Las malas lenguas dicen que Pablo Motos suaviza el tono de sus entrevistas a políticos cuando se llaman Albert Rivera o Mariano Rajoy, mientras que con Pablo Iglesias, Iñigo Errejón o incluso Pedro Sánchez se encuentra más en su salsa haciendo preguntas que con los mencionados anteriormente podría querer evitar o no incidir.
Este miércoles 22 de junio fue el turno del Presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, para visitar a Pablo Motos. Era la primera vez tras años (y elecciones) de frustrados intentos, en los que incluso Soraya Sáenz de Santamaría visitó el programa durante la pasada campaña electoral y se marcó el baile inicial. Sin embargo, Rajoy no bailó el himno merengue del PP, el cual tan solo sirvió de fondo para darle la bienvenida.
Durante ni más ni menos que media hora, el presentador y Mariano Rajoy se dedicaron a hablar como si de un mitin político se tratase, de "los temas del día, las guerras sucias, los pactos o lo que pueda pasar después del domingo", según avanzó Motos. Sí, pero al final lo que quedó en la retina de los espectadores fueron las anécdotas y no declaraciones verdaderamente importantes sobre todos los temas candentes de actualidad. Primero con el ya citado nuevo himno del PP, con mención incluida a Jorge Moragas, el jefe de campaña; la soledad de la Moncloa, las expectativas versus la realidad de ser presidente, su sueldo mensual y anual -algo que puede saberse directamente a través de Internet-, el anhelado anonimato en las calles que hermanó a presentador y político e incluso el parecido razonable entre el líder del Partido Popular y el creador de 'Vikings', Michael Hirst.
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El tema del día despachado en cuatro minutos
Sin embargo, ¿es lícito reprochar a 'El Hormiguero' hacer protagonista a la anécdota? El programa siempre recibe las mismas críticas sobre la escasa calidad de su entrevistador y sus entrevistas; si antes sucedía con los actores internacionales, ahora son los políticos quienes propician las quejas por parte de los espectadores.
Eso sí, solo estuvieron cuatro minutos hablando del "tema del día", es decir, la filtración de la conversación entre el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el director de la Oficina Antifraude de la Generalitat. Durante las declaraciones de Rajoy sobre este tema en las que adelantó que el Ministro del Interior no dimitiría, Pablo Motos no repreguntó pero si dio su opinión: "Es una traición desde dentro evidentemente". Pero ahí no quedó el sesgo al también opinar sobre el otro lado de la filtración: "Cuesta valorar mucho éticamente porque es un micrófono oculto y unas conversaciones que son muy complejas", restando cierta culpabilidad al Ministro en lugar de mostrar dureza ante la información conocida.
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El polémico asunto de la corrupción
La anécdota sirvió para hacer más humano al invitado estrella -'El Hormiguero' no es 'Al rojo vivo- pero durante los extensos minutos dedicados a hablar de política en clave más seria, Pablo Motos no demostró enjundia a la hora de lanzar preguntas concretas como fue con los casos de corrupción: "De todos los casos de corrupción que ha habido en tu partido, ¿cuál ha sido para ti el más doloroso?". Motos nunca interrumpió al invitado en busca de mayor concreción o aclaración. Abordar el tema de la corrupción y el mutis de Motos durante el parlamento de Rajoy, convirtió fácilmente al Presidente en la víctima.
" ¡Bah!, son todos igual de dolorosos porque es gente a la que conoces desde hace muchos años y con la que has trabajado. Están en las reuniones de los partidos y siempre que se produce alguna cosa de estas pues realmente es muy duro. Créeme que es muy duro, muy desagradable y desde luego tenemos que hacer lo posible y lo imposible para que esto no volvamos a verlo nunca más. A mí me ha hecho mucho daño, me ha dolido mucho y haré cuanto esté en mis manos para que jamás nadie tenga que volver a hacerme una pregunta como la que tú me acabas de hacer ahora".
Lo único que Pablo Motos fue capaz de decir en forma de contrarréplica fue un "ojalá", expresión a la que anteriormente ya había recurrido a la hora de hablar de los pactos y no verse en la tesitura de convocar unas terceras elecciones generales. Para más inri y para zanjar un tema abordado durante pocos minutos, la siguiente pregunta fue: "¿Has perdido muchos amigos?", haciendo hincapié en victimizar al político de todo lo sucedido.
El agradecimiento y la suma cortesía fue una constante tanto al comienzo como al cierre del programa. El comentario más "polémico" tras tantos años de negativas sin Rajoy acudir al programa fue un firme deseo: "Me gustaría volver. Me lo he pasado muy bien y he estado muy a gusto". Pablo Motos no repreguntó, se limitó a preguntar. Para muestra un ejemplo en el que Rajoy afirmó que "ahora ya creamos empleo" y ni siquiera el presentador rebatió mencionando la calidad del mismo.
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Tan solo había que afinar un poco el oído y prestar atención al relajante hilo musical como leitmotiv de la entrevista para percatarse de la entrevista-masaje a la que los espectadores estaban asitiendo. Unos seguidores del programa que no cayeron en la trampa, pues denunciaron desde sus cuentas en redes sociales la falta de dureza con el Presidente, mostrada en anteriores ocasiones ocn otros políticos en us paso por el programa.