El actor australiano que da vida a Lincoln Burrows, Dominic Purcell, reaparece doce días después de su brutal accidente en el lanzamiento de una marca de relojes de lujo australiana de la que es embajador, en Estados Unidos. La ocasión se ha mostrado propicia para que el hermano de Michael Scofield (Wentworth Miller) desvelase nuevos detalles, para Deadline, de la serie de Paul Schering, de la que aún no hay fecha de estreno.
"Obviamente, no puedo revelar demasiado de la trama, pero había una razón por la que estaba corriendo, y una razón por la cual todos los guardias huían de la prisión", explica el actor. "El régimen en Yemen se ha derrumbado, todo es un completo caos y confusión, y las puertas estaban abiertas para que todos los prisioneros fueran liberados. Corro buscando a Michael, pero no puedo", comenta sobre la escena en la que fue herido.
El aparatoso accidente no ha supuesto demasiados problemas para la trama, ya que como explica el propio Purcell: "No hemos grabado los episodios ocho y nueve por lo que van a adaptar lo sucedido en esos capítulos. Simplemente escribirán algo donde Lincoln se golpee con una barra de hierro o algo así."
"La serie ata todo lo que esta pasando actualmente con el terrorismo en el mundo. Desde Yemen, tratamos con ISIS y todo ello con un Michael presumiblemente muerto, que en realidad trabaja para esta organización", adelanta Purcell como píldora atrayente de la legión de fans impacientes por volver a ver 'Prison Break'.
"Honestamente, los fans van a perder la cabeza con esta temporada. Es realmente un thriller fascinante y un extraordinario espectáculo", asegura el actor, que además hace referencia a "Bourne" y "El francotirador" para explicar los nuevos capítulos". Es una locura. Es muy, muy fresco", finaliza Dominic Purcell.
Dominic Purcell enseña las heridas que le causaron el accidente.
Su experiencia con el accidente
La brutal caída de una barra de hierro en la cabeza del actor fue un accidente más impactante que otra cosa, según el propio Purcell. "Yo estaba corriendo en la prisión cuando sentí un golpe impresionante en mi cabeza, algo que nunca había experimentado", aseguraba el actor al recordar el momento, "caí de rodillas y me quede en shock, pensé que iba a morir".
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Lo peor que llevó el actor en ese momento eran los problemas de infraestructuras médicas en Ouarzazate (Marruecos), que se encuentra "en medio de la nada". "Entré y mientras los gatos caminaban por el hospital, un montón de médicos discutía sobre quien me haría la cirugía", recordaba, "entonces mi chica tomó el control y me echó alcohol en las heridas, taponándolas con gasas, hasta que FOX consiguió un helicóptero y me llevaron a Casablanca, donde me operaron".