Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha aprobado una declaración en defensa de la libertad de prensa y de los derechos a la libertad de expresión y a la información, pilares básicos de toda sociedad democrática porque proporcionan a los ciudadanos la información que necesitan para ser libres.
Aunque en su comunicado no hace ninguna referencia directa a casos concretos, rápidamente se no vienen a la mente las presiones y las represalias que en los últimos días se han tomado contra profesionales de Televisión Española y especialmente contra los de Prisa por hacerse eco de informaciones contrastadas del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación."Los derechos a la libertad de prensa, a la libertad de expresión y a la información exigen una defensa y una protección perseverantes porque son muchos y constantes los intentos de los diferentes poderes por controlarlos, limitarlos y hasta tratar de anularlos, sobre todo cuando los medios sacan a la luz sus abusos.
Todos los días comprobamos lo lejos que estamos de poder considerar que la libertad de prensa es un terreno conquistado en nuestro país, como lo demuestran los recientes casos de acoso y de amedrentamiento a distintos periodistas por el hecho de haber cumplido con su trabajo y con su función.
La libertad de prensa es atacada y se resiente cuando desde algún poder, sea este el que sea, se intenta amedrentar a los profesionales de la información con el propósito de que sus crónicas adquieran un sesgo más conveniente para sus intereses, independientemente de que ese sesgo responda o no a la verdad de los hechos o al criterio profesional del periodista.
Se resiente y es atacada cuando se ejercen represalias contra los periodistas que publican informaciones que molestan o denuncian a quien tiene la capacidad y el poder de represaliarlos, por más que esa información sea veraz y esté debidamente acreditada".
Amenazas menos directas
Según la APM, existen también "otro tipo de amenazas a la libertad de información que son menos evidentes en su forma pero que tienen consecuencias igualmente dañinas en su resultado.
La inmediatez, la urgencia o la competencia desaforada no pueden ser argumentos que justifiquen una mala noticia
Hablamos de los despidos masivos y de las drásticas rebajas salariales. Esas medidas crean entre los profesionales un clima tal de precariedad, de inseguridad y de temor que debilitan muy gravemente la capacidad de las redacciones de defender y practicar una información libre, independiente y objetiva en la medida de lo humanamente posible. Es decir, hacen frágiles a los periodistas en su capacidad para resistir e ignorar las presiones, no importa de donde vengan.
Y cuando esas presiones consiguen vencer la resistencia del profesional, este deja automáticamente de ser un intermediario entre los poderes y la ciudadanía y pasa a convertirse en un "topo infiltrado" entre los que todavía ejercen como verdaderos periodistas.
Por todo esto, la APM reafirma que la defensa de la libertad de prensa que garantiza el derecho a la libertad de expresión y de información es una obligación irrenunciable de todos los periodistas, especialmente cuando se producen intentos de limitarla o hacerla desaparecer.
Los periodistas fracasaríamos en esa defensa si sacrificamos principios fundamentales de nuestra profesión, como son la independencia, el rigor, la verificación, el respeto de los derechos de los demás al igual que exigimos el respeto de los nuestros. La inmediatez, la urgencia, la competencia desaforada, no pueden ser argumentos que justifiquen la transgresión de tales principios".