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Samanta Villar: "Decidí mostrar el parto porque me parecía una traición no estar a la altura de mis personajes"

La periodista estrena '9 meses', un reportaje que pretende terminar con la imagen idealizada de la maternidad.

Por Berta F. del Castillo El 4 de Mayo 2016 | 12:13

Samanta Villar

Samanta Villar vuelve a Cuatro este miércoles 4 de mayo con su reportaje más íntimo, '9 meses' de vivencia única en su camino a la maternidad, que pretenden ser "un relato fiel de la realidad" que muestre "esos grises" que también forman parte del embarazo.

"Quería explicarlo todo e influir en esa mitificación", comenta la periodista cuando asegura que "hay una idealización de la maternidad" y de cómo ser madre, que influye en el discurso que suele verse en los medios de esta experiencia. ¿El objetivo de Villar? Contar "otras modalidades", como el caso de una madre más madura, una familia del poliamor o una inseminación casera.

El viaje, también lleno de momentos duros, como los "tres meses con nauseas" que fueron infernales para la reportera, concluye en un parto televisado que en un principio Villar no quería mostrar. "Al final a última hora hablé con mi chico y le dije: 'mira, hay tal grado de compromiso de los personajes con este programa, nos han enseñado tal grado de intimidad y han sido tan generosos... que me parece una traición no estar a su mismo nivel".

Así la periodista se lanzó a compartir ese momento con su equipo y con la audiencia, consciente de que quizá suponga un impacto para algunos espectadores. "Habrá gente que se sorprenderá en España porque una presentadora muestre sus partes en televisión, habrá gente que lo criticará, sí, pero no nos tiene que importar eso. A nosotros nos tiene que importar nuestro programa y nuestros personajes", asegura Villar muy segura de su trabajo y preparada para hacer frente a los comentarios, gracias al "entrenamiento" que tuvo con las críticas con '21 días'. "Fueron feroces, ahí ya hice mi proceso de aprendizaje y ya tengo callo", cuenta la reportera haciendo alusión a los comentarios que ha generado la nueva conductora del programa, Meritxell Martorell.

"Hablé con Meritxel antes de empezar el programa y lo único que le dije es que se sintiera tranquila y libre, que disfrutara y que fuera ella misma, eso es lo más importante", dice Villar tras comentar que "era muy complicado" lanzarse con el tema de la prostitución, "porque encontrar un punto equilibrado en un mundo en el que pesa lo políticamente correcto, es muy difícil", algo que Martorell no hizo del todo mal, en opinión de esta periodista que estaría encantada de volver al programa.

¿Cómo reaccionó tu pareja cuándo le dijiste que querías realizar este reportaje?

Mi pareja por supuesto dio su consentimiento mucho antes de proponérselo a Boca a Boca. Él además es periodista, por lo que entendió perfectamente que era una historia muy bonita. Yo creo que hay un momento en el que no puedo evitar vivir mi vida con ojos de periodista y pensé que esta era una historia preciosa. El descubrimiento de cualquier persona de su propia maternidad es una historia muy bonita, y además si encima podemos ir conociendo otras maternidades fuera de lo común y hacer un buen programa, es que es una oportunidad única. Él lo vio enseguida y dijo: "sí, sí, para adelante". Él, mi familia, su familia, a todo el mundo le pareció un proyecto precioso.

¿A qué te refieres cuando dices que has tenido la oportunidad de compartir la maternidad con gente que tiene un concepto único de la misma?

Piensa que hay una idealización de la maternidad, hay un estándar de lo que tiene que ser la maternidad y cómo ser madre, y luego hay otras modalidades que no encajan con eso. Por ejemplo, una madre de más de 50 años, una familia del poliamor que tiene un hijo, es decir, parejas que no son monógamas, y no tienen relaciones sexuales esporádicas, sino relaciones amorosas estables; o una inseminación casera con semen comprado en Dinamarca. Son maternidades fuera de lo común, que te hacen reflexionar alrededor del concepto de la maternidad. Yo cuando veo cosas que no encajan con la narrativa de la maternidad, las destapo. La maternidad no es ese estado ideal en el que se tiene que encontrar una mujer, sino que tiene muchos inconvenientes. Claro que tiene sus pros y sus ventajas y sus momentos maravillosos, pero también tiene otros que son infernales, entonces pensé que quería explicarlo todo e influir en esa mitificación. El programa es un relato fiel de la realidad.

