Serie relacionada
Las relaciones amorosas en 'Anatomía de Grey' la mayoría de las veces no acaban en buen puerto. Ya sea por muerte, accidente o terceras personas, pocas son las parejas que logran acabar felices y juntas para siempre. April y Jackson han sido las últimas víctimas y su bonito matrimonio quedaba destrozado tras la muerte de su bebé y el distanciamiento que este suceso provocó. Ahora, Jackson no aguanta más peleas y discusiones pero April no está dispuesta a rendirse tan fácilmente, ¿conseguirán llegar a un acuerdo y firmar el divorcio? Resolvamos nuestras dudas en este nuevo episodio.
El undécimo capítulo de esta temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "Unbreak My Heart", está centrado por completo en Jackson Avery y April Kepner. Desde que se conocieron hasta que se casaron y su posterior ruptura, entre ambos han sucedido un montón de cosas que volveremos a repasar en este episodio para entender los motivos de su actual situación. ¿Quién tiene realmente la culpa de que la relación no haya funcionado? ¿Fue April y su marcha a Jordania? ¿O fue Jackson por no entender que su mujer necesitara cambiar de aires?
Una relación tóxica
El matrimonio entre April y Jackson hace tiempo que está destrozado y aunque han intentado arreglarlo acudiendo a terapia de pareja, la suya es una auténtica relación tóxica donde lo único que consiguen es hacerse daño el uno al otro. Las peleas y las continuas discusiones han sido el detonante final que han llevado a Jackson a dar el primer paso y pedirle a su mujer el divorcio, bajo la incredulidad y negación de una April que no se resigna a darlo todo por perdido.
Desde el principio de la temporada hemos visto cómo el matrimonio comenzaba a tambalearse, hasta que el rencor de Avery hacia April salió a relucir como una bomba de relojería. Además, durante el accidente de Meredith, algunas imágenes nos demostraban que las cosas no funcionaban a pesar de que ambos intentaron buscar ayuda. Gracias a una serie de flashbacks descubrimos que durante la terapia consiguieron algunos momentos de paz, pero siempre había algo que terminaba por estropearlo.
Algunos de esos instantes incluyen una cena en la casa que era de ambos, muy amena y divertida, tratando asuntos del trabajo pero también otros menos importantes, dejando al lado las peleas, hasta que Jackson saca el tema del divorcio. A partir de ahí vuelven a la misma historia de siempre, a echarse en cara todos los fallos del pasado y la única forma que tienen para parar la discusión es volver a caer en el mismo error de siempre: utilizar el sexo para dejar de pelear.
Por lo menos, durante las discusiones entre ambos son capaces de sacar toda el dolor que llevan dentro y explicarnos, aunque a gritos, los motivos que han llevado a cada uno a sentir tanta rabia. Por un lado, April le reprocha que no entienda que necesitaba alejarse para poder comenzar de nuevo porque sentía que se estaba muriendo con tanto recuerdo de Samuel a su alrededor, por otro lado, Jackson le recrimina que le abandonara cuando él también estaba hundido por la muerte del bebé y sólo intentaba recuperarse para cuidar de ella, pero sólo encontraba el desprecio de su mujer y fue entonces cuando April le abandonó.
La historia de Tatiana
Mientras tanto, en medio de todo, y tras unas imágenes iniciales de una joven vestida de novia y Jackson entrando trajeado a verla a la iglesa, está Tatiana, una paciente de Avery, una mujer a la que ha tratado durante años y que conoce toda su historia amorosa. La relación entre ambos comenzó cuando ella ingresó en el hospital con media cara derretida después de que un hombre le arrojara ácido, provocándole graves heridas que requerían de mucho tiempo y cuidados para poder sanar.
Jackson se comprometió con la chica en que sería su compañero durante todo el tiempo que durase la recuperación. Pero la relación paciente-médico fue más allá cuando los asuntos personales entraron en juego. Jackson aprovechaba los momentos con Tatiana para contarle los problemas con April, complicaciones que comenzaron a partir de la muerte de Samuel y los dos viajes a Jordania pero, sobre todo, cuando April se marchó por segunda vez y le pidió a Jackson que le acompañara y él no quiso por los compromisos que tenía en el hospital -que incluían a Tatiana-, eligiendo su trabajo antes que a su mujer.
Finalmente, aunque se estableció una estrecha relación entre Tatiana y Jackson y a pesar de las imágenes iniciales que nos daban a entender que Avery volvía a contraer matrimonio, descubrimos que la boda es entre Tatiana y su novio al que desconocemos y Jackson simplemente ejerce de padrino, acompañando a una radiante y totalmente recuperada novia al altar, como agradecimiento de Tatiana por todos los años en los que el doctor estuvo a su lado cumpliendo la promesa de ser su compañero hasta que lograra volver a ser la que era.
¿Una boda demasiado precipitada?
Retrocediendo más en el tiempo, volvemos al momento en el que April y Jackson se marcharon corriendo de la boda de April. Cuando escaparon todo eran risas, alegrías y estaban de acuerdo en todas las decisiones que tomaban o lograban llegar a un entendimiento sin discutir. Sin embargo, nada más casarse, aunque nunca imaginaban el futuro que se les avecinaba, ya empezaron a notarse las diferencias entre ambos: ella una mujer muy religiosa perteneciente a una familia de granjeros, él un hombre ateo y de una saga familiar de prestigiosos cirujanos.
Y tras este paseo por el pasado, de repente volvemos al presente, a la mesa del despacho donde nuestros dos protagonistas del episodio de esta semana se encuentran reunidos junto a sus respectivos abogados para firmar los papeles del divorcio. Después de tantas discusiones y encontronazos, April acepta aprobar la separación otorgando libertad legal a Jackson. Cuando parecía que poníamos punto y final a una historia que comenzaba a eternizarse, descubrimos una sorpresa final: April está embarazada. ¿Cómo afectará esta noticia a la relación entre ambos? ¿Guardará el secreto April? ¿Qué sucederá cuando Jackson se entere?
