La ceremonia inaugural de la Eurocopa daba comienzo a la competición del deporte rey en el viejo continente este viernes 10 de junio con la actuación del dj más famoso de los últimos años. El francés David Guetta ha conquistado el mundo con temas como "I gota feeling" con The Black Eyed Peas, "Sexy Bitch" con Akon o "Who's that chick?" con la cantante de barbados, Rihanna, pero no ha puesto de acuerdo a todos.
Comenzando la actuación, Manu Carreño abría la veda entre el fan del dj, Kiko Narváez, y el detractor, Antonio Camacho. "Viene alguien que conoce bien el míster Camacho, ahí está, ¿cuántas veces pincha en Ibiza David Guetta?", a lo que contestaba un sarcástico Camacho "este, este pincha todas las semanas, dos o tres en Ibiza", con Kiko Narváez añadiendo: "escuche donde lo escuche, mola. En la playa o aquí en Saint Denis".
El exjugador del Atlético de Madrid continuó confesando que, al igual que Vicente del Bosque deseaba ser Busquets en la próxima vida, él sin duda querría reencarnarse en David Guetta: "Pinchando dos días por semana al mister" entre las risas de sus compañeros, a lo que el exentrenador de la roja respondía picándose: ¿Sí? esta música es muy liante". "A ver si lo que viene detrás de David Guetta le gusta más a Camacho" sentenciaba Carreño.
"En lo redondo coincidimos pero en esto, no la verdad... aunque lo he dicho, yo también le he visto echándose sus bailes, y ni rodilla ni na'..." zanjaba Kiko Narváez entre las risas de sus dos compañeros de cabina, poniendo fin a la divertida anécdota de la inauguración.
Gala inaugural de la Eurocopa 2016
Una inauguración por todo lo alto
La gala de apertura de la Eurocopa congregó a 2.220.000 espectadores (23,5%) que disfrutaron de la actuación en solitario de David Guetta, al que más tarde se uniría la cantante y compositora sueca Zara Larsson, con la que interpreta el himno de la competición europea "This one's for you".
Una puesta en escena impresionante, donde la cuenta atrás dio paso al espectáculo. Un tiovivo en el punto central del campo concentraba a todo tipo de personajes circenses y de fantasía, seguidos de uno de los bailes más relacionados con la capital francesa, el can can.
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El carrusel se abría entonces para dar paso a la estrella francesa. Durante la actuación de la cantante sueca y el francés el estadio deslumbró cerrando con una inmensa Torre Eifell en Saint Denis y los cazas que cruzaban el cielo conformando el azul blanco y rojo de la bandera gala.