Samanta se graba con su barriga de embarazada

¿También vamos a poder ver esos momentos de miedos y dudas y los instantes más íntimos?

Todo. Vamos a ver todo lo más íntimo. Desde el momento en el que yo averiguo que estoy embarazada, hasta el parto, y ya no solamente las dudas y los miedos, sino los inconvenientes, las pegas, los sacrificios de estar embarazada. No es un periodo solo de incertidumbre, es un periodo de gran sacrificio también, el embarazo y la maternidad, y vamos a hablar de eso, porque muchas mujeres se sienten culpables por no vivirlo con el estado excelso con el que se supone que lo tienes que vivir, pero es que la realidad es mucho más prosaica, tiene mucho más gris de lo que nos han contado, y esos grises son los que nos interesaban.

¿El programa habla también de la dificultad de algunas madres a la hora de concebir?

No ha sido tanto eso como buscar esas maternidades extraordinarias, y en ese extraordinario hemos entrado en una gestación subrogada, o en una inseminación casera de una pareja de lesbianas, una inseminación casera que se hace comprando semen en Dinamarca, porque allí es legal venderlo, e incluso venderlo de donantes no anónimos, cosa que en España está prohibido. Ahora por internet lo puedes comprar, y muchas mujeres lo están haciendo, porque además es mucho más económico que una inseminación en una clínica en España, con lo cual esto es una maternidad extraordinaria, que tiene un punto subversivo que me interesaba mucho.

¿Con cuántos episodios cuenta '9 meses'?

Son tres programas, tres documentales, de los cuales cada uno cubre aproximadamente un trimestre de mi embarazo, y en cada trimestre yo voy conociendo a esas parejas que viven una maternidad extraordinaria y de ellas voy aprendiendo, voy pidiendo consejos, voy conviviendo con ellas. La idea, tanto en mi caso como en el de las otras maternidades, es que mostremos una diversidad en el concepto de la maternidad que nos parecía que faltaba en los medios de comunicación, por esta narrativa de la mitificación, de que hay un relato lineal que afirma cómo tiene que ser la maternidad y no, la maternidad es de muchas maneras diferentes. Son tres programas de una hora cada uno que cubren realidades muy distintas.

Sintiendo las pataditas de los mellizos

¿Te ha resultado más fácil o más complicado realizar este programa tan personal?

Para mi una cámara ya no significa nada, es como un té por la mañana. No se como decirte... Yo soy yo, todo el tiempo, con cámara o sin cámara, para mi no es problema. Mi reto era ver como mi pareja reaccionaría ante una cámara. Es verdad que había momentos en que decíamos, "¿cómo nos vamos a sentir?", pero es que éramos nosotros quienes lo grabábamos, quienes lo montamos... Al final éramos los dueños de nuestro trabajo, algo que nos hizo sentirnos muy cómodos y por eso también ha salido todo muy bien.

¿Estuviste segura de que querías mostrar el parto desde el principio?

Al principio pensamos "no, el parto que no se vea", y luego al final a última hora hablé con mi chico y le dije: 'mira hay tal grado de compromiso de los personajes con este programa, nos han enseñado tal grado de intimidad y han sido tan generosos... Hemos visto intimidades, partos, operaciones intrauterinas, cosas realmente tan personales, que me parece una traición no estar a su mismo nivel'. Yo también tengo que mostrar todo lo mío, hasta el parto. También cuándo llegó ese momento y estábamos grabándolo, estaba con compañeros con los que llevo años trabajando, me hacía ilusión que estuvieran allí. Habrá gente que se sorprenderá en España porque una presentadora muestre sus partes en televisión, habrá gente que lo criticará, sí, pero no nos tiene que importar eso. A nosotros nos tiene que importar nuestro programa y nuestros personajes.

¿Te dan miedo las críticas?

Tuve mucho entrenamiento con las críticas con '21 días', fueron feroces, ahí ya hice mi proceso de aprendizaje y ya tengo callo. Me di cuenta de que cuando estas expuesta todo el mundo opina y cuanto más éxito tenga el programa más críticas tendremos. De la misma manera que no te puedes dejar arrastrar por los elogios, que también son muchos, tampoco puedes dejar que te afecten las críticas. Estoy muy tranquilla con lo que hemos hecho. Es un trabajo muy bonito, es muy interesante periodisticamente hablando, muy potente y no perjudicamos a nadie, ¿por qué no lo íbamos a hacer? Yo entiendo que alguien no quiera enseñar su intimidad y su parto, lo que no entiendo es que critiquen a quién quiera hacerlo. Yo no perjudico a nadie, por favor usted no me perjudique a mi.

