Nadie dijo que un rodaje tuviera que ser fácil. Blanca Suárez lo sabe bien y en esta ocasión ha querido compartirlo con los lectores de su blog en Vogue. Si bien es cierto que solo fue un apuro, la divertida anécdota hace reflexionar a la protagonista de 'El barco' sobre lo curiosa que puede llegar a ser una jornada de su trabajo.
"En cuestión de carreteras parece que la gente que se mete en los coches se vuelve invidente por un corto plazo de tiempo", comienza relatando Blanca. "La escena consistía en cruzar la Gran Vía a pelo. Yo, como quien no quiere la cosa, debía cruzarla con el semáforo en verde a un paso de procesión y con unas pintas un tanto dudosas y extrañas a la par que llamativas".
"Y de repente una mano me agarró del brazo y me giró. Y yo cerrando los ojos (y pensando, no por favor...'lo que me faltaba') descubrí que era la Policía Nacional la que me estaba pidiendo explicaciones y tratándome como si fuera una tarada real en mitad de la Gran Vía de Madrid", narra la simpática actriz.
Una fácil solución
La historia de Blanca Suárez no termina, evidentemente, ahí, pues la madrileña actuó con rapidez: "Con cara de compungida le dejé intentando zafar mi brazo de su mano, 'discúlpeme agente pero es que estamos rodando una película y verá está usted en mitad de una escena...' Con lo que él se quedó realmente paralizado y empezó a buscar la cámara a su alrededor".
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"De los nervios y del susto me eché a reír como una niña pequeña, le empecé a decir que no pasaba nada, que entre mis pintas y la locura que estaba haciendo era perfectamente normal que no sólo me hubiera llamado la atención, ¡sino que me hubieran detenido directamente!", finaliza graciosa la actriz tras compartir una de las numerosas anécdotas que sin duda darán color a sus múltiples días de rodaje.