Desde su anuncio en 2013, 'Looking' tenía todas las papeletas para ser el gran nuevo proyecto de HBO (¿cuál no?) y la serie definitiva que hablase con naturalidad y sin tapujos del mundo de la homosexualidad (masculina, eso sí). Un nombre británico avalaba un proyecto aún en pañales: Andrew Haigh, quien dirigiera y escribiera una de las películas de temática gay más laureadas de los últimos años: "Weekend". El también director de "45 años" sería el showrunner junto su creador Michael Lannan y se encargaría de algún que otro guión: escribiría el 1x05, "Looking For the Future", cuyo paseo por San Francisco de Patrick y Richie recordó inevitablemente al de Glen y Rusell por Nottingham en "Weekend".
Otro nombre asociado a la comunidad gay era el de su protagonista, Jonathan Groff, actor abiertamente homosexual que anteriormente había participado en 'Glee'. HBO era un sello de confianza ('The Wire', 'Oz' o 'A dos metros bajo tierra' son varias de las ficciones de renombre que contaron con personajes masculinos homosexuales) pero el primer obstáculo al que tuvo que enfrentarse la nueva serie fue la etiqueta de "la Girls gay", algo que acabó jugando en su contra. Tras dos temporadas y 18 episodios, la guadaña de la cancelación hizo presencia. 'Looking' dio pocas alegrías en términos de audiencia, crítica y premios, es decir, una visibilidad y un ruido que por ejemplo 'Girls' sí generó.
Sin embargo, a excepción de otras series canceladas tras dos temporadas como 'Enlightened', 'Carnivàle' o 'Roma', el canal de cable premium tuvo piedad y le concedió un último deseo en forma de TV movie para despedir a sus personajes. Una de las críticas más duras que recibió la serie fue el tratamiento superficial y edulcorado que hizo de una minoría como el colectivo homosexual. Y no, las críticas no procedían de hombres heterosexuales blancos sino de los espectadores gays que habían esperado como agua de mayo que una serie finalmente les hablara de tú a tú sin tanto cliché ni melodrama barato.
Le concedemos la virtud de contar con escenas sexo e incluso contribuir a que los espectadores heterosexuales descubrieran que dos hombres pueden hacer la posición del misionero. Es por ello que con motivo del final definitivo de la serie este sábado 23 de julio en Estados Unidos, repasamos aquellas series (más allá de las tópicas 'Queer as Folk' y 'The L Word') que lograron o continúan logrando abordar tal cuestión de manera más realista y satisfactoria desde Australia hasta Estados Unidos pasando por España e Inglaterra.
Please Like Me (2013-presente)
Si 'Looking' sufrió la sombra de la comparación con su compañera dominical de emisión, 'Girls', al esperar que fuese una versión gay de la creación de Lena Dunham, fue una serie australiana la que -sin el menor ruido- acabó convirtiéndose en la verdadera réplica con un protagonista homosexual. Su nombre, una declaración de intenciones, es 'Please like me'. En Australia es emitida por ABC2 mientras que en Estados Unidos por Pivot. Al igual que Dunham, Josh Thomas es creador, guionista y protagonista de una ficción que actualmente consta de tres temporadas y 26 episodios y ha sido recientemente renovada por una cuarta de seis entregas que verán la luz el próximo otoño.
¿Qué hace tan especial a 'Please like me'? Empecemos por el principio: Josh, un veinteañero nini, intenta romper con su novia Claire (Caitlin Stasey), siendo ésta quien tiene que abrir los ojos a su pareja y decirle que es gay. Es entonces cuando él comenzará, con la ayuda de su exnovia y mejor amigo Tom (Thomas Ward), a explorar su recién descubierta orientación sexual y verse en la tesitura de salir del armario ante sus amigos y su familia y tener citas con hombres.
Después de una temporada debut de seis episodios, la serie no vuelve a preocuparse de tener que sacar de las dudas a su protagonista y es entonces cuando por ejemplo se atreve a abordar temas como la monogamia en una pareja de hombres homosexuales -algo que 'Looking' hizo constantemente pero sin tanto corazón- y el eterno debate de qué es la infidelidad y que no. Pero 'Please like me' no solamente es una gran serie de temática gay sino también de género al hablar de temas lindantes como el feminismo, el aborto o la masculinidad así como de enfermedades mentales a través de tres personajes.
Aunque el personaje de Josh sí sea aceptado por toda su familia -incluso su religiosa tía Peg con escena en la iglesia incluida-, el de su pareja Arnold (Keegan Joyce) supone la otra cara de la moneda con un padre reticente a la comprensión. También hay presencia de la homosexualidad femenina a través del personaje de Hannah (Hannah Gadsby) con escena de ligoteo en un bar de lesbianas incluido. Hasta 'Please like me' tiene mejor elegancia a la hora de crear un triángulo amoroso (¡dos!) que una 'Looking' que se enfangó en el quinteto Brady-Richie-Patrick-Kevin-Jon.
Cucucumber & Banana (2015)
Si hubo una serie, o mejor dicho, series que brillaron en 2015 por su crudeza, realismo y mala baba fueron 'Cucumber' y 'Banana' de la británica Channel 4, creadas por Russell T. Davies, quien fuera responsable de la versión británica de 'Queer As Folk'. El proyecto vino acompañado de 'Tofu', una serie de especiales documentales. 'Cucumber' es un drama de 8 episodios de 50 minutos de duración, 'Banana' es una "comedia" de también 8 episodios de 25 minutos. Mientras la primera tiene un arco argumental y unos personajes protagonistas a lo largo de su recorrido, la segunda cuenta una historia diferente cada entrega pero siempre relacionada de algún modo con el pertinente episodio de 'Cucumber'.