Cansada de las nauseas

¿Te has autocensurado en algún momento?

No es autocensura, pero claro que ha habido cosas que no nos ha apetecido compartir, pero como nuestros personajes, que también tienen sus cosas que han preferido no contar. Son 9 meses de embarazo y tres horas de televisión, da tiempo a todo, incluso a que tengas tu espacio.Vamos a contar aquello con lo que nos hemos sentido cómodos. A mis personajes les dije lo mismo: "¿no te sientes cómodo con esto? No pasa nada, ¡hay mucho más por contar!".

¿Cuáles han sido los momentos más duros? ¿Han tenido relación con el embarazo o con el hecho de televisarlo?

El momento más duro para mí no es porque haya sido televisado, porque ya estoy acostumbrada, son muchos años con la cámara. Lo más duro ha sido el primer trimestre del embarazo porque estuve tres meses con nauseas y eso fue infernal. Y lo más infernal es que la gente te dice disfruta del embarazo. Ese cliché. Encima tienes que sonreír porque la gente trata de ser amable. Estas en el infierno y sonriendo. Esa es la mitificación de la maternidad. Uno de mis personajes me dijo: "que te sea lo más corto posible". Un embarazo puede ser una cosa maravillosa para algunas mujeres, y para otras es un sacrificio, físico y emocional y nadie lo cuenta así. El patriarcado heterosexual de toda la vida te dice que la maternidad es lo más maravilloso que te puede pasar, cuando también tiene grandes inconvenientes que habría que destacar también. Ser madre puede ser un shock tremendo. ¿ Por qué vienen las depresiones post parto? Porque tu vida anterior se destruye. Si hablásemos más de todo esto quizá habría menos depresiones.

¿Cómo estas llevando la conciliación de la vida laboral con la personal?

Ahora no tengo tiempo ni de planteármelo, a duras penas saco tiempo para ducharme, es un caos. Cuando ellos (los mellizos) tengan unos cuantos meses más, me planteo estar de baja hasta verano, y a partir de septiembre empezar a pensar qué hacemos con el trabajo. Tengo la inmensa suerte de poder adaptar el trabajo a mi vida. Por suerte en televisión hay muchos tipos de trabajos diferentes y estoy convencida de que encontraremos alguno en el que encajaré, pero hay muchas mujeres que no pueden hacer eso, y tienen que meter a sus hijos en guarderías que dices, ¿y para esto he tenido hijos?, ¿para no verlos en todo el día?, es tremendo.

Llegan los primeros regalos

¿En este periodo que has estado alejada de la televisión, te han llegado ofertas de las cadenas?

De momento no y tampoco espero que me llamen. A mi me gusta pensar mis formatos y sacarlos yo misma adelante. Antes de quedarme embarazada tenía varios proyectos que de momento veo que son incompatibles con mi vida. Pero esto también es un trabajo duro. Curiosamente me costó '21 días' darme cuenta de que mi vida anterior ya no encajaba con la nueva, que son mis dos niños exclusivamente, no hay nada más que los niños de momento. Estoy organizándome para sacar lo mejor de esto y no volverme loca.

¿Qué te ha parecido el estreno de Meritxel Martorell con ese especial sobre el mundo de la prostitución?

Creo que ese reportaje era muy complicado de hacer porque encontrar un punto equilibrado en un mundo en el que pesa lo políticamente correcto, es muy difícil. Lo políticamente correcto es decir que la prostitución es mala, que esclaviza a las mujeres y demás. Meritxel en eso yo creo que tuvo fuerzas muy potentes presionándola. Creo que hizo un gran trabajo teniendo en cuenta ese contexto. Me faltan discursos en televisión enfocados a que la prostitución no es un trabajo tan malo, hay ciertas ventajas en la prostitución. Hay algunos miedos en televisión a contar determinadas cosas, como este que te digo, que la prostitución es un trabajo en el que también hay mujeres contentas. Este discurso da mucho miedo darlo en televisión. Yo sí que echo de menos programas valientes que se atrevan a abordar este discurso, pero esa no es una cuestión de Meritxel. Ella es ella misma, tiene fuerza y carisma, a mí me gusta.

¿Has podido hablar con Meritxel? ¿Qué consejo le darías?

