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La segunda visita de Pablo Iglesias a 'El hormiguero' transcurrió en un ambiente más relajado que en la primera entrevista previa a las elecciones del 20 de diciembre. El distanciamiento de Iglesias y Errejón, el beso con Domenech, los papeles de Panamá, la investidura fallida del pacto PSOE-Ciudadanos y la última gala de los Goya estuvieron presente durante toda la entrevista.
El número uno de Podemos resta importancia a sus diferencias con Errejón tras el cese de Sergio Pascual de la Secretaría de Organización, y atribuye las discrepancias a una simple "discusión que da madurez y refuerza" al partido. Sobre el reciente escándalo de los papeles de Panamá Iglesias argumenta que "hay señoritos de traje y corbata que han robado, hay que expulsar a esos radicales".Sabes que me gusta trasnochar @Pablo_Iglesias_. Aquí ando viéndote en el @el_hormiguero :-P #PabloIglesiasEH
? Íñigo Errejón (@ierrejon) 4 de abril de 2016
"Es muy difícil que gobernemos juntos, somos muy distintos en política económica" explica el líder de la formación morada respecto a Rivera e ironiza sobre el papel de "Epi y Blas" Sánchez y Albert juegan en el Congreso: "Van a todas partes juntos Últimamente".
El árbol de la discordia
Pablo Motos quiso tener un gesto de cortesía con Iglesias y le emplazó a repetir una sección del programa que por motivos del directo no pudo entrar al completo en la anterior ocasión. Motos explica que iban "muy justos de tiempo, tomé una decisión mala, la cagué ya que esto era mejor que seguir y quite esta sección de 'podemos literal' y me criticaron mucho diciendo que Antena 3 había censurado a Iglesias". Iglesias por su parte le quita hierro al asunto y bromea con un "nos van a dar pero bien" -alusión al comentario de dos presentadores del informativo de la cadena tras una información que afectaba al tercer partido más votado-.
Pablo Iglesias podando el árbol
El líder de la formación morada agarra las tijeras de podar y comienza el juego por las sicavs. La "ley mordaza", el concordato con la iglesia, la reforma laboral, la amnistía fiscal, el aborto libre y la monarquía caen al suelo bajo los aplausos del público hasta que se topa con el reagrupamiento de los presos de ETA.
Y es que tras explicar que "las penas para que las pague quien ha cometido un delito y no sus familiares" y subrayar que "la ley española especifica que cualquier preso tiene derecho a cumplir condena cerca de donde viva su familia", el silencio se apodera del plató. Un silencio que manifiesta la incomprensión del público con Iglesias.
Por último, el político se pone serio al podar la hoja de Andrés Bódalo y opina que le parece "una vergüenza que de la Serna esté en el Parlamento, que a Rato le reciba el ministro del Interior y que por el contrario un jornalero que lleva trabajando desde los diez años tenga que pasar tres años en prisión".
