El pasado 17 de noviembre, Clara Lago y Dani Rovira despertaron las críticas en las redes sociales por unas declaraciones en 'El hormiguero' en la promoción de la película "Ocho apellidos catalanes". Pablo Motos preguntaba acerca de cómo era salir juntos a la calle, a lo que la pareja contestó: "Un coñazo. A veces nos sentimos como Jim Carrey en "El show de Truman"; cuando el personaje se da cuenta de todo. Te sientes todo el rato observado", bromearon.
Ahora, meses después, la actriz ha concedido una entrevista a El Mundo donde ha aclarado lo sucedido en el programa de Pablo Motos y que despertó tantas críticas. Clara Lago confiesa que nunca llamó maleducados a los fans: "Eso está sacado de contexto. Pero es verdad que hice algo que a mí misma me pone muy nerviosa, y es hablar solo de la parte negativa"."Lo que saco es que hay que hablar de lo bueno, que es mucho"
La actriz continúa dando explicaciones meses después: "Pablo Motos nos preguntó en el programa sobre los fans, las fotos... y me salió así. Luego lo hablé con un maquillador amigo mío, Pedro Cedeño, y me dijo: "¿Eres tonta? ¿Para qué dices nada? Te he visto en la entrada con Francisco (un fan que siempre está en todos lados con camisetas con mi cara, y al verle, fui a saludarle y a hacerme una foto con él) y qué rabia, porque al final la imagen que ha quedado es... Pero de todo se aprende".
A pesar de ello busca el lado positivo: "Lo que saco es que hay que hablar de lo bueno, que es mucho. Y faltó hablar de la parte positiva de la fama. Por ejemplo, hay un grupo de chicas, 'Las claristas', maravillosas, que a raíz de ser mis fans se han hecho super amigas y se lo pasan pipa. O que alguien me diga: "Me encanta tu trabajo". Eso es muy gratificante", termina diciendo.
Clara Lago
Clara Lago: "Si tienes un amigo vasco lo será para toda la vida"
En la misma entrevista también ha comentado lo que ha aprendido en los rodajes de las películas 'Ochos apellidos vascos' y 'Ocho apellidos catalanes'. La actriz ha dicho que ha aprendido de la independencia "porque viví un año y medio en Barcelona y compartía piso con cuatro catalanes, tres de ellos bastante independentistas".
Por su parte, de los vascos dice que "es verdad que al principio parecen cerrados y cuesta entrar, y una vez entras son los más nobles, auténticos, fieles, leales... Si tienes un amigo vasco lo será para toda la vida. Y por supuesto, la comida es espectacular. No he comido mejor en un rodaje en mi vida".