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La semifinal de 'MasterChef' parecía estar más cerca de lo que esperaban los concursantes. De hecho, en el pasado programa del 15 de junio, tuvieron la oportunidad de conseguir la inmunidad y pasar directamente a la siguiente fase. Con numerosos rostros conocidos del mundo de la música y televisivos, David fue de nuevo expulsado.
El repescado de esta edición se marchó, como en la anterior vez, con muy buen sabor de boca: "Estoy contento. Me lo he pasado muy bien aquí. Es increíble porque, de verdad, vale la pena". Además, a lo largo de la emisión los espectadores pudieron ya distinguir dos grupos muy diferenciados: "comando sur" y José Luis, Ángel y David. La decisión de las chicas (Virginia, Raquel y Rocío) de complicarles la prueba final a sus contrincantes no fue nada bien recibida, y fue algo que se dejó, con las palabras de cada uno, bastante claro.David se despidió por segunda vez de las cocinas de 'MasterChef'
El delantal blanco, antesala de la semifinal
Los ánimos en la nueva entrega empezaban por todo lo alto gracias a la aparición del delantal dorado. Quien consiguiera hacer el mejor plato vegetal, tendría el paso directo a la semifinal. Una noticia que les ponía, por si fuera ya poco con la selección de productos a ciegas, muy nerviosos. Ángel comentaba ante la chef invitada que "como me digan que tengo que hacer eso no sé ni por dónde empezar".
Diana Navarro, Jose Mercé, Pablo López, Antonio Carmona,Niña Pastori, Manuel Carrasco y Antonio Orozco fueron los encargados de catar los platos y "besar" a sus ganadores. Finalmente la inmunidad recayó en una de las gemelas, Virginia, cuyo plato fue definido como "uno de los grandes de la edición". Nuevamente la creación de David fue una de las que más confusión creó en el jurado, en especial en Jordi Cruz Mas.
Los concursantes compitieron en dos grupos para evitar la prueba de eliminación en el exterior
Chicos contra chicas y problemas de comunicación
En un complejo náutico de Mallorca tuvo lugar la prueba de exterior. Con Virginia y Ángel al frente de cada equipo, comenzaba una batalla entre chicos y chicas, tal como describía uno de los capitanes antes de empezar: "Esto ya es lucha de titanes y cruzo los dedos para que podamos tener más cerca la chaquetilla".
No todo iba a ser tan "sencillo" como cocinar y servir, sino que en esta ocasión jugaron gran importancia los idiomas. Con dos menús cada uno (alemán, mallorquín, inglés y madrileño) tuvieron que atender pedidos en diferentes idiomas. Samantha Vallejo-Nágera acudió al rescate de los dos equipos ante la dificultad para entenderse con la llamada. La chef se mostró de lo más tajante mientras debatían el ganador de la prueba: "el equipo rojo (chicos) ha metido la pata por todos lados. Les ha faltado orden que sí es lo que ha tenido el otro".
Fueron numerosos los rostros conocidos que pidieron en cada barco, pero la palabra final la tuvieron los jueces. Fueron los chicos, Ángel, David y José Luis, quienes terminaron en la prueba de eliminación. Pepe Rodríguez Rey no dudo en recordarles que "habían empezado la prueba con el pie izquierdo", que les había costado coger ritmo y le recalcó a su capitán, Ángel, que "te ha podido la presión como capitán y te haces pequeño".
El reparto de la prueba final creó tensión entre los concursantes salvados y a punto de ser eliminados
Una despedida con tensión
La cercanía de la final hace que el juego esté más complicado. Fueron las gemelas y Rocío quienes decidieron qué cocinarían sus compañeras. Ellas, sin dudarlo, les otorgaron las piezas más complicadas. Rocío tenía claro en ese momento que "estamos en un punto en donde si ellos hubieran estado en nuestro lugar nos lo hubieran complicado igual".
Como era de esperar, ninguno de sus compañeros aceptó bien el reparto y así lo hicieron notar. Mientras David tenía claro que sus contrincantes "maldad es lo que son", para Ángel "lo hacen todo a mala leche. No son trigo limpio para mí ninguna". El que más sorprendió con sus palabras fue José Luis quien comentó que "la falsedad es una cosa que no me gusta" y aseguró que "hubiese hecho lo mismo, les habría dado el pescado debajo del hielo, congelado".
En 30, 20 y 10 minutos por plato decidieron su suerte. La intensidad iba subiendo por momentos, tanto que hasta José Luis tuvo un pequeño problema con los cuchillos y acabó siendo atendido. Al final, y repitiendo el esquema de la prueba anterior, David no acertó y terminó dejando su delantal: "Tenías el producto más fácil de los tres. El resultado no ha acompañado a tus intenciones".