'Pretty Little Liars' sigue las aventuras de cuatro jóvenes que se enfrentan a un peligroso acosador tras las misteriosa desaparición de una de sus mejores amigas. Él éxito de ABC Family (ahora FreeForm) finalizó este pasado miércoles 16 de marzo la emisión de su sexta temporada, planteando nuevos interrogantes.
Durante esta entrega pudimos conocer el gran misterio de la ficción: La identidad de A. Tras revelarse el secreto la serie podría haber finalizado, pero el canal decidió renovarla por una temporada más. ¿Era necesaria esta renovación, o debería haber terminado la serie tras esta revelación? En FormulaTV.com analizamos los pros y los contras de esta continuación.
¿Debería haber terminado 'Pretty Little Liars' tras la revelación de A?
Debería haber terminado porque...
'Pretty Little Liars' ha estirado sus tramas hasta extremos imposibles. ¿Cuántas veces ha parecido que habían capturado o desenmascarado finalmente a A? Ya hemos perdido la cuenta. Cuando por fin se desenmascaró la verdadera identidad del gran enemigo de las "pequeñas mentirosas", parecía que todos los cabos habían sido atados. Pero no, aún quedaba media temporada y ¡una temporada entera más!
Tras conocer la historia de A, ya no quedaba nada por contar. Como excusa, se hizo un salto en el tiempo en el que las protagonistas vivían su maravillosa vida fuera de Rosewood. Pero, tras una misteriosa muerte, las chicas vuelven para enfrentarse a un nuevo enemigo, que vuelve a utilizar la formula del anonimato y los mensajes de móvil acusadores para atormentar a las chicas. El colmo de la originalidad.
Por otro lado, los personajes son cada vez menos interesantes, sobre todo esos secundarios que aparecen y desaparecen como Pedro por su casa. Lucas, Melissa, Jason, los padres...Cada dos o tres capítulos hacen su aparición para soltar sus dos frases reglamentarias y ya nadie vuelve a saber nada de ellos.
Los "culebrones" de las protagonistas merecen mención aparte. Sus nuevos novios tras el salto temporal, personajes totalmente insulsos y metidos con calzador, solo han servido para que todos sepamos que van a volver con Caleb, Ezra y Toby a la primera de cambio. ¿Para qué se han molestado?
Solo queda una temporada, en principio, para que 'Pretty Little Liars' llegue a su fin, y la mayoría acabaremos la serie solo por saber qué "inesperado" giro final han pensado los guionistas. Pero, para muchos, el camino hasta aquí ha sido duro, sufriendo los enamoramientos de las protagonistas, los mil personajes que parecían malvados y luego solo querían ayudar, la ineptitud de la policía de Rosewood...
Imagen promocional de la sexta temporada de 'Pretty Little Liars'
No debería haber terminado porque...
Después de ser testigos del paso de Spencer por un sanatorio mental, de ver resucitar a Alison, de descubrir que el cambio de sexo de Cece era la clave del misterio, de que Mona muera y resucite, de que a Aria casi la achicharren viva, de que Emily done sus óvulos y se los roben... Después de tanto drama, giro imposible, increíble y descabellado, no podemos abandonar. No solo no podemos, sino que en el fondo no queremos.
Y es así, 'Pretty Little Liars' sigue ahí porque su audiencia fiel disfruta con las mamarrachadas cada vez más locas que se esconden detrás de un argumento estirado, ninguneado y vapuleado como pocos. La coherencia parece brillar por su ausencia la mitad del tiempo, mientras que a lo largo de la otra mitad todo parece encajar misteriosamente, una mezcla bizarra e inaudita que termina resultando extrañamente adictiva.
Al final el que ha llegado hasta este punto tras descubrir su esencia, no va a descolgarse ahora, uno de los mejores momentos, ese en el que podemos ver los amores más descolocados que nunca y a unas pretties que en su etapa adulta siguen como en el insti, siendo acosadas una vez más. Ahora que hemos reseteado la serie hasta volver a los inicios, como si tuviéramos la necesidad de repetir el mismo viaje.
La cosa ha llegado a un punto de sentarse a ver la serie entre amigos, palomitas, pipas o cualquier snack en mano, criticando más que un corro de abuelas en la puerta de la iglesia, y eso un aliciente tan válido como cualquier otro e incluso más potente. Lo monas o menos monas que van las protagonistas, las nuevas relaciones, los descubrimientos, los personajes que aparecen y desaparecen según conviene... Jugosísimo todo.
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