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La perspicacia es fundamental para sobrevivir en la cárcel y sino que se lo digan a nuestras reclusas de 'Orange is the New Black'. En los últimos capítulos hemos podido ver cómo algunos negocios surgían de la nada para beneficio de las presas, unos movimientos que no eran apreciados por los guardias de seguridad. Desde el contrabando iniciado por Piper hasta la foto de Judy King y Cindy filtrada a la prensa, acciones que Caputo no ha sido capaz de prevenir y que podrían costarle su permanencia al frente de Litchfield.
En este noveno episodio de la cuarta temporada de 'Orange Is The New Black', titulado "Turn Table Turn", Judy King y Cindy continuarán con su falsa relación para evitar que Caputo les castigue y Red descubrirá que Nichols está mucho peor de lo que pensaba. Además, Piper sentirá el apoyo de Alex y conoceremos el pasado de Blanca Flores, una de las reclusas latinas. Veamos al detalle todo lo sucedido en este nuevo capítulo.Los amores de la reina de la cocina
El plan ideado por Taystee y Cindy y perfeccionado por Judy King está dando sus frutos. La foto filtrada a la prensa en la que se muestra a la cocinera besando a una de sus compañeras afroamericanas está consiguiendo la repercusión mediática que esperaban, al mismo tiempo que evitan que la gente siga pensando que King es racista. No obstante, aunque van a ganar una buena cantidad de dinero por la instantánea, Cindy no está del todo convencida de que el plan haya salido bien porque, de momento, la más beneficiada ha sido la reina de la cocina.
Por su parte, Piscatella está bastante enfadado con sus compañeros, ninguno ha sido capaz de impedir que la foto fuera filtrada, por lo que ahora ha llegado el momento de que se pongan a trabajar en serio y encuentren el aparato con el que han hecho la fotografía. Después de haber fallado, Luscheck queda al mando de la operación como una oportunidad para demostrar que se merece el puesto. El problema está en que fue el propio Luscheck el que les facilitó el teléfono y quien filtró la foto a la prensa.
Después de buscar por cada rincón de la cárcel, Luscheck le presenta a Piscatella una caja repleta de teléfonos móviles. Además, dice no haber encontrado rastro de la fotografía en ninguno de esos móviles, pero ha logrado ganarse el respeto de su jefe y alejar la sospecha de su persona. Una buena jugada que le ha permitido quedar bien delante de sus compañeros, librarse del despido y seguir contando con el favor de Judy King porque, quién sabe, a lo mejor en un futuro le conviene contar con la amistad y los contactos de la cocinera.
Toma de decisiones
María se ha tomado en serio su papel de líder, tanto que no duda en poner orden a su antojo, imponiendo sus propias leyes y obligando a sus compañeras a que obedezcan. Como en el capítulo anterior María no le dejó renunciar al contrabando de drogas, Maritza, la encargada de conducir la furgoneta, hace que encuentren al supuesto jardinero que en realidad les ayuda con el contrabando. María se presenta ante ella y la acusa de arruinarles el negocio, pero la amenaza de Ruiz no es el único problema que tiene la joven ya que uno de los guardias le obliga, apuntándole con una pistola, a comerse la cría de un ratón.
La actitud de Nichols desde su regreso de máxima seguridad dista mucho a como era antes. Ahora todo le molesta, incluso que Lorna haya encontrado el amor. Rápidamente sus compañeras se dan cuenta de que Nicky ha vuelto a consumir drogas, pero parece que hacen como si nada hubiese sucedido. Red se encuentra a Nichols en la ducha colocada y le pregunta el motivo por el que le ha robado porque en el fondo se preocupa por ella, la sigue considerando una hija y se siente culpable por haberle fallado, pero Nichols muestra una actitud prepotente. Finalmente, la reacción de Red parece haber surgido efecto ya que Nichols confiesa que lo va a intentar de nuevo, va a volver a dejar las drogas.
En un intento de retomar la amistad que un día les unió, Chapman y Vause le piden una hamburguesa al guardia que les ayudó con el negocio de las bragas usadas, para su asombro, el hombre acepta pero a cambio de un favor sexual. Aunque la propuesta parecía muy jugosa, deciden que la honradez sea el nuevo camino a seguir y se hacen su propio sándwich, pero el resultado nada tiene que ver con el manjar que ansiaban degustar. Por su parte, Dogget se siente atraída por el guardia que le violó y Boo le amenaza con dejarle de lado si le perdona. Además, la hermana de Lorna vuelve con noticias sobre su marido y le excusa por no visitarla, unas palabras que hacen saltar las alarmas de Lorna, ¿le estará engañando con su propia hermana?
Retar a la autoridad
En este capítulo nos ha tocado conocer el pasado de Blanca, una de las latinas. Antes de entrar en prisión la mujer se encargaba de cuidar a una anciana millonaria. Su vida era muy poco emocionante y soñaba con hacer algo que le sacara de la rutina, justo cuando conoció a Darío, un joven apodado "Diablo" y el jardinero de la señora. Viendo que se llevaban demasiado bien, la mujer despidió a Darío alegando que era una distracción para Blanca. Cansada de tener que ceder ante cada una de sus exigencias, Blanca decidió dar un golpe en la mesa y sacar su lado rebelde haciendo el amor con Darío en la propia habitación de la señora mientras la anciana dormía. Desde ese momento comenzó a imponer sus propias normas, logrando que la señora tuviera miedo y cediera ante la nueva actitud adoptada por Blanca.
Mientras tanto, en la actualidad en la cárcel Blanca se atreve a desafiar a los guardias con su olor corporal. Tras varias advertencias para que se duche y su negativa ante las amenazas, la mujer acaba siendo sancionada. El castigo consiste en estar de pie encima de una de las mesas del comedor hasta que deje su actitud amenazadora, aprenda a comportarse correctamente y acepte ducharse. El problema radica en que Blanca no parece muy afectada por el castigo y se atreve a demostrar quién es capaz de aguantar más, tal y como hizo en el pasado retando a la señora para la que trabajaba. ¿Hasta dónde llegará su fuerza de voluntad?
Por su parte, la monja y actual reclusa del centro penitenciario intenta que le lleven a aislamiento saltándose algunas normas e insultando a los guardias de seguridad, pero como han sido advertidos de que casi no quedan celdas libres, no tienen más remedio que aguantar su actitud. Después de intentar sacar comida de la cafetería y fumar en el patio como si nada, Gloria le convence para que vaya más allá si lo que quiere es acabar en el hoyo para poder avisar a Sophia y hacerle una foto para demostrar que está en aislamiento de manera injusta. Dicho y hecho, la monja no duda en pegar una bofetada a Gloria, consiguiendo su propósito de acabar en aislamiento. ¿Podrá ayudar a Sophia o simplemente se ha condenado a la más absoluta soledad?