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El pasado siempre vuelve para nuestros protagonistas de 'Anatomía de Grey'. En esta ocasión, la doctora Meredith Grey retrocederá hasta su primer día en el hospital cuando trató a su primer paciente. Pero no será la única que tendrá que hacer frente a viejos fantasmas, Amelia y Riggs también lucharán contra algunos de sus temores que les impiden avanzar hacia una nueva vida. Adentrémonos en este nuevo episodio.
En el duodécimo capítulo de esta temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "My Next Life", Meredith tendrá que lidiar con dos pacientes al mismo tiempo. Por su parte, Amelia pondrá a prueba sus cualidades como neurocirujana atendiendo a una antigua paciente de Derek. DeLuca será elegido por Webber como "su hombre", aunque su propósito diferirá del estrictamente médico. Además, April dudará si contar o no a Jackson su gran secreto.
Secretos compartidos
Tras la noticia bomba que vivimos al final del capítulo anterior, una gran duda nos quedó por resolver, ¿contará April a Jackson que van a ser padres? De momento parece que Kepner prefiere mantener el secreto, aunque Arizona le insiste para que no pierda más el tiempo y le diga a Avery que está embarazada. Sin embargo, April no se siente preparada para dar ese paso y menos después del año que han pasado entre discusiones y enfrentamientos. Ahora ambos están felices y esa noticia sólo complicaría las cosas.
Con sólo unas semanas de embarazo puede ocultar la buena nueva a todos pero, ¿qué hará cuando comience a ser más que evidente? Vivir entre médicos no facilita guardar el secreto y de ello se percata April cuando Karev se preocupa por su estado, ya que no le ha costado averiguar que está embarazada sin que nadie se lo dijera. ¿Se dará cuenta Jackson? ¿Volverán a discutir por no haberle dicho nada antes? ¿El bebé que esperan hará que se reconcilien?
El elegido
Cada año el doctor Webber elige a un interno para convertirse en su mentor y, en esta ocasión, parece que DeLuca ha sido el escogido o por lo menos eso cree el joven tras escuchar atento las palabras de Warren, que le explica el ritual que Richard lleva a cabo año tras año. Emocionado y algo nervioso, DeLuca se presenta ante Webber, pero rápidamente se percata de que su nueva ocupación va a requerir mucha dedicación y sufrimiento, tanto como tener que encargarse de los quehaceres médicos y personales de Richard.
Mientras tanto, cansada de no tener un momento de intimidad con DeLuca y tras enterarse de que Webber le ha elegido como "su hombre", Maggie le confiesa que es su padre biológico y, además, le explica que cree que se ha enterado que están manteniendo una relación. Acongojado, DeLuca recuerda las palabras que tuvo con Richard sobre la mujer con la que se acostaba y los temores comienzan a invadirle pensando que es una venganza por parte de su "suegro".
Sin perder de vista a DeLuca, Webber prosigue con su misión de encontrar una pareja para Arizona. Lo que comenzó como un juego se ha convertido en todo un reto para Richard, que no piensa parar hasta que Arizona esté con la mujer que se merece. Finalmente, tras una sincera conversación con Robbins, Webber llega a la conclusión de que tiene que dejar volar y tomar sus propias decisiones tanto a Arizona como a Maggie, ambas son adultas y van a saber escoger adecuadamente lo que les conviene y, así, por lo menos, se ahorrará tener que escuchar comentarios sobre sus vidas sexuales.
Responsabilidades médicas
La felicidad de Amelia tras haber dejado atrás el alcohol y sus apasionados encuentros con Owen hacen que proponga a Edwards realizar ella sola la próxima operación de aneurisma que llegue al hospital. Pero, para su desgracia, la primera paciente que aparece resulta ser una vieja conocida para Meredith, ya que se trata de la primera paciente que trató el primer día que comenzó en el hospital. Además, resulta que la mujer tiene un aneurisma mucho más grande de lo normal y va a tener que someterse a una arriesgada operación.
Meredith duda de que Amelia pueda tratar como es debido a su paciente, pero no tiene más remedio que dejarla en sus manos. Por si Amelia tenía pocas dudas sobre su profesionalidad y la presión de la doctora Grey fuera insuficiente, la paciente le pregunta si es tan buena como su hermano. Siempre ha estado comparándose con Derek e incluso autoconvenciéndose de que ella es mejor, pero Amelia nunca ha logrado superar ese obstáculo. Sin embargo, si logra realizar esta operación con éxito podría demostrar que es muy buena cirujana.
Por otra parte, Meredith se dispone a darle el alta a una paciente que lleva varios meses luchando contra el cáncer. Después de varias operaciones por fin han logrado deshacerse del tumor y la mujer va a poder rehacer su vida, finalizar sus estudios y reencontrarse con su hijo para demostrarle que ha cambiado por completo. Pero, desafortunadamente, ahora una infección vuelve a complicar las cosas. Meredith no quiere operar para que la recuperación sea más rápida, no obstante, el tratamiento parece no funcionar y no tiene más remedio que llamar a Riggs para que le ayude.
La paciente ha perdido mucha sangre y Riggs aconseja llevarla al quirófano para no perder más tiempo, aunque la doctora Grey prefiere esperar un poco más e intentar convencer a la mujer para que llame a su hijo antes de que sea tarde. Tras conseguir que la paciente se reconcilie con su hijo y acepte acudir al hospital a visitarle, le llevan corriendo al quirófano para salvarle la vida, sin embargo, la paciente fallece en la mesa de operaciones sin tener oportunidad de disfrutar de una segunda vida.
A pesar de que Amelia ha logrado salvar la vida de la primera paciente que Meredith trató en el hospital -demostrando que puede ser tan buena como Derek-, la doctora Grey no puede sentirse contentar tras haber perdido a una paciente que iba a recibir el alta y ha acabado en la morgue. Aprovechando el ambiente lúgubre y su enfado hacia Riggs por la forma que tiene de tratar a las personas, Meredith le pregunta por su versión sobre lo que pasó con Meg, la hermana de Owen que falleció años atrás.
En un intento de convencer a los demás de que no es la mala persona que Hunt intenta que crean, Riggs se deja llevar por los recuerdos y le explica a Meredith que en una misión tuvieron que trasladar a un paciente en helicóptero aunque las condiciones eran nefastas para ello, pero Meg insistió en que ella era la que tenía que realizar el viaje porque era su paciente y tenía que hacerse cargo. Después de ver cómo se subía al helicóptero nunca más volvieron a saber de ella porque el helicóptero desapareció sin dejar rastro.
Gracias a esta historia descubrimos que Hunt responsabiliza a Riggs de la muerte de su hermana por dejar que se subiera a ese helicóptero en lugar de ocupar él su puesto. Meredith ha comprendido que Riggs no tuvo la culpa, fue un desafortunado incidente del que no se le puede culpar ya que todos, como médicos que son, hubieran querido subirse para acompañar a su paciente. ¿Logrará Owen perdonar alguna vez a Riggs? ¿Conseguirá Meredith que Hunt deje de tratar a Riggs como un asesino? ¿Provocará esta confesión un acercamiento entre Grey y Riggs?
