Aphrodita Jones y sus 25 años de experiencia en el mundo del crimen llegan a la noche de Dkiss para hacer las delicias de los amantes de los casos reales, los juicios más sonados y las tragedias que rodearon el final de la vida de algunas celebridades, pero también para los que busquen asistir al desarrollo de una investigación cuyo fin es dejar atrás la narrativa lanzada por la policía y extendida por los medios de comunicación, dos potentes figuras ante las que la mayoría de los espectadores no lanzan preguntas.
Jones lo tiene claro: esa no es la manera. Aceptar sin miramientos lo que sugiere el cuerpo policial, o la historia que la prensa ha convenido acuñar, no es la forma de que, como ciudadanos, alimentemos una moral más consciente y dejemos atrás ese instinto de ignorar todo aquello que pensamos no nos atañe. "La gente no cuestiona lo que la prensa o la policía dicen de un caso de asesinato. Ante eso lo que yo hago es investigar para satisfacer mi propia curiosidad sobre si los medios y la policía están siendo honestos, y de verdad están trabajando para desentrañar el crimen", unas ganas de saber sin límites que esta escritora y productora ahora de su propio show, 'Los casos de Aphrodita Jones', pone al servicio de todos aquellos dispuestos a cuestionar lo que sucede a su alrededor. ¿El objetivo? "Que estas historias refuercen nuestra moral para que todos podamos formar parte de la solución y no del problema, porque muchas veces miramos para otro lado".
Para la también presentadora, que ha estado presente en algunos de los juicios estadounidenses más sonados, como el de Michal Jackson o el de Phil Spector, los casos sin resolver son los más interesantes porque "el 99% de las historias que se investigan están resueltas". Por ello recuerda, como una de las joyas de su programa, aquel episodio que dedicase a la joven estrella de los concursos de belleza JonBenét. "A día de hoy sigue siendo un asesinato sin resolver, pero no solo me pareció especial por eso, sino porque culparon a los padres. Fue un malogrado sueño americano, porque la familia era muy exitosa y su hija fue asesinada".
Aphrodita Jones
La pequeña de los Ramsey, con tan solo 6 años de edad, es la protagonista de una trágica historia cuyo villano aún está por descubrir. Y es que desde el 96 en que esta reina de la belleza de Colorado fuese asesinada, el caso continúa sin una conclusión, en parte por culpa de la labor policial, según sostiene Jones. "La policía estaba tan ansiosa por condenar a los padres que no se molestaron en buscar otros sospechosos, cuando en el show yo mostré fotos de la escena del crimen que prueban que había dos pares de huellas diferentes".
Recordando el sonado suceso, esta investigadora pretende dejar claro que "los medios se encargaron de manipular los hechos para que los padres pareciesen culpables", mientras que la policía "no quería que las evidencias que apuntaban a otro sospechoso viesen la luz", algo que Jones asegura, funciona como motivación para ella, que a la hora de enfocar sus investigaciones busca plasmar otro punto de vista al establecido. Como afirma hacer con uno de los casos estrella que podrán verse en Dkiss este verano, el protagonizado por Anna Nicole Smith, la tentación rubia que se casó con un rico octogenario para continuar aireando su poco recomendable estilo de vida en un reality show, y terminar perdiendo la vida trágicamente de una sobredosis.
"Los medios quisieron sacar provecho de su muerte", comienza Jones en una diatriba en la que sostiene que la responsabilidad médica que en otras ocasiones ha sido penada, en esta no se buscó lo suficiente. "Los médicos privados que dan todo lo que piden a las estrellas de Hollywood, deberían asumir su responsabilidad en este caso", una historia en la que esta escritora vio mucho más que la simple sobredosis con la que concluyó el juicio. "¿La mató la sociedad, la medicina? En ese caso los profesionales fueron declarados inocentes", reflexiona esta especialista antes de lanzarse en defensa de los casos menos sonados.
