ANÁLISIS

'Toma partido', la versión nocturna de 'Las Mañanas de Cuatro'

El nuevo programa de debate político presentado por Miguel Ángel Oliver mostró un espectáculo de interrupciones y malas formas

Por Irene Coltell El 23 de Febrero 2016 | 09:45

Anoche, día 22 de febrero, a las 21:30 horas, Cuatro estrenaba 'Toma partido', su nueva propuesta para ocupar la franja horaria ocupada hasta hace una semana por 'Gym Tony'. La cadena ha apostado por un programa de debate político presentado por Miguel Ángel Oliver, en el que el público juega un papel decisivo.

Oliver presentó 'Toma partido' como un programa de debate para "confrontar opiniones". El protagonismo lo tendrán sus cuatro invitados, que variarán en cada programa (serán líderes de opinión, periodistas, analistas políticos...), pero también las 100 personas que conforman el público. Como el nombre del programa indica, estas tendrán que "tomar partido" y serán partícipes en varios momentos del programa a través de sus votos.

Miguel Ángel Oliver, presentador de 'Toma Partido'

El público también toma partido

La mecánica del programa es la siguiente: Miguel Ángel Oliver presenta a los cuatro invitados de la noche y anuncia los tres temas de los que se debatirá durante ese programa, en forma de preguntas. Los temas serán de corte político y actuales, de especial relevancia mediática durante la jornada.

Unas horas antes del programa, la web de Cuatro realizará una encuesta pública para que el público vote a favor o en contra de los temas propuestos. Pero el verdadero protagonista será el público presente en el plató, ya que esté puede votar su aceptación o disconformidad con el tema a través de un mando con dos botones de "Sí" o "No". Así se realiza un sondeo rápido para saber la opinión de las personas presentes.

Los cuatro invitados ocupan el lugar central del plató. No tienen asiento, y están de pie frente a un atril, imitando el estilo de un debate electoral. Este atril cuenta también con un botón para el "Sí" y otro para el "No", y los invitados se posicionarán a favor o en contra de cada tema propuesto. A partir de este momento, tendrán que defender su posición frente a la de los demás asistentes con razones y argumentos. Al acabar el debate de cada tema, el público volverá a votar para ver sí su opinión ha cambiado tras escuchar los argumentos de los invitados.

Encuesta realizada horas antes a los espectadores

Invitados y discrepancias

Los invitados de la primera emisión de 'Toma partido' fueron Ernesto Ekaizer, Ketty Garat, Cristina Fallarás y Miguel Ángel Rodríguez, rostros frecuentes de Las Mañanas de Cuatro, otro de los programas de corte político de la cadena. Los temas a tratar durante este programa causaron grandes discrepancias entre los invitados.

El primero de ellos fue: "¿Será Pedro Sánchez presidente?", a raíz de la reunión celebrada entre partidos de izquierdas. Este tema generó la primera controversia de la noche, ya que tan solo Miguel Ángel Rodríguez votó que no, aunque consiguió cambiar la opinión de Cristina Fallarás. Los resultados de la votación del público, por otra parte, fueron muy igualados.

Las otras dos cuestiones a tratar fueron "¿Hay una cacería judicial contra el PP?", donde una vez más Rodríguez quedó solo en su posición frente a la del resto de invitados, y "¿Merece Rajoy ser declarado persona non grata en su ciudad?". Las opiniones de los contertulios fueron muy variadas, y algunos de ellos estuvieron a punto de perder los papeles en más de una ocasión. "No se puede generar odio", expresó Rodríguez ante la última cuestión. Por su parte, Garat afirmó que "la política no debe de ser un circo, no se debe declarar a alguien persona non grata ni enemigo público número uno".

Miguel Ángel Rodríguez durante el programa

Falta de innovación, malas formas y elementos comunes con 'Las mañanas de Cuatro'

Lo que comenzó como un debate formal, con el presentador actuando de moderador, acabó convirtiéndose en un espectáculo de interrupciones y malas formas. Los invitados comenzaron a alzar la voz y a pisotear los argumentos de los demás, mientras Oliver olvidaba su cometido y pasaba a convertirse en un espectador más.

Por otro lado, 'Toma partido' se presentó como un programa novedoso sobre debate político, pero lo que se vio anoche distaba bastante de lo que se prometía. Los temas a tratar y el formato en el que se plantearon recordaban bastante a 'Las mañanas de Cuatro', uno de los programas estrella de la cadena sobre tertulia política, y que los invitados fuesen colaboradores comunes de este espacio tampoco ayudó, ya que muchos espectadores creyeron que estaban viendo una versión nocturna del mismo. Por otro lado, los debates de los asistentes al plató acabaron cayendo en una tertulia sin fin que recordaba también a las situaciones vividas a diario en el programa matinal de Cuatro.

En principio, en 'Toma partido' veremos a invitados diferentes cada noche, por lo que habrá que juzgar cómo funciona el programa con contertulios que no aparezcan diariamente en otros programas del canal de Mediaset España. Como conclusión, se puede decir que en esta primera emisión del programa de debate político faltó bastante seriedad y sobró mucho espectáculo.