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No es la primera vez que 'El hormiguero' dibuja las emociones y comparte esas experiencias con los espectadores. Anoche, jueves 2 de junio, Michelle Jenner y Eduardo Noriega visitaban el show de Pablo Motos para promocionar su película 'Nuestros amantes' sobre como convertir vidas anodinas en una aventura apasionante.
Tras la entrevista inicial, el conductor de 'El hormiguero' agradecía enormemente al actor santanderino su colaboración en una de esas experiencias reales que el programa consigue viralizar en muchas ocasiones. Con motivo del preestreno de la comedia romántica, Noriega se caracterizó como su personaje grabando nuevas escenas para el filme, ayudando así a Javier, un joven madrileño, que llevaría a cabo una pedida de mano inolvidable.Eduardo Noriega saludando a Javier, el novio
Una amor de película
Como cualquier pareja, Lorena y Javi acudían a la sesión y se sentaban entre las primeras filas, mientras se agarraban de la mano. La joven comentaba lo guapo que era el actor, a lo que su futuro prometido añadía "con barba y todo". La sesión comenzaría a volverse inusual para la joven cuando Noriega afirmaba durante una conversación con Irene, el personaje de Michelle Jenner, saber cual era su nombre, para acto seguido pronunciar el de la joven con apellidos. Un gesto entre la sorpresa y la incredulidad se apoderaban de Lorena, quien no dudaba en exclamar "¡se llama igual que yo! y ¿ por qué?, me parece muy fuerte lo de mi apellido, porque no es común...".
La siguiente pista vendría en forma de cojín de Betty Boop. Cuando el actor sacaba la pequeña almohada de la joven, esta no pudo más que llevarse las manos a la boca tras un pequeño "ayy.." asegurando que era su mismo cojín y que llamaría a su prima para contárselo, sin caer todavía en que ahí había gato encerrado. La pista definitiva llegaría cuando en la "película" el actor comenzó a describir a la joven comentando donde vivía y sacando una foto suya, a lo que Lorena espetó a su novio un contundente "¡la madre que te parió!". Fue entonces cuando el Noriega dio paso al novio, las luces del cine se encendieron, y Javi y Lorena se levantaban entre la vergüenza y la emoción, seguidos de la petición de mano con una respuesta más que afirmativa que culminaría en un romántico beso entre los aplausos del resto del público presente, y del propio Noriega desde la pantalla.