Tener a espaldas de una productora éxitos televisivos como los creados por la figura de mi padre no es tarea fácil. Programas que cambiaron la forma de hacer televisión en España como el mítico 'Un, dos, tres... responda otra vez', la serie de culto 'Historias para no dormir', programas de divulgación que rompieron esquemas como 'Hablemos de sexo', o concursos adelantados a su tiempo como 'Waku, Waku' o 'El Semáforo' han dejado una profunda huella. Tenemos el privilegio de tener un trocito de la memoria y de las sonrisas de cada español, pero a menudo pensamos que es una mochila de éxitos demasiado pesada que dificulta que se nos vea con objetividad en lo que hoy somos y todo lo que tenemos que aportar.
Siempre he pensado, no sé si por herencia familiar, o por convicción personal, que la creación de un contenido audiovisual obedece a una motivación personal profunda.
Y como siempre me he considerado una persona normal, a pesar de los grandes retos a los que me enfrenta el tener el tener un padre que me ha puesto el listón tan alto, disfruto del privilegio de haber aprendido del mejor, pero también del haberme atrevido a relanzar la productora para hacer y crear lo que me gusta rodeado de un nuevo equipo muy preparado. También de tener la tenacidad y paciencia que no se me atribuye por mi juventud. Por eso nuestra estrategia pasa por estar realizando una inversión en medios y equipo humano a la altura de un proyecto sólido que a medio o largo plazo nos permita estar a la altura de nuestro pasado.
Alejandro Ibáñez, CEO, director y realizador de Prointel
Cuando en una productora como Prointel, creamos un contenido, sabemos que es difícil romper el molde para crear algo distinto e inexistente. Máxime cuando hay tanta oferta de contenidos en un mundo global en el que impera el conseguir audiencias a toda costa, hasta el punto de que la pérdida de pudor o los enfoques bizarros a veces dominan el sentido común. Y también es difícil enfrentarse a la contradicción diaria de que las cadenas no quieren arriesgarse a emitir contenido no testado con éxito en otros países o con temáticas de moda. Algo lógico por otra parte, pero que nos mete a todos, cadenas, productoras, y usuarios, en un círculo vicioso que a nadie aporta.
"Todos en esta industria tenemos una responsabilidad"
Pero él no querer reinventar la rueda, no es tanto por la dificultad, sino porque no es nuestra intención, y por eso en Prointel nos estamos abstrayendo de todo eso, de la presión de las modas, las audiencias y los formatos probados y trabajamos por desarrollar lo que nos gusta y lo que nosotros nos creemos. Estamos creando contenidos de deporte extremo, divertidos concursos y también documentales de viajes y gastronomía con mucha dosis de factual y telerrealidad. Con el formato 'Recording the World', hemos rodado ya dos series de cinco episodios por lugares recónditos del planeta, la última incluye aventura y gastronomía con el cocinero Julius Bienert, y estamos ya en fase de postproducción para presentarla en cadenas y en festivales en breve.
Prointel
Nos gusta imaginar un mundo televisivo en que las empresas hayamos recuperado el alma. Un mundo en que las personas se miran a los ojos, se cuentan sus historias y se decide ir adelante o no en base a la intuición personal, a la confianza, y a la valentía. Porque todos en esta industria tenemos una responsabilidad. La responsabilidad de ganarnos el respeto del público.
Como dice 'el jefe' que es como todos llamamos a mi padre, Chicho, nos mueve la adrenalina de esa lucha por mantener el difícil estrecho contacto con el público al que nos debemos, de forma que podamos mirar nuestro trabajo y nos haga sentir orgullosos. Me gusta pensar que en Prointel lo que nos ha movido siempre y nos mueve ahora no es el afán de negocio desmedido, sino la pasión por el trabajo bien hecho. Y en eso estamos y así vamos a seguir.
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[Por Alejandro Ibáñez Nauta, CEO y Director-Realizador de Prointel]