Te contamos cómo es 'Proyecto bullying', un programa necesario prohibido por la Fiscalía

En tiempos en los que los talents shows infantiles están a la orden del día, Cuatro suma un punto haciendo una labor social denunciando el acoso escolar, una de las lacras que afectan a los más pequeños, desde su nuevo programa nonato: 'Proyecto bullying'. La segunda cadena de Mediaset España ha continuado fiel a la línea de uno de los formatos que más alegrías le ha dado: el del compromiso y la sensibilización con problemas que afectan a determinados sectores de la sociedad. Esta vez ha querido dar un paso adelante aun con la complejidad que ello conlleva pues, a diferencia de 'Supernanny', esta vez se trata de dos partes implicadas en la que un menor es víctima de otros. No hay que olvidar que el bullying ha costado y sigue costando vidas.

'Proyecto bullying' nació en Holanda hace dos temporadas y ha conseguido trasladar el debate sobre el acoso escolar al parlamento. La versión española aspiraba a lo mismo, pero parece que finalmente no va a ser posible pues las Fiscalías de Menores de las distintas provincias donde se ha grabado el programa (Madrid, Cádiz y Segovia) -a las que se les había mandado copias de cada entrega del programa para informarles de la situación y mostrarle el material antes de que se emitiese en antena-, se han puesto en contacto con la productora Verve Media para comunicarle su negativa a la emisión del programa. Una decisión que Mediaset España acata aunque no comparte. La ley del menor vigente parece inquebrantable y poco dada a revisar ciertas líneas rojas. Cuatro ha programado un especial para compensar una medida que entiende que los españoles no estamos preparados para enfrentar el acoso en las aulas a través de televisión. En cualquier caso, 'Proyecto bullying' ha hecho recuperar la sonrisa a los cuatro niños que protagonizan las cuatro entregas que componían su primera temporada.

Enorme cuidado en la protección de los menores

Una de las tareas más complicadas de 'Proyecto bullying' surge a la hora de tratar y retratar a los menores. Una de las premisas del programa producido por Verve Media Company es la de no buscar culpables, tan solo ayudar a las víctimas. Para conocer de primera mano la situación que el niño o niña sufre en su entorno escolar, se instala una cámara subjetiva en su mochila para que recoja todo el calvario sufrido. Esto, junto al videodiario que el menor realiza contando su experiencia y expresando sus sentimientos, se convierten en las claves principales para atajar el problema.

En este aspecto, 'Proyecto bullying' acierta de lleno aunque la polémica no deja de estar servida. Para conocer al 100% lo que sucede en el aula, el uso de la cámara oculta se hace necesario y para su emisión en televisión se tiene especial cuidado en pixelar a todos los menores y en distorsionarles la voz. Tanto es así, que en ningún momento se escuchan nombres propios, tan solo el del protagonista de la historia. Esto, aparentemente, preserva la intimidad y el honor de los menores. ¿Hasta qué punto? Evidentemente los niños implicados mantienen el anonimato para con el espectador común, no así para los miembros de la comunidad educativa a la que pertenece. ¿Y si el niño que hoy acosaba mañana se convierte en el acosado? El debate queda abierto.

A lo largo del primer caso, protagonizado por Patricia, una niña de 11 años, quedan perfectamente delimitados los límites. Después del uso de la cámara subjetiva, el programa trata de buscar la implicación del centro escolar, de padres y de alumnos. Todos aquellos que participan lo hacen de manera voluntaria y con el consentimiento de sus padres o tutores legales.

Proyecto necesario que no muestra toda la crudeza

Continuando con el primero de los casos, puede verse a la perfección ya no solo el sufrimiento de la niña, sino la manera en la que lo ha interiorizado de una manera natural, como algo que le ha tocado vivir. A esto, se le suman unos padres desconocedores de la enormidad del problema con un gran sentimiento de frustración por no poder hacer nada. 'Proyecto bullying' muestra el llanto de la familia, algo quizás criticable para los más puritanos, pero que han de hacernos ver lo que ocurre, porque las lágrimas también conciencian. No existe frivolización alguna en el programa.

Sin embargo, y a pesar de lo bien tratado que está, 'Proyecto bullying' quizás peca de quedarse en la superficie. Los casos más graves se descartaron y todos tienen un final feliz. A pesar de que es de agradecer la ventana que se abre para la visibilización de una dura realidad, puede parecer que el problema no es tan grave como en realidad es. Porque el acoso escolar causa víctimas mortales y no siempre hay un final feliz. En cualquier caso, es encomiable la labor que se hace con los protagonistas de cada una de las cuatro historias y si se consigue que estos superen su problema y con ellos, que otros tantos que sufran acoso y vean el programa se atrevan a contárselo a sus padres y denunciar, bienvenido sea.

Sin coaches pero con Jesús Vázquez como voz de la experiencia

A diferencia de otros formato similares, 'Proyecto bullying' ha decidido prescindir de coach siendo fiel al programa original holandés. Jesús Vázquez ejerce de conductor de las historias presentando a la familia y acompañando al menor en su transición. Hay que recordar que el reconocido presentador fue víctima de acoso escolar durante su infancia, por lo que conoce el tema de primera mano y sabe como tratarlo. Además, está acostumbrado a tratar con niños pues trabaja en talents infantiles. Con un tono completamente opuesto, se adapta a la situación sin caer en sentimentalismos gratuitos, algo que se agradece, como el poder ver a Vázquez en una faceta más seria.

A la ausencia de un coach también se suma la falta de profesionales delante de la cámara. Evidentemente no se duda del trabajo que realizan detrás, pues en un programa como 'Proyecto bullying' la labor de psicólogos es necesaria. Pero también lo es su presencia para que todos podamos ver este trabajo y comprender así el proceso de una manera más equilibrada ya que sino puede llegar a convertirse en algo irreal.

Lo que la sociedad tiene que asumir como un problema real es el bullying, de la misma manera que ha asumido la violencia de género. Una vez se reconozca, puede combatirse de una manera conjunta y contundente. 'Proyecto bullying' ha sabido ver la labor que tiene la televisión en un tema social tan importante como olvidado, por lo que quizás ya es hora de trasladar el debate de la forma a lo verdaderamente importante aquí, el contenido.