Jones investigando el caso de JonBenét Ramsey
El trasfondo psicológico por encima de la notoriedad
"Selecciono los casos con el objetivo de averiguar qué es lo que motivó el asesinato, porque muchas veces eso es lo que conecta la mayoría de estos sucesos, y es algo que el público debería tener presente", así Jones se sumerge en la tarea de desentrañar los patrones que se esconden detrás de la mente de un asesino "el trasfondo psicológico que suscita este tipo de crímenes", un viaje oscuro pero necesario que puede resultar en novedades al respecto de una investigación, algo de lo que la escritora presume con orgullo. "Durante 25 años he estado inmersa en este mundo, como escritora y ahora con el programa, y muchas veces, cuando planteo el enfoque de una historia surgen nuevas preguntas sobre cómo fue planteado el caso por parte de la policía o los medios", cuestiones que en ocasiones han resultado en nuevos avances.
Los años invertidos en el mundo judicial, en el estudio del "modus operandi" de los criminales, en el trato con las víctimas hacen rico a un espacio que no sería lo mismo sin todas las confidencias surgidas a través de los lazos que Jones lleva cuidando media vida. "Muchos años de relaciones y confianza son la base de mis fuentes. He estado en algunos de los juicios más importantes de los Estados Unidos, lo que me ha permitido contactar con policías, abogados, jueces... Todos ellos e incluso las víctimas han terminado confiando en mi porque han visto que soy justa. No prometo cosas que no cumplo".
A pesar de este éxito en lo que a su participación en grandes casos se refiere, Jones tiene un par de espinitas. "Me hubiese gustado investigar el caso de George Zimmerman o el de Amanda Knox", cuenta esta productora, que lamenta no haber podido profundizar en la historia de esta norteamericana que pasase casi cuatro años en una prisión italiana tras el asesinato de Meredith Kercher. "Nunca pude investigarlo porque el proceso no acababa de llegar a una conclusión, pero siempre pensé que ella tenía algo que ver. Creo que encontró la manera de salirse con la suya, en parte gracias a que la prensa reafirmó su imagen como novia de America", así llega Jones a una parte muy importante de su programa, aquella que viene determinada por algo más poderoso que su curiosidad: "No importa lo que yo piense a la hora de realizar un programa, sino lo que diga la ley".
El caso de JonBenét Ramsey, ¿sin resolver por culpa de la actuación policial?
Al final la justicia pone límites a 'Los casos de Aphrodita Jones' cosa que no sucede con las series televisivas. "Me resulta difícil ver este tipo de ficciones porque siento que alejan a los espectadores de la realidad, de lo que es necesario para resolver un crimen", dice Jones antes de confesar su compresión ante aquellos que siguen las historias de detectives. "Es muy entretenido ver como alguien ata cabos tan deprisa y desearía que fuese así en la vida real, pero en mi experiencia ha sido todo lo contrario. Los asesinos son muy buenos borrando sus huellas, las historias que yo investigo a veces no se resuelven hasta 20 años después, o permanecen sin resolver".
Lo malo de esta resolución rauda y electrizante es que puede empujar a un jurado a esperar que sea sencillo decidir si el acusado es culpable o no, porque siempre aparecerá una prueba definitiva que les ayude a llegar a una conclusión, algo que no tiene que ver con lo que sucede en la mayoría de los juicios: "Los asesinos no dejan pruebas irrefutables o sus huellas, la mayoría de ellos hacen un buen trabajo. Por eso el jurado debe recordar que esto no es una serie de televisión, que van a tener que decidir, por las circunstancias, si alguien es culpable o no. El proceso es muy diferente de lo que vemos en la ficción televisiva".
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Con ganas de profundizar en la mente de los criminales, dispuesta a entresacar nuevas preguntas, y respuestas acerca de los casos más conocidos y con la firme determinación de aportar su granito de arena a la moral de los espectadores, aterriza en el verano televisivo de nuestro país, Aphrodita Jones, la reina de la investigación criminal.