CRÍTICA

Crítica: 'La embajada', una gran serie que podría brillar mucho más

FormulaTV.com ha podido asistir a la proyección del primer capítulo de la ficción. Te adelantamos sus puntos fuertes y débiles.

Por Víctor Morales El 10 de Abril 2016 | 10:24

Si hay un matrimonio televisivo que ha dado grandes resultados ese ha sido el formado por Antena3 y Bambú Producciones. En el marco del FesTVal de primavera de Albacete, se ha presentado su última nueva apuesta: La embajada', ficción que se mete de lleno en la política y la corrupción. Se trata de la primera apuesta por una trama así desde una cadenal generalista. Esto, junto a lo exótico de Tailandia, lugar donde se desarrolla la historia, se convierten en sus principales bazas incluso antes de empezar a verla.

Ambición, infidelidad, lujo, poder, conspiración, política, intriga, amor, corrupción y pasión son los principales ingredientes de 'La embajada'. Tiene como punto de partida la llegada de Claudia (Belén Rueda) a Bangkok para ayudar a instalarse a su marido, Luis Salidas (Abel Folk), el nuevo embajador español en el país del sureste asiático, dispuesto a acabar con todas las corruptelas y malas prácticas, lo que significará el principio del fin de su familia.

FormulaTV.com ha tenido la oportunidad de ver el primero de los once capítulos con los que cuenta la primera temporada de la nueva serie del grupo Atresmedia Televisión que mezcla la sobresaliente interpretación de los actores, un tema poco tratado desde la ficción televisiva y un emplazamiento ideal que, de haberse rodado allí, podría haber hecho brillar a 'La embajada' con luz propia.

Abel Folk y Belén Rueda protagonizan 'La embajada'

Sobresaliente elenco protagonista

Bambú se caracteriza por contar con importantes nombres del mundo de la interpretación para dar vida a los personajes de sus productos. La primera e indiscutible gran estrella es Belén Rueda ('B&b, de boca en boca'). La actriz, que curiosamente vuelve a dar vida a una periodista, encaja a la perfección en el perfil de Claudia. Mantiene la clase que una mujer de su status posee y consigue el dramatismo y la tensión justa cuando las cosas empiezan a torcerse. Otro que despunta entre el ya de por sí sobresaliente elenco es Raúl Arévalo ('Con el culo al aire'). El madrileño se transforma en el astuto y turbio Eduardo, segundo de la embajada, al que dota de un magnetismo que traspasa la pantalla demostrando ser uno de los mejores actores de nuestro país.

Abel Folk ('Isabel') y Chino Darín son los rostros más desconocidos para el gran público. Para el primero supone el primer papel protagonista en una serie y queda a la altura en su personaje de embajador. Consigue una gran sintonía con Rueda y con su rotunda voz (es el doblador de Pierce Brosnan) crea un personaje rotundo y creíble. Por su parte, el argentino traslada toda la potencia a su mirada y cede parte de su encanto natural al personaje.

Mención merece también Carlos Bardem ('Club de cuervos'), que se transforma en Paco Cadenas, un empresario corrupto completamente en las antípodas del actor, lo que llama poderosamente la atención ya que lo borda sin problemas a base de duras sonrisas y gran presencia. En el primer capítulo se presentan sucintamente a todos los personajes y muchos prometen, como el de Tristán Ulloa ('Gran Reserva') y Melani Olivares ('Aída') mientras que a Maxi Iglesias ('Física o química') se le vuelve a ver en el cómodo papel al que ya nos tiene acostumbrados.

'La embajada', nueva serie de Antena 3

Buena historia a la que le hace falta más ritmo

'Crematorio' fue la primera serie que se adentró en una trama política. A diferencia de 'La embajada', el personaje principal de la de Canal+ era un corrupto mientras que en esta se trata de un hombre honesto intentando sobrevivir y poner orden en un entorno putrefacto. En tiempos como los que atraviesa España este tema se convierte en algo necesario, por lo que de entrada la historia resulta potente y atractiva.

Lo es, y para ello sigue un ritmo pausado que no estaría mal si no fuera porque a veces peca de languidez. Una trama así podría tener algo de más viveza aderezada con una música más envolvente, ya que esta no destaca. Quizás bastaría con recortar la duración del capítulo en beneficio del resultado final. Es este el mayor problema de la serie que acertadamente utiliza el recurso de comenzar por el final para después saltar un año antes y que el espectador vea cómo se ha llegado hasta allí.

Durante el primer episodio, titulado "La mano en el fuego" se ponen las cartas sobre la mesa para que así de comienzo la partida. La telaraña se ha tejido aunque habrá que profundizar en los personajes para entender según qué cosas ya que las relaciones, la ética y la moral juegan una baza fundamental en 'La embajada'. Es una pena, sin embargo, que la labor de promoción de la serie haya acabado con la emoción del episodio. Los dos platos fuertes que contiene ya se conocían desde hacía tiempo, lo que ha quitado emoción al piloto.

Primer capítulo de 'La embajada'

Localización exótica a base de croma

Nada más y nada menos que Tailandia ha sido el escenario elegido para que se desarrolle 'La embajada'. La apuesta era ambiciosa y un escenario así podría dotar a la serie de una calidad visual inigualable. Sin embargo, se ha grabado en Madrid recreándose algunos escenarios y recurriendo al croma en otras. Los efectos están bien conseguidos la mayor parte de las veces y realmente logran trasladarte al país asiático. En otras, sin embargo, queda en evidencia estropeando así la armonía.

'La embajada' tiene una buena factura y visualmente, pese a estos errores, resulta atractiva. 'El tiempo entre costuras' viajó más allá de nuestras fronteras y 'Mar de plástico' se fue hasta Almería para desarrollar lo que allí sucedía demostrando el valor de los escenarios reales. Las ambientaciones no son perfectas y en algunos casos pueden sacarte de la historia.

Se mantiene el nivel. La nueva serie de Antena 3 apunta alto y pese a algunas cosas a pulir, logra un notable resultado que engancha y envuelve. Se ha definido como un thriller emocional, una historia sobre la moral y el precio de las personas con un trasfondo político. Es diferente y España está preparada para algo así.