La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha intervenido en el nuevo programa que conduce Susanna Griso, '2 días y 1 noche'. Griso, igual que hizo la semana pasada con el cantante Sergio Dalma, se ha alojado en la casa de Cifuentes, donde la política ha ejercido de anfitriona durante un fin de semana para así dar a conocer su lado más íntimo. La política ha hablado sobre su vida como presidenta y las repercusiones que tiene.
La presentadora de televisión ha recorrido con Cifuentes diversos lugares de la ciudad de Madrid, para así conversar con la presidenta, descubriendo desde un primer momento que la política lleva una vida tan ajetreada que apenas duerme: "Yo suelo llegar a casa a las 12 de la noche, si me meto en la cama no tengo vida, así que aprovecho para mandar emails, ver las redes sociales, hasta que me acuesto sobre las tres de la mañana, tengo que ser presidenta las 24 horas del día". Ante esto Griso le preguntó si su horario no afecta a su relación con su familia, pero según Cifuentes su familia está acostumbrada a que lleve ese ritmo: "mis hijos ya son mayores y hacen su propia vida".
Cristina también aprovechó la ocasión para hablar sobre política y dar su opinión sobre los últimos acontecimientos vividos en el sistema: "Me parece una falta de respeto ir mal vestido al Parlamento". Sobre la corrupción política que mancha al Partido Popular opinó que "no es de los partidos es de las personas".
Susanna Griso con Cifuentes
"Yo también he sido víctima de la crisis"
Susanna Griso además de alojarse en la casa de Cifuentes visitó su lugar de trabajo, donde se mostró entre otras cosas la sala donde se reúne el Consejo de Gobierno, y donde la presidenta reconoció ser republicana, a diferencia de muchas personas que forman su partido: "No todos los que forman un partido tienen por qué pensar lo mismo, siempre hay que dar tu opinión, siendo coherente".
La política dice llevar una vida muy normal, "Vivo en un piso normal de alquiler y cuando estudiaba trabajaba a la vez para pagar mis gastos", para callar a aquellos que la llaman "pija", y declara haber sido, como muchos españoles, víctima de la crisis: "Mi marido es arquitecto y con la crisis tuvo que cerrar el estudio donde trabaja acarreando deudas que aún estamos pagando".
Lo que más le pesa de su actual vida es la repercusión que su cargo político ha tenido en su familia: "No me importa que me ataquen a mí, pero no tolero que el objetivo sea mi familia", reconociendo incluso que estuvo a punto de dejar la política. "Había amenazas personales hacia mi famlia", confesó, así como que ha tenido que cambiar de vivienda: "Hubo un tiempo en el que se reunía un grupo de 70 personas en la puerta de mi casa para insultarme a mí y a mi familia".
Susanna Griso con Cifuentes
"Estuve a punto de morir tres veces"
Susanna Griso también tuvo la oportunidad de hablar con Cifuentes del desgraciado accidente de moto que sufrió en 2013, en el que estuvo a punto de perder la vida: "Estuve dos semanas en coma, a punto de morirme tres veces", un acontecimiento que dice que le ha hecho mucho más fuerte y que recuerda muchas veces cuando va a sentarse cerca del hospital donde estuvo ingresada. "Sentarme cerca del hospital me transmite paz, porque la sanidad es quien me salvó", admitió.
Susanna dice descubrir en Cifuentes una persona valiente y que transmite seguridad, algo que asumió la presidenta con varias expresiones: "Hay que quererse a uno mismo para que te quieran los demás", "en estos momentos no me importa lo que diga la gente sobre mí" y "hay que tomar decisiones porque cuando no las tomas te equivocas".
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La presidenta dice que le cuesta hablar de temas personales, pero sí que hemos descubierto curiosidades como que ha tenido parejas con ideologías de izquierdas ("no hay ningún problema en tener una pareja con ideología diferente, cada uno tiene que tener su espacio"), que su relación con Manuela Carmena es buena ("me llevo bien con Carmena y le tengo cariño"), que no tiene nada en contra de Esperanza Aguirre, y que volverá a la universidad cuando acabe su función política.