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Aunque se encuentren en la cárcel, nuestras protagonistas de 'Orange is the New Black' tienen que continuar con sus vidas. Tarde o temprano abandonarán la prisión y deben pensar en el futuro. Piper ya decidió alejarse de los negocios clandestinos después del castigo recibido por parte de las latinas, sin embargo, sus compañeras siguen empeñadas en trabajar de espaldas a la autoridad. ¿Serán descubiertas sus artimañas?
En este décimo episodio de la cuarta temporada de 'Orange Is The New Black', titulado "Bunny, Skull, Bunny, Skull", Blanca Flores continúa con el castigo que le ha llevado a estar de pie encima de una de las mesas del comedor. Además, Aleida por fin saldrá en libertad, pero tendrá que enfrentarse a la cruda realidad. Veamos al detalle todo lo sucedido en este nuevo capítulo.Continúa la rebelión
Al final del capítulo anterior fuimos testigos del castigo impuesto a Flores, una de las latinas, por no querer asearse. La mujer aceptó los riesgos de desobedecer a las autoridades y, desde entonces, lleva dos días de pie encima de una de las mesas del comedor. Aunque las fuerzas deberían comenzar a fallarle, Flores continúa con su intención de desafiar a las autoridades piensa aguantar aunque sea lo último que haga. ¿Quién se rendirá antes?
Por su parte, Piper, lejos de amedrentarse tras el castigo recibido por parte de las latinas, continúa su vida en la prisión como si nada, intentado olvidar lo sucedido y alejándose de cualquier mala influencia. Además, ahora cuenta de nuevo con el apoyo de Alex e incluso se plantea la opción de contarle a Piscatella todo lo sucedido. Finalmente, Piper acaba ocupando un puesto al lado de Flores, castigada encima de la mesa del comedor sin poder moverse y, lo que es peor, aguantado el mal olor que desprende su compañera.
Mientras tanto, la hermana Jane, que logró que le llevaran a máxima seguridad tras agredir a Gloria, consiguiendo así su propósito de acercarse a Sophia para averiguar si continúa con vida, aprovecha los momentos que sale de su celda para preguntar por los pasillos, logrando que Sophia responda. El siguiente paso es comunicarse con ella, por lo que la hermana elabora un pequeño artilugio para hacerle llegar a Sophia una nota por debajo de la puerta. Afortunadamente el plan funciona, pero acaba siendo descubierta con un móvil entre las piernas cuando se dirigía a la ducha.
Fuerza de voluntad
Por séptima vez Nichols intenta desintoxicarse, Red quiere ayudarle en el complicado proceso pero Nicky rechaza cualquier ayuda, prefiere distraerse trabajando. Cuando la adicción es tan grande cuesta más de la cuenta desengancharse, pero las latinas ya no quiere venderle droga y Red ha amenazado al resto para que hagan lo mismo. Por si fuera poco, para evitar posibles recaídas, Red se atreve a amenazar a uno de los guardias de seguridad para que deje de vender drogas a las reclusas. Buscando algo que le alivie, Nicky descubre que salió de máxima seguridad gracias a Luscheck, la última persona a la que querría agradecerle nada.
Los problemas amorosos siguen ocupando parte fundamental en la vida de las reclusas. Lorna está molesta porque su marido ha hecho muy buenas migas con su hermana y comienza a sospechar que hay algo más entre ellos que una simple relación familiar. Por otro lado, Ojos Locos está arrepentida por haber rechazado a Maureen y le pide una nueva oportunidad para tener un encuentro sexual en el escobero aprovechando la noche de la película. Maureen aceptó la propuesta y cuando todo parecía que iba a terminar felizmente entre la pareja, Maureen da un paso atrás dejando a Ojos Locos con ganas de más, vengándose así después de que ella le abandonara en primer lugar.
Desde que ascendió y ocupa un nuevo puesto, Caputo está más preocupado por otros asuntos que por ayudar a sus reclusas, tanto es así que hasta decide dejar que Taystee sea la encargada de elegir la película que pondrán a las presas por la noche, lo que genera todo un debate. No obstante, cuando comenzábamos a perder la esperanza en un hombre que en las primeras temporadas se mostraba más racional y justo, Caputo despierta del letargo en el que se había sumido por el poder y decide ayudar a Sophia. Como él está atado de manos, decide entregarle a Danny una foto tomada a Sophia en unas pésimas circunstancias para que sea el chico en el encargado de denunciar el trato que está recibiendo la reclusa.
La ansiada libertad
Ha llegado el gran día para Aleida, la madre de Daya por fin va a gozar de la tan ansiada libertad con la que sueñan todas las presas. Gloria y Daya le son las encargadas de acompañarle hasta la puerta para despedirla como se merece, prometiéndose no llorar y seguir adelante como la familia que son. Sin nadie más a quien pedir ayuda, Aleida tiene que soportar que sea la amante de César quien le recoja a su salida. Durante el trayecto la tensión es más que evidente, sobre todo cuando Aleida descubre que la chica y César han tenido un bebé.
Tragarse el orgullo es la única opción que le queda si no quiere verse en la calle, pero la actitud de la mujer resulta insoportable para Aleida y decide marcharse. Conseguir alojamiento y dinero es el siguiente paso para iniciar una nueva vida tras el paso por prisión, por este motivo, Aleida acude a casa de su prima para pedirle el dinero que le pidió que le guardara. Para su sorpresa, no queda ni rastro de sus ahorros, esos que tanto necesita ahora, su prima intenta excusarse argumentando que le urgía utilizar el dinero, una decepción para Aleida, que se vuelve a ver con una mano delante y otra detrás, ¿cómo conseguirá comenzar de nuevo si no tiene nada con lo que empezar?
Ante la ausencia de su madre, Daya intenta buscar nuevos apoyos en la cárcel. Contar con alguien que te escuche y te respalde es fundamental para poder sobrevivir en esas condiciones, así que Daya no duda ni un segundo en unirse a Ruiz y su séquito. Su madre ya era partícipe de sus acciones y la joven no ve ningún inconveniente para ser una más del grupo. Sin embargo, las malas acciones y el tráfico de drogas iniciado por Ruiz podría ser un problema para todas si son descubiertas, lo que empeoraría sus condiciones y aumentaría su condena, ¿estará Daya dispuesta a asumir todos esos riesgos?
Mientras tanto, las reformas en el centro penitenciario continúan. El curso de construcción en el que se han visto forzadas a participar algunas reclusas está dando sus frutos pero los arquitectos responsables del proyecto se ven obligados a realizar algunos cambios en los planos de la obra. Dicho y hecho, los obreros destruyen el huerto y el invernadero para construir los nuevos conductos, momento en el que descubren enterrado el cadáver del falso guardia que Alex y Lolly asesinaron. ¿Qué repercusiones tendrá este hallazgo? La cosa se pone interesante en la recta final de temporada.