Aviso:
El siguiente artículo contiene spoilers de 'El Ministerio del Tiempo', lee bajo tu propia responsabilidad
El final de la segunda temporada de 'El Ministerio del Tiempo' prometía giros inesperados y un revuelo histórico. Cumpliendo las expectativas, la entrega ha puesto "el Ministerio del revés", manteniendo enganchado al espectador desde el principio hasta el final. 'Cambio de tiempo' traía consigo un Felipe II codicioso de su presente y futuro, que tomaba las riendas de la Historia y el tiempo. El egoísmo del gobernante ha llevado a los personajes y su tiempo a un mundo indeseado.
Todo comenzaba con un rey hundido por su derrota. Su obsesión por cambiar el destino de la Armada Invencible le haría torturar hasta la muerte al director del ministerio de su época, y asesinar a sangre fría al propio de 2016, cambiando el presente conocido. Todo mientras Julián, Amelia y Alonso se encontraban en una misión para salvar a Argüelles, padre de la Constitución de 1812. Por ello, la patrulla no se vería afectada por los cambios de su tiempo, como ya ocurría en 'Tiempo de lo oculto' con el descubrimiento de América.
Felipe II, Salvador y Ernesto
Sin libertades, ni derechos, 'El Ministerio del Tiempo' se transformaba en un espejismo de las vidas deseadas por Julián y Alonso. Tras el shock inicial por la muerte de Salvador, director de la institución, los sueños se transformaban en escaparate de los deseos que, en realidad, ya no podrían existir. Aquellas mujeres a las que amaron, no eran las que vivían bajo el yugo del rey.
Recuperar el tiempo que es y que no se puede cambiar
Amelia, sin embargo, no sucumbiría al engañoso marco. Personajes antagónicos a los convencionales se adueñaban de las vidas de Irene o Ernesto. Cierto es que en ese tiempo nada de lo que importaba a Amelia se mantenía en pie; Pacino había sido ajusticiado al garrote, las mujeres no tenían opciones de avanzar, y los principios de la sociedad actual nunca habían llegado a sucederse. Por eso, y ante unos compañeros duditativos, toma el mando de la situación y se embarca en su propia misión de recuperar la historia, 'la que es y no se puede cambiar'.
Tras disfrutar del principio de aquella ilusión, Alonso y Julián descubren el sinsentido de esa "realidad" y regresan para ayudar a su compañera, que se encuentra en serios problemas. El compañerismo, el honor y una promesa, desenredan esta situación vertiginosa hasta el final.
Tramas entreabiertas para personajes que ya no están
En esta temporada, la patrulla dejo de ser la de la primera con la marcha de Julián a Cuba para ejercer como médico. Con ayuda de Salvador, el personaje de Rodolfo Sancho estuvo ausente durante seis capítulos. Aunque, a priori, no había grandes expectativas,este vacío estuvo perfectamente atendido por Hugo Silva como Pacino. El policía de los años ochenta llegó como un soplo de aire fresco, aportando un humor que no se distingue en Julián, y regalándonos grandes momentos junto a Alonso.
Pero sin duda, el vuelco que supuso su marcha a la trama de Amelia y Julián, constituyó un antes y un después para los ministéricos. Tras su vuelta a su tiempo, la trama amorosa deja de ser cosa de dos para transformarse necesariamente en un triángulo, dado que el personaje ya lo advirtió en su despedida: "Volveré, ten por seguro que volveré" . Quién sabe si el personaje, que se fue por lo mismo que le hizo llegar, pudiese regresar para revolucionar los pasillos del Ministerio que tan llenos de amor han estado en estas últimas semanas.
Pacino y Amelia en 'El monasterio del tiempo'
Por otra parte, hubo un personaje que apareció pisando fuerte para después marcharse de manera inesperada y fulminante: Susana Torres (Mar Saura), la "implacable" enlace del gobierno, llego, la lió y se fue. Lejos quedó esa relación con Irene y sus encuentros íntimos entre confidencias. Su guerra con Salvador no duró más de dos asaltos. Un personaje que al final se quedó pequeño, que se atisbaba como habitual, o por lo menos que se mantendría más tiempo en la ficción, pero que se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos. En el capítulo final han tenido un guiño para ese personaje que se quedó a medio gas.
Tampoco sabemos qué desenlace o continuidad tendrá Lola Mendieta (Natalia Millán), que esta temporada ha aparecido, como tiene por costumbre, para desempolvar los problemas con los enemigos del ministerio, no vaya a ser que al público se le olvide que existen problemas más allá de los temporales. Se queda en el tintero que pasará con su estado de salud, ya que lo último que se pudo ver es como sangraba por la nariz como el agente americano fallecido de cáncer por los viajes temporales con Darrow.
Una serie de Trendic Topics pero sin audiencia
Laureada por la profesión y reconocida con numerosos premios, si algo caracteriza a la audiencia de la serie protagonizada por Rodolfo Sancho, Aura Garrido y Nacho Fresneda son sus movimientos en redes sociales cada lunes. La ficción de TVE ha conseguido mantenerse por encima del 10% de audiencia, pero este dato se hace insuficiente para los ejecutivos de la cadena, que se encuentra en la cuerda floja en lo que ha renovación se refiere.
Lo más leído
Sí en la anterior temporada jugaron un papel importante los movimientos sociales, en este, el trabajo de los ministéricos no ha sido para menos. Sin ir más lejos, el hashtag #SayonaraMdT se posicionó entre lo más comentado de la mañana del lunes 23, al igual que por la noche durante la emisión del capítulo final. Asimismo, la mala gestión de la serie también ha sido motivo de revuelo en la red social. Con motivo del parón que sufrió el pasado mes de abril las alarmas saltabas entre los seguidores que viven en un continuo temor de cancelación y #YoSalvoMdT se estableció en twitter durante todo el día.