Si los protagonistas de 'Looking' (Patrick, Agustín) o 'Please like me' (Josh, Arnold) pueden resultar un tanto tediosos, no os podéis imaginar al protagonista de 'Cucumber', Henry (Vincent Franklin), quien con 46 años, en plena crisis de mediana edad e inmerso en una relación de nueve años -sin sexo anal- se obsesiona con hombres más jóvenes y dedice dejar a su pareja, Lance (Cyril Nri). Una de las virtudes de ambas series es que no se olvidan de que la homosexualidad no tiene género ni edad y de que más allá de la orientación sexual de sus personajes, todos son humanos y tienen (casi) los mismos problemas que un heterosexual en el ámbito afectivo y profesional.
United States of Tara (2009-2011)
En la serie de Showtime protagonizada por Toni Collette, todos los miembros de la familia Gregson se salen fuera de lo "normal", empezando por la protagonista que padece un trastorno múltiple de personalidad. Sin embargo, uno de los personajes que más se ganó el cariño de los espectadores fue el de Marshall (Keir Gilchrist), hijo adolescente de la protagonista y amante del cine (memorable viaje a Nueva York de padre e hijo en el 3x09) y la cocina.
Como personaje adolescente que es, le es encasquetada la eterna trama de salir del armario pero de forma muy natural, nunca protagonizando la típica escena melodramática confesando su orientación sexual. Aunque en un principio llega a echarse novia (una muy loca interpretada por Zosia Mamet, Shoshanna de 'Girls'), el paso de las temporadas permite mostrar el descubrimiento sexual del adolescente a través de su novio Lionel (Michael J. Willett) que incluso le lleva a una zona de cruising. Pero 'United States of Tara' no se quedo ahí, dándole al personaje de Tara y a su alter ego Buck una trama amorosa con una madre soltera camarera.
A dos metros bajo tierra (2001-2005)
Si 'United States of Tara' aprendió de una serie, esa fue 'A dos metros bajo tierra'. ¿El porqué? La guionista Jill Soloway, quien después se embarcaría en 'Transparent'. Antes de que interpretase a 'Dexter', Michael C. Hall tuvo el regalo de interpretar a David en 'A dos metros bajo tierra', uno de los hijos de la familia Fisher y encargado de regentar la funeraria tras la muerte de su padre en el primer episodio de la serie. Un personaje que al principio resulta insoportable pero muy pronto se descubre el motivo: vive su homosexualidad en el armario. Es más, tiene novio: el policía Keith (Mathew St. Patrick).
Al igual que lo que ocurre con el personaje de Marshall en 'United States of Tara', los miembros de su familia saben o intuyen su orientación sexual y cuando por una razón y otra, se demuestra que así es, lo viven y aceptan con naturalidad. Eso sí, la serie creada por Allan Ball ('True Blood') no duda en mostrar la cara amarga de una minoría al comenzar un episodio con la brutalidad de un asesinato homófobo y las consecuencias en su entierro. O el comportamiento homófobo del personaje de Rico. Hay espacio también para hablar de la homosexualidad femenina gracias al personaje de Claire (Lauren Ambrose), la pequeña de los Fisher, y su "heteroflexibilidad" durante la cuarta temporada tras conocer a Edie (Mena Suvari). 'A dos metros bajo tierra' explora -con atino- qué y cómo es una relación amorosa-sexual entre dos hombres como David y Keith, que tampoco se aleja mucho de otra heterosexual de la ficción como Nate (Peter Krause) y Brenda (Rachel Griffiths).
Vis a vis (2015-2016)
Puede que Mauri y Fernando de 'Aquí no hay quien viva' sean los personajes homosexuales más recordados en el imaginario colectivo español, pero si hay una ficción nacional que decidió romper moldes con respecto a la homosexualidad femenina fue 'Vis a vis', la serie de Antena 3 y Globomedia. Ya no solo por estar protagonizada por una mujer dispuesta a estar con otra (¿era Macarena bisexual?) sino personajes secundarios como La Rizos y Saray, gitana para más inri y obligada a casarse con un hombre. La serie no se conforma con decir de boquilla que sus personajes son lesbianas sino que lo muestra hasta los límites que una cadena generalista puede permitirse. Mención a la Irene Larra de 'El Ministerio del Tiempo', cuya orientación sexual está integrada de manera extraordinariamente natural en la trama y la vive con plena libertad.
Otras series
Ya que las hemos mencionado a lo largo del texto, por qué no dedicarlas el cierre del especial. Es el caso de 'Transparent' y 'Girls'. La primera está protagonizada por Maura, una mujer transexual -antes hombre- que siempre se ha sentido atraída por otras mujeres. Se atreve además a la "conversión" de las dos hermanas Pfefferman en bisexuales. 'Girls' no solo cuenta desde su inicio con el personaje de Elijah (Andrew Rannells), el exnovio homosexual de la protagonista sino que tienta al espectador con la idea de que el padre de Hannah Horvath sea también gay -teoría lanzada por el viperino Elijah- hasta que en la cuarta temporada es confirmada.
'Girls' se une al club de 'Cucumber' y defiende que la homosexualidad no entiende de arrugas y merece ser visibilizada a cualquier edad en televisión también. Es más, muestra cómo vive un matrimonio heterosexual después de que el marido confiese su atracción hacia los hombres. Al igual que Irene Larra en 'El ministerio del tiempo', la olvidada 'Rubicón' desvela a mitad de temporada la orientación sexual del enigmático Kale Ingram sin fuegos artificiales. Ambos personajes nunca son cuestionados por con quién se acuestan o a quién aman y no tienen que hacer frente al proceso de descubrimiento y posterior confesión.