El debate al que asistieron los telespectadores entre Pablo Iglesias y Albert Rivera, este domingo 6 de junio en 'Salvados', poco tuvo que ver con el primer encuentro que tuvo lugar en el castizo bar del "Tío Cuco". El debate estuvo marcado por un tono bronco y hostil por las dos partes, que el propio Jordi Évole adelantó: "Tengo miedo a este segundo encuentro porque no sé si va a despertar el mismo interés entre la ciudadanía. Los ciudadanos están un poco hartos".
El debate giró alrededor de la lucha por el poder (la máxima expresión de la teatralización de la política), en el que los problemas de los españoles se quedaron a un lado. Tanto Iglesias como Rivera ofrecieron a los telespectadores un pequeño adelanto de lo que será la nueva y más corta (alivio para muchos) campaña electoral. Un debate que confirmó la muerte del espíritu del "Tío Cuco".
Los dos candidatos aparcaron las propuestas y las ideas para intercambiarse todo tipo de acusaciones ante la atenta mirada de un Jordi Évole que cada vez se parecía más al atónito Manuel Campo Vidal del debate entre Rajoy y Sánchez de la campaña electoral del 20D. Las coletillas de Rivera al estilo: "Mira, en China también hay comunismo" o "Madura claro". Y las no mucho más originales de Iglesias como: "Sois el ventrílocuo del PP", pusieron sobre la mesa que lo de la vieja y la nueva política es solo un eslogan. La política no es nueva ni vieja, es política.
El partido de vuelta se dejó por el camino 2 millones de espectadores
El segundo round entre el líder de la formación morada y el número uno del partido naranja perdió dos millones de espectadores a pesar de ser lo más visto del fin de semana. El debate fue visto por 3.237.000 espectadores con un 18,2% de cuota de pantalla.
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La muerte del espíritu del "Tío Cuco" se quedó a 7 puntos de share y dos millones de espectadores del primer debate. El primer cara a cara entre los dos candidatos alcanzó un 25,2% de cuota de pantalla con 5.214.000 de espectadores.