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La cosa está muy caliente en este show, y es que ya solo queda un capítulo para que la segunda temporada concluya. Parece que en este episodio se han aclarado bastantes cosas, pero siempre quedan aspectos por resolver en 'How to Get Away with Murder'. Veamos todo lo sucedido en la decimocuarta entrega de la serie.
Un pasado retorcido
La acción comienza donde lo dejamos en el anterior capítulo. Philip se abalanzó sobre Annalise, que le pedía ayuda por teléfono a su querida Eve, pero, finalmente, consigue zafarse del enemigo y salir corriendo por la puerta. Tras un breve paso por comisaría, donde se reúne con Eve, se va a su casa, y les dice a sus alumnos que no salgan de allí, pase lo que pase.Como si no hubiera ya suficiente lío, a la casa acude Nate. Michaela informa a Keating de que Caleb ha desparecido, y le dice que todo es su culpa. Eve le echa en cara a Nate que la policía no está haciendo suficiente para resolver el caso, pero a Annalise no le hace ninguna gracia la acusación. Antes de irse su compañera, Wes le dice que aún tienen que hablar sobre su madre, pero Keating interviene y le promete que la conversación la tendrá con ella.
Las cosas no mejoran ni un ápice, porque el fiscal Denver interroga a cada uno de los aprendices a abogado de forma individual. Asher se siente culpable por todo, y le pide perdón a sus compañeros, pero Bonnie señala que la culpa del asunto la tiene aquel que asesinó a Lila. Connor quiere contarle todo a su novio, pero le convencen de que no es una buena idea, y Wes le echa en cara a Laurel haberle ocultado el documento que decía que él asesinó a su madre.
Annalise no puede con la presión, y se emborracha en su despacho. Al preguntarle Bonnie por Wes, su paciencia sobrepasa el límite, y echa a todo el mundo de su casa, menos al chico. En los flashbacks, la policía interroga a Wes, ante la atenta mirada de Keating y Eve. Nadie tiene demasiado claro que sea un suicidio, y la abogada estrella va a por Wallace Mahoney, a preguntarle por qué la fallecida le tenía tanto miedo.
Annalise le pide a Eve que declare ante la policía que Rose estaba amenazada por los Mahoney, pero ésta se niega. La profesora pretende hacerlo ella misma, pero en el camino en coche, otro vehículo se la lleva por delante y acaba en el hospital. Sam va a visitarla y se encuentra con Eve, que le informa de que dejará el caso, pues, al fin y al cabo, ella está bien, pero acaba de perder al hijo que ambos esperaban.
Tras esto, vemos momentos anteriores, en los que Keating le dice a la cara a Mahoney que él violó a Rose, y le cuenta en el presente a Wes que es hijo del tal Wallace. En otro orden de cosas, Michaela, bien borracha, se acaba liando con un no menos entonado Asher. Laurel se presenta en la puerta de Annalise, a decirle que ella tiene la culpa de todo, desde que le pidió a Frank que matara a Lila. Tras esto, la abogada no puede más y se va a casa de su madre a por un poco de consuelo.