Crítica: 'Madres forzosas', todo lo que queremos y tememos ver en una secuela

La nostalgia, ese sentimiento, gran enemigo de la razón y la cordura. ¿Cuántos de vosotros no habéis revisionado vuestra serie o película favorita de la infancia y, con perspectiva y madurez, habéis caído en la cuenta de que esta no era tan buena, graciosa o entrañable como recordabas por culpa de esta sensación?

Quizá fuiste de los que te alegraste cuando Netflix anunció que se había puesto manos a la obra para producir un revival de 'Padres forzosos', la icónica serie de televisión que Antena 3 emitió durante años en su sobremesa. Y es que, ¿cuántas veces nos hemos quejado de que ya no se hacen series así?

Tal vez el problema sea ese, el pensar que una serie como 'Madres forzosas' tendría vigencia en nuestro tiempo, compartiendo parrilla con ficciones como 'Modern Family', que enseñan e inspiran valores con una fórmula que poco tiene ya que ver con la televisión que se hacía en los años 90. Maldita nostalgia.

La premisa de la serie de sencilla. Al igual que ya ocurriera en 'Full House', el personaje principal de la ficción, en este caso DJ Tanner, queda viuda y a cargo de 3 maravillosos y traviesos niños a los que no puede meter en cintura ella solita. Con ayuda de su hermana Stephanie y la maravillosa Kimmy Gibbler, que acaban haciendo de la antigua casa de los Tanner su primera vivienda, la encantadora Donna Jo acabará afrontando la muerte de su marido. Original, ¿eh?

En vez de reinventarse como solo esta ficción podría haberlo hecho, 'Fuller House' cae en la autoparodia; los chistes manidos sobre caca, culo, pedo y pis que tan bien hubieran funcionado en los años 90; y en continuas evocaciones y reciclaje de tramas de la serie madre.

'Madres forzosas' podría haber sido una perfecta TV movie o, incluso, una pequeña reunión en forma de sketch de un cuarto de hora filmado exclusivamente para un show de variedades estadounidense. Y es que, pese a que la idea de resucitar una ficción por todo lo que esta supuso para el público de una generación sea atractiva, el negocio audiovisual debería ser capaz de ver en una ficción algo más que un producto formulado para hacer caja.

En un panorama televisivo en el que es difícil decantarse por elegir el serial que merece robar parte de tu tiempo libre y de tu atención, debido a la amplia oferta, un producto como 'Madres forzosas' debería ser capaz de reivindicar su razón de ser y demostrar su valor para justificar su existencia. A pesar del buen hacer de Netflix y de las buenas intenciones de su simpático y carismático elenco protagonista, 'Fuller House' no pasa esta prueba.