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Podrá ser discutible el valor de Revilla como político, pero hay algo que es innegable, el Presidente de Cantabria sabe ganarse al pueblo. Son muchos los comentarios en las redes sociales que han elogiado la campechanía del político, algo difícil. Antes que él, en 'En la tuya o en la mía', Rajoy y Pedro Sánchez intentaron mostrarse cercanos sin éxito. Sin embargo, Revilla ha hecho una vez más muestra de su dominio de la televisión marcando tres diferencias con sus predecesores políticos.
1. Tener una vida interesante
Rajoy y Pedro Sánchez contaron anécdotas de su vida, pero daba la sensación de que cuando las contaban estaba todo medido. Sabían perfectamente lo que iban a decir para empatizar con el espectador, sin embargo Revilla se ha dejado llevar.Ha hablado de su etapa escolar y ha desvelado, que al igual que la de muchos niños, no fue buena. Ha confesado que tuvo un amigo que acabó siendo uno de los fundadores de ETA (algo que él critica profundamente) y se ha emocionado recordando la muerte de su hermano. El presidente de Cantabria estuvo a punto de morir en un avión y tuvo una vida amorosa con subidas y bajadas.
Miguel Ángel Revilla en 'Mi casa es la tuya'
2. Ser campechano (de verdad)
Rajoy y Pedro Sánchez no invitaron a Bertín Osborne a su casa, sin embargo Miguel Ángel Revilla le abrió las puertas de par en par. Mostró que él no es un negado en la cocina y le dio clases a Bertín Osborne.
Por otro lado, tanto el líder socialista como el popular llevaron estudiados varios precios de la vida cotidiana intentando mostrar que están al día de la vida económica. Sin embargo, Miguel Ángel Revilla hizo una auténtica demostración de lo que cuesta la vida en Cantabria, explicando lo que cuestan los productos y servicios.
3. Mostrar que se preocupa por el pueblo
Revilla no ha tenido problema en cargar contra todos los políticos corruptos que le rodean y contra los recortes europeos y de Montoro. El político no ha temblado al declararse contrario a la monarquía, eso sí, respetando el sistema en el que se encuentra.
El presidente de Cantabria ha reconocido que vive bien y que no va a negarlo porque es consciente de que hay gente que realmente lo está pasando mal y que está "jodida". "No se puede vivir ganando 400 euros", ha reconocido.
