Netflix ha anunciado que las productoras ejecutivas Laura Ricciardi y Moira Demos están inmersas en la elaboración de nuevas entregas de la serie documental 'Making a Murderer'. La siguiente entrega se centrará también en el asesino convicto Steven Avery, y seguirá la estructura de la primera temporada, basándose en el desgarrador suceso real.
La crudeza con la que se relató la primera temporada del documental ha llevado a 'Making a Murderer' a estar nominada en varias modalidades en los Emmy, principalmente en la categoría de Documentales y Programas de No Ficción. Los nuevos episodios todavía no cuentan con fecha de estreno oficial en Netflix, pero todo apunta a que verán la luz a finales de 2016, probablemente a lo largo del mes de diciembre.
Making a Murderer
Una ficción que no terminan de estirar
A priori, la serie documental de Netflix iba a constar de tres episodios, pero decidieron ampliarla hasta ocho, lo que finalmente supuso un total de diez capítulos en la primera temporada. Tras el final del ciclo, parecía que 'Making a Murderer' no podría tener una continuación, y dejaron entrever que estaría compuesta por una sola temporada, algo que se ha desmentido oficialmente esta semana con la renovación de la serie por una segunda parte.
En esta segunda entrega el nuevo abogado de Avery tendrá un peso relevante, y se adentrarán en el círculo más personal e íntimo del protagonista, su familia e incluso personas cercanas al caso. Las productoras ejecutivas se han mostrado satisfechas con la respuesta del público, "los espectadores querían que continuáramos con la historia, y el equipo está totalmente comprometido a seguir narrando los hechos según se desenvuelvan".
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'Making a Murderer' sigue el caso de Steven Avery, un hombre condenado por agresión sexual, que a pesar de tener varias coartadas fue arrestado y encerrado. Tras pasar 18 años en la cárcel fue exonerado por las pruebas de ADN, que apuntaban hacia otro hombre. Unos años más tarde, es acusado del asesinato de otra mujer. Se trata de un thriller con imágenes reales, filmado durante diez años.