Hablé con ella antes de empezar el programa cuándo estuvieron rodando y lo único que le dije es que se sintiera tranquila y libre, que disfrutara y que fuera ella misma, eso es lo más importante. Le he comentado que no atienda a críticas ni a elogios, que haga lo que ella considera justo y coherente. Le dije: "Mientras tu estés equilibrada todo irá bien. Si te dejas desequilibrar por fuerzas buenas o malas, vas a estar dando tumbos y no vale la pena".

De tu etapa de '21 días', ¿hay algún día que te quedases con ganas de cubrir?

Me dio mucha envidia cuando Adela hizo el '21 días' en la cárcel, me habría encantado hacerlo, me interesaba muchísimo. Hay muchas experiencias interesantísimas. El que va a hacer Meritxel de la Ayahuasca, me habría interesado mucho hacerlo también. Es que es un formato chulísimo el de '21 días', es único.

Samanta se apoya en su pareja, Raúl

¿Vetaste algún tema de '21 días'? ¿Lo echas de menos?

No, lo que pasó es que hubo un tema que temporalmente no me iba bien hacer, como el del sado que me lo propusieron y en ese momento no me venía bien, luego lo hizo Adela. Hubo uno que era irse a un frente en guerra, pero no pudimos ir... hubo cosas que materialmente no fueron factibles. Tuve la suerte de hacer el '21 días' a ciegas, o cuidando a un dependiente... Ese tipo de formatos sociales a mi me interesaban mucho y me lo pasaba muy bien cuando los hacía. Siento la nostalgia cuando vuelvo a los sitios, sino vuelvo no siento esa nostalgia. Muchas veces le digo a la jefa de la productora que me gustaría volver a '21 días', sí, pero como directora, eso me gustaría mucho. Teniendo la experiencia, el conocimiento y todo eso, poder ayudar a la nueva reportera desde el papel de dirección en el programa sería muy interesante.

En cuanto a otro de tus formatos más conocidos, 'Conexión Samanta', ¿sabes si va a volver?

Dudo que vaya a volver, porque obviamente en 'Conexion Samanta', Samanta tiene que estar y Samanta viajando trecientos días al año no puede ser. Puede ser que hagamos un nuevo 'Conexión Samanta' manteniendo el nombre, pero el mismo programa es imposible. Tendremos que pensar qué haremos y cómo lo haremos, con que frecuencia y demás. Mi vida laboral era tan absorbente que es incompatible con mi vida familiar y claro, ahora hay que hacerlas encajar.

¿Te has planteado seguir contando la experiencia de la maternidad?

¿Sabe por qué no lo haría? Porque ahora hay dos personas que tienen sus propios derechos, que son mis hijos. Nuestro límite siempre fue el parto. En el parto obviamente están los niños y se les ve cuando salen, pero a partir de ahí no los vamos a volver a enseñar, porque tienen que decidir ellos, si quieren salir en televisión o no. En esto mi pareja y yo estamos muy de acuerdo. Cuando ellos tengan capacidad de razocinio, si quieren salir en la tele haré todo lo posible porque ellos consigan trabajar en la tele, pero mientras tanto yo soy muy respetuosa con los derechos de cada uno.

Besos para los mellizos

¿Hay algo que se te haya quedado en el tintero?

Si hay algo, pero es tan íntimo que no puedo contar qué es. Creo que todavía estamos verdes para tratar este tema, pero he detectado otro tabú, el último tabú dentro de la maternidad, sobre el que probablemente dentro de unos años haga algo al respecto. Si para mi ha sido un tabú probablemente lo sea para mucha más gente a la que ayudaremos si hablamos de ello. Como periodistas tenemos una función, cuanto más hablemos de esto, más ayudamos a la gente a que pueda hablar de ello.

¿Cuál ha sido el reportaje que más te ha costado hacer?

Desde el punto de vista televisivo o periodístico no ha sido particularmente difícil este programa, pero desde el punto de vista de la experiencia si. Ha sido la más larga y dura. Un embarazo es una vivencia que puede ser complicada. Ha sido mucho más complejo y difícil por la vivencia y la duración, pero no como periodistas, porque ya sabíamos como hacerlo.

¿Qué te gustaría hacer cuando te reincorpores a la vida laboral?

No tengo tiempo ni de pensarlo. Me doy de margen hasta el verano, cuando los mellizos tengan unos meses más y pueda plantearme si guardería sí o no. En ese momento me plantearé qué hago con mi vida, porque ahora mismo solo estoy pensando en qué hago con la suya, las 24 horas al día.