El último informe de la Sociedad Estatal de Participantes Industriales (SEPI) ha hecho temblar los cimientos de RTVE. Según informa el diario El Confidencial, la propietaria formal del ente público, que en la actualidad está dirigida por Ramón Aguirre (Partido Popular), ha insinuado que la viabilidad de la cadena pública pasa por ejecutar un nuevo proceso de despido colectivo que podría afectar como mínimo a 2.000 trabajadores.
La SEPI ha llegado a la conclusión de que el ente público arrastra una estructura "claramente desajustada" y un modelo de financiación "rígido, inestable y poco operativo" que difícilmente puede afrontar los costes de personal de una plantilla formada por 6.277 trabajadores (425 eventuales) que se comen el 42,78% del presupuesto anual.Por otro lado, El ultimo ERE implementado por RTVE en el año 2006, con Carmen Caffarel a la cabeza y Pedro Solbes como ministro de Economía y Hacienda, sigue arrastrando 671 millones en pagos, que hasta la fecha se han desembolsado 1.051 millones de los 1.722 por los 4.150 trabajadores que abandonaron el ente público.
Sede de RTVE
Un sistema de financiación que sin la publicidad no se sostiene
Desde que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero sucumbió a las presiones de Antena 3 y Telecinco, acabó por servirles en bandeja la tarta publicitaria con la que RTVE llegó incluso a recaudar 600 millones de euros en 2009 (el último año con publicidad).
Desde la SEPI se ha criticado duramente el sistema de financiación: "No aporta estabilidad, y expulsa a RTVE del mercado publicitario". Un modelo que choca frontalmente con las supuestas buenas intenciones del Ejecutivo en funciones que lidera Rajoy, y que ha asegurado sin ningún rubor en plena campaña electoral que quiere una TVE a imagen y semejanza de la BBC británica.