolucionar a la audiencia y a la manera de entender esta. Quien no quiera ser ministérico, no sabe lo que se pierde.
